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Lo último: avión Cessna 560 se estrelló en montañas de Virginia, Estados Unidos, ¿qué se sabe?
Las autoridades ya se desplazaron hasta el lugar para verificar la situación.
Un avión Cessna 560 se estrelló en una montaña de Virginia, Estados Unidos, después de volar sobre Washington, informaron medios locales.
La Federación de Aviación Administrativa (FAA) confirmó que el accidente se registró en horas de la tarde de este domingo 4 de junio. Por el momento, las autoridades ya se encuentran en el sitio realizando las respectivas investigaciones.
Ante el pánico que se generó, pues se escuchó una fuerte explosión, el Departamento de Seguridad Nacional confirmó que no hay ninguna amenaza por el momento.
Los primeros reportes indican que la aeronave despegó del Aeropuerto Municipal de Elizabethton en Tennessee y se dirigía al Aeropuerto Long Island MacArthur de la ciudad de Nueva York.
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Hasta el momento, ni las autoridades ni el Gobierno de Estados Unidos han suministrado mayor información del accidente, por lo que se espera que en el transcurso del día se amplíe lo sucedido.
Dos ballenas jorobadas fueron encontradas muertas frente a la costa de Nueva York, ¿qué pasó?
Dos ballenas jorobadas fueron encontradas muertas frente a las costas de Nueva York y Nueva Jersey (Estados Unidos), de acuerdo con la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).
Según la agencia, una ballena estaba frente a Wainscott, en Nueva York, y la otra en Raritan Bay, Nueva Jersey. El río Hudson divide a Nueva York del estado de Nueva Jersey.
“Nosotros, y nuestros socios de la red de varamientos Atlantic Marine Conservation Society y Marine Mammal Stranding Center, estamos al tanto de las dos ballenas jorobadas fallecidas que flotan en la bahía de Nueva York. Una se encuentra frente a Wainscott, Nueva York, y la otra flota en la bahía de Raritan, Nueva Jersey” afirmó la organización.
Los biólogos de varias organizaciones están evaluando sus recursos para responder a la emergencia y se ha reunido el trabajo de varias entidades: el Departamento de Conservación Medioambiental del Estado de Nueva York, el Departamento de Protección Medioambiental de Nueva Jersey y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Nueva Jersey.
Investigación
Ambas ballenas fueron sujeto de necropsias. La primera ballena, que fue trasladada a la costa de Southampton, correspondía a un macho de 14,3 metros de largo. De acuerdo con la necropsia, la causa de la muerte fue “sospecha de traumatismo por fuerza contundente”.
“Si bien este cadáver estaba muy descompuesto, los científicos observaron hematomas en la grasa y el músculo en ambos lados de la cabeza”, afirma la publicación de la NOAA.
La segunda ballena era una hembra de 8,5 metros de largo. El cuerpo de la ballena fue Jersey remolcada hasta el Área Recreativa Nacional Gateway en Sandy Hook, en Nueva Jersey, donde se realizó la correspondiente necropsia.
En el caso de la hembra, su cuerpo tenía “hematomas, laceraciones y fracturas en varios lugares de su cuerpo, incluidas fracturas en el cráneo y la aleta pectoral izquierda, que habían sido cortadas”.
La causa de la muerte de la ballena hembra se identificó como “sospecha de traumatismo por fuerza contundente y aguda consistente con el impacto de un buque”.
Lo curioso del caso es que aparentemente los dos casos no estaban relacionados.
De acuerdo con el medio estadounidense CNN, que cita a la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, las muertes de ballenas jorobadas en la costa este han ido en aumento desde enero de 2016.
De acuerdo con los registros de la agencia, se ha dado un “evento inusual de mortalidad de ballenas jorobadas a lo largo de la costa atlántica”. De hecho, para el año 2023, 23 ballenas jorobadas han quedado varadas en la costa atlántica de Estados Unidos, de estas un total de cinco han sido halladas en Nueva York y siete en Nueva Jersey.
La interacción del ser humano con las ballenas tendría una clara relación con los hechos. De acuerdo con la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, un alto porcentaje, el 40 % de las muertes de ballenas investigadas, mostraron “evidencia de interacción humana, ya sea colisión con barcos o enredos”.