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Limitación de inspecciones nucleares es considerada una “amenaza” para Israel
Israel exige una respuesta de Teherán siguiendo su decisión de limitar las inspecciones en su programa nuclear.
Irán comenzó el martes a restringir las inspecciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), al no lograr el levantamiento de las sanciones de Estados Unidos. El país anunció la semana pasada que dejará de implementar el protocolo adicional del Organismo Internacional de Energía Atómica, limitando cuáles instalaciones podrán ser escudriñadas por inspectores y cuándo pueden ser accedidas, haciendo más difícil la tarea de determinar si Teherán está intentando desarrollar armas nucleares.
“Israel considera esto como una amenaza que no quedará sin respuesta”, declaró el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Gabi Ashkenazy, asegurando que “nunca” permitirán a Teherán hacerse con la bomba atómica.
Hablando con DW, el ministro del gabinete Israelí, Tzachi Hanegbi, insinuó en un ataque militar unilateral contra Irán si la administración de Joe Biden firmara un nuevo acuerdo que no cumpla con las preocupaciones de Israel. Explicó que anteriormente habían tenido que atacar centros de investigación nuclear en Iraq y Siria cuando Estados Unidos fue reacio en reaccionar a las súplicas de Israel. “Esperamos que acá no sea el mismo fenómeno”, comentó Hanegbi.
Anteriormente, monitores del Organismo Internacional de Energía Atómica habían sido concedidos derechos de inspección como parte del Plan de Acción Integral Conjunto del 2015, un acuerdo que fue establecido con la intención de limitar el programa de armas nucleares en Irán a cambio de sanciones de alivio. Irán ha mantenido que su programa nuclear está basado en su uso para propósitos pacíficos, a pesar de escepticismo de parte de la comunidad internacional, según un artículo de CNN.
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Israel nunca ha escondido su oposición al acuerdo de 2015 entre Teherán y seis potencias (Estados Unidos, China, Reino Unido, Rusia, Francia y Alemania) y apoyó la campaña de “máxima presión” del expresidente estadounidense Donald Trump, quien retiró a su país del pacto en 2018, considerándolo muy generoso para Teherán. Irán respondió limitando sus compromisos del acuerdo, incluyendo el enriquecimiento de uranio, el material que se usa para la producción de bombas nucleares, a niveles más altos de los establecidos.
La nueva administración de Joe Biden en Estados Unidos se comprometió a regresar al acuerdo, afirmando que Washington está dispuesto a conversar con Teherán y otros signatarios, incluso antes de que cualquier lado tome acción para salvar el acuerdo, siempre y cuando Irán cumpla de nuevo con sus compromisos, una vuelta a la que se opone Israel. Sin embargo, ambos lados han estado quietos, insistiendo que el otro tiene que ser el primero complaciente con el acuerdo.
Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional de Biden, le dijo a CNN la semana pasada que oficiales americanos estaban particularmente preocupados sobre la decisión de Irán de rehusarse a cooperar con el Organismo Internacional de Energía Atómica y que “la primera orden de negocios acá es que los iraníes tomen la decisión de parar el proceso de moverse más lejos del cumplimiento, y después sí creo que hay una vía diplomática”.
Desde 2019 Irán se ha liberado progresivamente de varias limitaciones que había acordado sobre su programa nuclear a cambio de una flexibilización de las sanciones en su contra.
El Parlamento iraní aprobó en diciembre limitar algunas inspecciones del OIEA en instalaciones no nucleares, incluidos sitios militares sospechosos.
Irán y el OIEA anunciaron el domingo un acuerdo “temporal” para mantener un control de las actividades nucleares, aunque reducido, mientras las diferentes partes del acuerdo negocian.