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Lituania le dice no a la guerra y cerrará sus cruces fronterizos con Bielorrusia
La nación báltica ha enfatizado en la importancia del diálogo para terminar con la escalada de violencia en Europa Oriental.
La crisis diplomática y de seguridad en este de Europa ha acaparado la vista de millones de personas alrededor de mundo y de decenas de gobiernos desde distintas latitudes al ver la crudeza con la que se enfrentan Rusia y Ucrania sin una voluntad visible que permita entablar negociaciones con el fin de dar por terminada el conflicto que ha dejado miles de muertos, heridos y migrantes.
Además de Moscú y Kiev, existen otras poblaciones en donde la guerra se siente como propia debido a la proximidad de varias naciones a los campos bélicos como lo son Bielorrusia, quien apoya férreamente al gobierno de Putin, y Polonia, Moldavia y Lituania quienes se encuentran del lado de Zelenski. Asimismo, este último país báltico ha tomado una decisión importante para proteger a su población.
Una decisión gigantesca de un pequeño territorio
Las autoridades de Lituania han confirmado este viernes que es “solo cuestión de tiempo” para que se cierren las fronteras con Bielorrusia debido a la intensa actividad que Moscú y Misnk manejan, además de la presencia del militantes del grupo Wagner en territorio bielorruso quienes se encuentran enseñando tácticas de guerra a los soldados de Minsk.
Solamente el jueves pasado, el presidente lituano Gitanas Nauseda se había reunido con el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, con el fin de reforzar las fronteras de ambas naciones para así evitar cualquier injerencia del grupo paramilitar ruso.
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“El cierre de algunos puntos es solo cuestión de tiempo hasta el cierre total de la frontera. Definitivamente se hará”, expresó en televisión nacional el presidente del Comité de Seguridad y Defensa del Parlamento lituano, Laurynas Kaschyunas, lo que enmarca la dureza con que esta nación báltica pretende proteger a sus habitantes.
Kaschyunas también aseveró en medio de su alocución que el presidente de la nación y el premier polaco tomaron esta decisión luego del empeoramiento de la seguridad en ambas naciones tras la llegada del grupo Wagner al vecindario en Bielorrusia, además de las constantes maniobras miliares de la Armada de Rusia en el mar Báltico.
Por otro lado, Arnold Abramavicius, viceministro de Asuntos Exteriores de Lituania ha precisado que los pasos de Sumskas y Tverecius serán los primeros en cerrarse dentro de muy poco tiempo, por lo que solo cuatro cruces fronterizos estarán abiertos a la población entre Vilna y Misnk, según lo reseñado por la radiotelevisión nacional LRT.
“Los vecinos polacos cerraron los puestos de control fronterizos en varias etapas, actualmente tienen un puesto de control fronterizo por carretera internacional, y tres o cuatro puestos de control ferroviarios”, precisó el subcomandante del Servicio Estatal de Guardia Fronteriza, Saulius Nejrasevicius.
Para que el cierre de los dos puestos sea una realidad solo le falta la declaración oficial desde el Ejecutivo lituano con el fin de que el cierre de fronteras vaya de la mano de la ley.
Varsovia demuestra su poder en la región
El gobierno polaco no ha tenido intención de ocultar el poder militar con el que cuenta en caso tal de que algún individuo del grupo Wagner quiera entrometerse a su territorio para construir un bastión que desestabilice la seguridad en el país europeo.
“Rusia y Bielorrusia están acrecentando la presión en las fronteras, incrementando el número de sus provocaciones, y debemos ser conscientes de que esas provocaciones aumentarán”, aseveró el primer ministro polaco, Morawiecki, en una conferencia de presa junto al presidente lituano, Nauseda.
Esta maniobra defensiva de Lituania y Polonia se da luego de que iniciando agosto dos helicópteros bielorrusos ingresaron al espacio aéreo polaco, lo que se consideró como una agresión. Y a pesar de que desde la cartera de relaciones exteriores de Bielorrusia se negó la penetración de estas dos naves en Polonia, el secretario de este ministerio, Anatoly Glaz exhortó “a la parte polaca a no escalar la situación y a no aprovecharla para militarizar la zona de la frontera”.
Tanto Lituania como Polonia son miembros de la OTAN, por lo que todo el organismo militar internacional está al tanto de una nueva provocación que provenga desde Moscú o Minsk, a sabiendas que el enclave ruso de Kaliningrado puede ser un territorio donde también se estén planeando estrategias para esparcir el conflicto ruso-ucraniano por toda la región.