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Latinoamérica perderá 1,7 billones de dólares por crisis educativa: Banco Mundial

Según la organización, esta es la peor crisis educativa jamás vista en la región.

17 de marzo de 2021
Alternancia, distanciamiento y nueva infraestructura, los componentes que predominan en los colegios este 2021.
Alternancia, distanciamiento y nueva infraestructura, los componentes que predominan en los colegios este 2021. | Foto: iStock

Latinoamérica podría perder hasta 1,7 billones de dólares por la “crisis educativa” provocada por la pandemia, que implica un impacto negativo a futuro en el capital humano, la productividad y un aumento de la “pobreza de aprendizaje”, advirtió este miércoles el Banco Mundial.

Esta es la peor crisis educativa jamás vista en la región y nos preocupa que podría tener consecuencias graves y duraderas para toda una generación, en especial entre los sectores más vulnerables”, indicó Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, en un comunicado.

La entidad advirtió que a futuro “la enorme pérdida de educación, capital humano y productividad se podría traducir en una caída de ingresos agregados a nivel regional de 1,7 billones de dólares”.

En términos de las competencias, el Banco advirtió que la “pobreza de aprendizaje”, que define el porcentaje de niños de diez años incapaces de leer y comprender un relato simple, podría haber aumentado de 51 % a 62,5 %, lo que equivale a 7,6 millones de niños más en esta categoría.

De acuerdo con el informe, luego de 10 meses, equivalentes a un curso escolar sin clases, 71 % de los estudiantes de los primeros años de la escuela secundaria pueden no ser capaces de comprender adecuadamente un texto de moderada extensión. Y si el cierre se extiende por otros tres meses, el porcentaje puede ascender a 77 %.

Además, los expertos del banco advirtieron que estos efectos negativos afectan principalmente al quintil de menos ingresos, lo que podría haber ensanchado en un 12 % adicional la brecha educativa entre ricos y pobres.

A estos impactos negativos se añade la posibilidad de que las deserciones escolares se incrementen por lo menos en un 15 % debido a la pandemia y el impacto negativo en los estudiantes que se benefician de programas de alimentación en las escuelas.

“Los gobiernos deben actuar en forma urgente para recuperar el terreno perdido y aprovechar la oportunidad para mejorar los sistemas educativos”, concluyó Jaramillo.

Compromiso en Centroamérica

Los ministros de Educación de Centroamérica se comprometieron este miércoles a reabrir sus escuelas de manera “prioritaria, urgente y gradual”, sobre todo en los países donde las clases presenciales están completamente cerradas como medida de contención por la pandemia.

El compromiso fue adoptado tras una reunión virtual del Consejo de Ministros de Educación, conocido como CECC/SICA (Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana), según un comunicado emitido en conjunto con Unicef y fechado en Ciudad de Panamá.

“Es una urgencia, una necesidad y una acción afirmativa en términos del derecho a la educación. Tenemos que continuar, los que ya estamos en ese proceso. Y los que no, dar ese paso firme”, dijo la ministra de Educación de Costa Rica y presidenta del CECC/SICA, Giselle Cruz.

“Hoy es un día de esperanza para millones de niños y niñas que todavía se encuentran fuera de las aulas”, afirmó la directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Jean Gough.

“Saludamos esta postura firme que apunta a garantizar el derecho a la educación (...) en especial de los y las más vulnerables. Unicef está comprometido en apoyar y guiar su implementación”, añadió Gough.

América Latina y el Caribe es la región más afectada del mundo por el prolongado cierre de escuelas, informó Unicef.

Tres de cada cinco niños y niñas que perdieron un año escolar completo en todo el mundo se encuentran en la región” y “el 60 % de todas las personas estudiantes de América Latina y el Caribe aún no han tenido acceso a clases presenciales”, precisó la agencia de la ONU.

No es foco de contagio

Según el comunicado del CECC/SICA y del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), hay 12 millones de estudiantes centroamericanos que aún no han regresado a las aulas.

Honduras, Panamá y Belice continúan sin clases presenciales, mientras que El Salvador y República Dominicana planean abrir en abril. Guatemala, Nicaragua y Costa Rica sí retomaron las enseñanza presencial.

Pese a los reparos por la pandemia, “hemos visto que el centro educativo no es un foco necesariamente de contagio, sino que se lleva el contagio al centro educativo”, aseguró a la AFP la ministra Cruz. “Si una situación (de contagio) se da, sabemos qué hacer”, comentó.

Para Cruz, tener los protocolos de respuesta listos y bien divulgados en la ciudadanía ha generado confianza en los padres de familia.

La reapertura debe hacerse “cuidando la salud, con todos los protocolos sanitarios, cada uno desde su país”, consideró.

Costa Rica fue una de las primeras naciones de América Latina en iniciar la vacunación contra la covid-19 a finales de 2020 y en reabrir parcialmente sus escuelas en este 2021.

En el primer mes de reinicio de clases en su país, con 4.400 escuelas reabiertas, se han activado protocolos en 167. “Esto no significa contagios, sino posibles contagios”, precisó.

“Ante un caso positivo, se hace la valoración”, se aísla a las personas que fueron contacto del paciente, pero no se cierra la escuela, salvo en situación extrema. “Hasta la fecha no hemos tenido que hacer esto”, explicó la ministra.

En Costa Rica, el 8 de febrero, cuando iniciaron las clases, el promedio de casos diarios de covid en una semana era de unos 400. El 16 de marzo, esa cifra presentaba una leve variación a la baja.

Vuelven con júbilo

En Costa Rica, las clases son semipresenciales, por turnos y con distanciamiento dentro de las aulas. “Vamos poco a poco”, precisó.

Para la ministra Cruz, la reapertura es necesaria “no solo por el tema del aprendizaje, sino también por la necesidad de la convivencia en el centro educativo, de brindar la oportunidad de alimentación” y por la salud mental los estudiantes y las familias”.

“He visto como denominador común un gran júbilo en los estudiantes para la reapertura, están convencidos de que es mejor estar en el centro educativo que en la casa”, valoró Cruz, que recorrió el miércoles escuelas del noroeste de su país.

La ministra afirmó igualmente que un desafío inmediato será el reinicio de clases después de los feriados por Semana Santa, donde muchas familias saldrán de vacaciones.

Con información de la AFP.