Iglesia Católica
Lo sacó de la Iglesia: Papa Francisco despidió a cura acusado de abuso sexual en Francia
Sus principales víctimas eran religiosas y mujeres mayores a quienes brindaba ‘acompañamiento espritual’.
En medio de un nuevo caso de escándalos sexuales que salpican a la Iglesia Católica en el mundo, este martes 24 de enero se dio a conocer una contundente decisión por parte del papa Francisco, quien decidió retirar el estado clerical a un sacerdote francés señalado de ser responsable de serias faltas.
Según precisan medios internacionales, la noticia del retiro del estado clerical al sacerdote fue confirmada por miembros de una congregación religiosa conocida como Hermanos de San Juan, quienes afirmaron que el sacerdote identificado como Benoît-Emmanuel Peltereau-Villeneuve, fue retirado por orden expresa del mismo papa Francisco.
En ese sentido, también se conoció que la decisión implacable del líder de la iglesia de Roma no dio lugar a que el sacerdote señalado de abuso sexual tuviera espacio a defenderse, pues la providencia del papa no da lugar a apelación o recurso de segunda instancia.
Si bien la noticia se ha conocido este martes, 24 de enero de 2023, los religiosos de la orden de los Hermanos de San Juan, advirtieron que el retiro de la investidura clerical del religioso fue ordenada a través de un decreto que el papa Francisco firmó el pasado mes de diciembre y que cuenta con el amparo del Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano.
En su pronunciamiento, la orden religiosa a que la pertenecía el ahora exsacerdote aclara que con esta acción, si bien no se hace justicia, se pone fin a años de espera por una sanción en contra del religioso y a un largo periodo de sufrimiento y denuncias por parte de las personas afectadas.
Si bien el caso ya había sido estudiado a comienzo de la década pasada, por el Dicasterio, su decisión había dado largas, hasta que finalmente llegó la sanción.
Sobre las acusaciones que pesan en contra del ahora exreligioso, estas corresponden, según precisan medios internacionales a hechos ocurridos en la década de 1990, advirtiendo que las quejas en contra del entonces sacerdote fueron ‘muchas’.
¿Quiénes eran las víctimas del religioso?
De acuerdo con las denuncias presentadas en contra de Benoît-Emmanuel Peltereau-Villeneuve, los actos indebidos realizados por el entonces religioso ocurrieron cuando este prestaba acompañamiento espiritual a adultos mayores y a religiosas miembro de la congregación de las hermanas de San Juan.
En ese entonces, el señalado religioso se había desempeñado como pior o superior de un convento ubicado en la ciudad de Ginebra, Suiza, sitio y cargo en el que se mantuvo por espacio de 12 años.
Durante su permanencia como superior del convento, el hombre se había destacado por su desempeño como organizador de distintas actividades entre las que se cuentan un festival internacional de música y arte sacro.
No obstante, el hombre había sido relevado de su cargo después de que en 2008 se conocieran las primeras denuncias, que condujeron al entonces obispo de la capital Suiza a relevarlo de su cargo y abrir las puertas para que este tuviera que responder por los señalamientos ante las respectivas autoridades civiles de ese país. No obstante, el caso había terminado archivado.
En 2014, el religioso había denunciado a las autoridades Suizas, advirtiendo que estas habían violado su presunción de inocencia.
La orden a la que pertenecía el religioso, no cuenta más que con 450 integrantes en todo el mundo.
Fuertes señalamientos contra jesuitas en Chile: advierten que su cúpula está tapando casos de abuso sexual
Recientemente, el diario El País de España ha revelado una denuncia hecha por una víctima de acoso sexual en Chile, quien advierte que, pese a haber puesto de manifiesto su denuncia ante la justicia canónica, en contra de un importante número de miembros de la Compañía de Jesús en ese país, la respuesta por parte de la orden referida, ha sido el silencio y el encubrimiento.
Según reza el reporte recogido por el diario El País, las personas denunciadas por negligencia y encubrimiento en casos de abuso, serían siete provinciales de la Compañía de Jesús en el país y una docena más de miembros chilenos de la institución, quienes han brillado por su negligencia en el abordaje de una denuncia sobre abusos de los que el denunciante fue víctima cuando era niño y acudía a un colegio perteneciente a la orden de los jesuitas en la ciudad de Osorno.
Según la denuncia, los hechos abusivos en su contra fueron perpetrados entre 1982 y 1995, y tendrían como responsable, según el denunciante, a un sacerdote llamado Juan Miguel Leturia, quien falleció en 2011.
En medio de la denuncia de encubrimiento, según destaca El País, estarían salpicados actualmente dos arzobispos de la ciudad de Santiago de Chile, los cuales corresponden al cardenal emérito Francisco Javier Errázuriz Ossa, y al actual cardenal, un religioso español identificado como Celestino Aós Braco. Estos dos religiosos son señalados de haber ‘ignorado las denuncias’, y no haber dado la orden para que fuere investigado el presunto responsable.
Según El País, si bien la iglesia católica en Chile ya condenó en 2006 a al señalado sacerdote abusador; el fallecido Juan Miguel Leturia, dicho proceso se habría manejado en secreto.
En su momento trascendió que el castigo recibido por el religioso tuvo un carácter más de prevención ante eventuales casos de repetición, por lo que simplemente se le ordenó apartarse de sus funciones relacionadas con menores, así como también se le apartó de la posibilidad de oficiar misas.
No obstante, el denunciante advierte que quedó un halo de insatisfacción, en tanto esperaba que también fueren juzgados los responsables del encubrimiento.
De acuerdo con el medio español, el denunciante “siente que nunca nadie en la Iglesia se ha preocupado realmente de escucharle, ni de profundizar en toda la verdad del caso”, advirtiendo que tiene la esperanza de lograr escalar el caso hasta oídos del mismo papa Francisco.
Por su parte, en declaraciones recogidas también por el medio español, el sacerdote Guillermo Baranda, cabeza de la orden de los jesuitas en Chile, refutó los señalamientos de encubrimiento y afirmó que tal señalamiento es infundado, pues, en efecto la denuncia se investigó y juzgó.
El hombre víctima critica que su gran queja es que se hubiese juzgado en silencio, y que, pese a que él era la víctima, nunca tuvo conocimiento, hasta 2010, del avance del proceso y la sanción impuesta, la misma que califica como ligera, advirtiendo que incluso, además del silencio de los religiosos, fue sometido a instigación y maltrato, recordando que miembros de los jesuitas de Chile lo expusieron públicamente en medios de comunicación señalando de ser “una persona que solo buscaba dinero y desprestigiar a los jesuitas”, lo que le generó afectaciones.
*Con información de AFP