Mundo
Lo que dice la Biblia sobre cómo y cuándo será el fin del mundo
Algunos apartados de la Sagrada Escritura podrían ser interpretados como un vestigio sobre los detalles del fin de los tiempos.
En los últimos años se fueron formando varios interrogantes sobre el fin del mundo, motivado por algunas teorías conspirativas, así como ‘razonamientos’ de personas que aseguran tener las respuestas a ciertas preguntas: ¿cómo y cuándo todo lo que conocemos como planeta dejará de existir?
La continuidad de eventos que millones de personas han sido testigos como guerras, desastres naturales, pandemias y las consecuencias por el cambio climático han alimentado los temores sobre cuán cerca se está del colapso.
No se trata solamente de un interés ligado a los estudios que buscan aproximarse a lo que podría suceder, sino también al análisis que, en muchas ocasiones, expertos y la religión le han hecho a algunos fragmentos de la Biblia, siendo interpretados como un vestigio sobre el final de los tiempos.
El primer ejemplo de la “advertencia” que hace la Biblia sobre que el final está cerca se encuentra en un fragmento de este versículo: 1 Juan 2:17 que dice, “Además, el mundo se está yendo, y sus deseos también...”, pero ¿precisamente a qué “mundo” hace referencia?
Lo más leído
De acuerdo con lo que dice la Biblia, citado por el sitio web jw.org, la palabra “mundo” hace referencia no al planeta Tierra como tal, sino “a la parte de la humanidad que le ha dado la espalda al Creador y se ha convertido en su enemiga”, tal como lo dice Santiago 4:4: “Adúlteras, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Por lo tanto, cualquiera que quiere ser amigo del mundo se está haciendo enemigo de Dios”.
A su vez, la Sagrada Escritura manifiesta que las personas “sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna” en caso de estar en “enemistad con Dios”, “siendo así eliminados de delante del Señor y de su gloriosa fuerza”, según 2 Tesalonicenses 1:7-9, mientras que, los que sigan sus mandatos no serán “parte del mundo” porque “yo los he elegido de entre el mundo” y tendrán la posibilidad de “adquirir” la vida eterna: “los justos heredarán la tierra y vivirán en ella para siempre”, como se lee en Juan 15:19 y 1 Juan 2:17.
Por otra parte, la Biblia también “revela” cómo sería el fin de los días. De acuerdo con el sitio web citado anteriormente, el final se “dará” en dos etapas. En la primera, el Creador destruirá “las religiones falsas”, que en la Sagrada Escritura (Apocalipsis 17:1-5; 18:8) representa como “Babilonia la Grande, la madre de las prosti***** y de las cosas repugnantes de la tierra”.
En la siguiente fase, “los reyes de toda la tierra habitada” y las personas malvadas serán destruidos en “la guerra del gran día de Dios, el Todopoderoso”, a lo que la Biblia llama también Armagedón, la batalla final entre el Creador y los gobiernos humanos, según se lee en todo el capítulo 16 de Apocalipsis.
Por último, el fin llegará, según Daniel 7:13, 14, cuando la totalidad de la humanidad haya recibido advertencia suficiente sobre “la proclamación mundial de que el Reino de los cielos reemplazará a todos los gobiernos humanos”. En ese momento, según la Biblia, “las buenas noticias del Reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).
Dicho presagio es parte de las señales que determinarían el fin de los tiempos, que, a su vez, incluyen guerras por todo el mundo, terremotos, hambre y enfermedades, “y se verán escenas espantosas y grandes señales del cielo” (Mateo 24:3; Lucas 21:10, 11).
La Biblia dice también en 2 Timoteo 3:1-5 que, “tiempos críticos y difíciles de soportar. Porque la gente solo se amará a sí misma, serán amantes del dinero, fanfarrones, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos y desleales, no tendrán cariño natural, no estarán dispuestos a llegar a ningún acuerdo, serán calumniadores, no tendrán autocontrol, serán feroces, no amarán lo que es bueno, serán traicioneros y testarudos, estarán llenos de orgullo, amarán los placeres en vez de a Dios y aparentarán tener devoción a Dios, pero en realidad estarán negando el poder de esa devoción”.