ESTADOS UNIDOS

Líder de grupo supremacista de ultraderecha habría colaborado con el FBI y la Policía

Enrique Tarrio, líder de Proud Boys, el grupo supremacista más conocido de Estados Unidos, habría sido informante de las fuerzas del orden público federales y locales estadounidenses en 2012.

28 de enero de 2021
Las milicias supremacistas han sido catalogadas por el FBI como la mayor amenaza de terrorismo doméstico en Estados Unidos. A tan solo días de las elecciones, muchos temen lo peor.

Según un exfiscal y una transcripción de un tribunal federal de 2014, Enrique Tarrio, el líder del grupo extremista Proud Boys, tiene un pasado como informante para las fuerzas del orden público federales y locales, trabajando en repetidas ocasiones encubierto para los investigadores, luego de ser arrestado en 2012.

En la audiencia de Miami, un fiscal federal, un agente de la Oficina Federal de Investigaciones y el propio abogado de Tarrio describieron su trabajo encubierto.

De acuerdo con estas fuentes, Tarrio ayudó a las autoridades a procesar a más de una docena de personas en varios casos relacionados con drogas, juegos de azar y tráfico de personas.

Pero Tarrio, en una entrevista con Reuters, negó haber trabajado encubierto o cooperar en casos contra otros. “No sé nada de esto”, dijo, cuando se le preguntó sobre la transcripción. “No recuerdo nada de esto”.

Los funcionarios y la transcripción del tribunal contradicen la negación de Tarrio. La exfiscal federal en el caso de Tarrio, Vanessa Singh Johannes, confirmó que “cooperó con las fuerzas del orden locales y federales para ayudar en el enjuiciamiento de quienes dirigen otras empresas criminales, como la administración de casas de cultivo de marihuana en Miami para operar esquemas de fraude farmacéutico“.

Su historia

Tarrio, de 36 años, es una figura de alto perfil que organiza y dirige a los Proud Boys de derecha, y enfrenta a los llamados Antifa, un movimiento de izquierda amorfo y a menudo violento. Los Proud Boys estuvieron involucrados en la mortal insurrección en el Capitolio el 6 de enero.

La Policía de Washington arrestó a Tarrio a principios de enero cuando llegó a la ciudad dos días antes de los disturbios en Capitol Hill. Fue acusado de poseer dos cargadores de rifle de alta capacidad y de quemar una pancarta de Black Lives Matter durante una manifestación en diciembre de simpatizantes del expresidente Donald Trump. El Tribunal Superior de DC le ordenó que abandonara la ciudad en espera de una audiencia en la corte en junio.

Aunque Tarrio no participó en la insurrección del Capitolio, al menos cinco miembros de Proud Boys han sido acusados en el motín. El FBI dijo que el arresto anterior de Tarrio fue un esfuerzo por adelantarse a los eventos del 6 de enero. Y ahora, la transcripción de 2014 arroja una nueva luz sobre las conexiones pasadas de Tarrio con las fuerzas del orden.

Un “componente clave”

Durante la audiencia, el fiscal y el abogado defensor de Tarrio solicitaron a un juez que redujera la pena de prisión de Tarrio y otros dos acusados. Se habían declarado culpables en un caso de fraude relacionado con el reetiquetado y venta de kits de prueba de diabetes robados.

El fiscal dijo que la información de Tarrio había llevado al enjuiciamiento de 13 personas por cargos federales en dos casos separados y había ayudado a las autoridades locales a investigar una red de juegos de azar.

El entonces abogado de Tarrio, Jeffrey Feiler, manifestó en la corte que su cliente había trabajado encubierto en numerosas investigaciones, una relacionada con la venta de esteroides anabólicos, otra con “narcóticos recetados al por mayor” y una tercera de tráfico de personas. Dijo que Tarrio ayudó a la Policía a descubrir tres casas de cultivo de marihuana y fue un colaborador “prolífico”.

En el caso de contrabando, Tarrio, “bajo su propio riesgo, en un rol encubierto, se reunió y negoció pagar US$11.000 a miembros de esa red para traer familiares ficticios de otro país”, dijo el abogado en la corte.

En una entrevista, Feiler dijo que no recordaba detalles sobre el caso, pero agregó: “La información que proporcioné al tribunal se basó en datos que me proporcionaron las fuerzas del orden y el fiscal”.

Un agente del FBI en la audiencia llamó a Tarrio un “componente clave” en las investigaciones de la Policía local sobre marihuana, cocaína y MDMA o éxtasis. Pero la oficina del FBI de Miami declinó hacer comentarios.

Tarrio reconoció el martes que su sentencia por fraude se redujo de 30 a 16 meses, pero insistió en que se brindó indulgencia solo porque él y sus coacusados ayudaron a los investigadores a “aclarar” las preguntas sobre su propio caso, insistiendo en que nunca ayudó a investigar a otros.

Ese comentario contrasta con las declaraciones realizadas en la corte por el fiscal, su abogado y el FBI. El juez del caso, Joan A. Lenard, dijo que Tarrio “brindó una asistencia sustancial en la investigación y el enjuiciamiento de otras personas involucradas en una conducta criminal”.

Mientras los partidarios de Trump desafiaron la derrota electoral del republicano en manifestaciones a menudo violentas, Tarrio se destacó por su arrogancia al liderar multitudes de Proud Boys en su mayoría blancos en una serie de enfrentamientos y peleas callejeras en Washington, DC, Portland, Oregon y otros lugares.

Los Proud Boys

Los Proud Boys, fundados en 2016, comenzaron como un grupo que protestaba por la corrección política y las restricciones percibidas sobre la masculinidad. Se convirtió en un grupo con colores distintivos de amarillo y negro que abraza las peleas callejeras. En septiembre, su perfil se disparó cuando Trump les pidió que “se aparten y se mantengan alerta”. Tarrio, con sede en Miami, se convirtió en el presidente nacional del grupo en 2018.

En noviembre y diciembre, Tarrio condujo a los Proud Boys por las calles de D.C. después de la derrota de Trump. El video lo muestra el 11 de diciembre con un megáfono frente a una gran multitud. “A los parásitos tanto en el Congreso como en esa Casa Blanca robada”, dijo.

“¡Si quieren una guerra, aquí tienen una!”. La exfiscal Johannes dijo que estaba sorprendida de que el acusado que procesó por fraude sea ahora un actor clave en el movimiento violento que buscaba detener la certificación del presidente Joe Biden. “Sabía que era un estafador, pero no tenía ninguna razón para saber que también era un terrorista doméstico”, apuntó.

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