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Los apoyos clave que recibieron Bolsonaro y Lula, de cara a la segunda vuelta presidencial en Brasil
Incluso, rivales están mostrando su apoyo a los candidatos presidenciales.
Jair Bolsonaro y Lula empezaron este martes 4 de octubre a recibir el apoyo de figuras clave e inclusive de adversarios, en una feroz carrera por recuperar el máximo de votos para ganar la segunda vuelta presidencial en Brasil.
El exjuez Sergio Moro, némesis del expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, y los gobernadores reelectos de los populosos estados de Minas Gerais y Rio de Janeiro se pronunciaron a favor del presidente ultraderechista, de 67 años.
Bolsonaro terminó segundo en la primera vuelta del domingo con un apoyo más fuerte de lo previsto por las encuestas (43 % de los votos), apenas cinco menos que el líder izquierdista (48 %). Lula, de 76 años, obtuvo por su parte el apoyo del excandidato Ciro Gomes, aunque a regañadientes.
Gomes quedó en cuarto lugar con 3,04 %, detrás de la senadora Simone Tebet, que también se espera apoye a Lula en el balotaje del 30 de octubre. Entre ambos candidatos sumaron 8,5 millones de votos. La diferencia entre Lula y Bolsonaro fue de 6,18 millones de votos.
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“Acabamos de tener una reunión con la ejecutiva (...) del Partido Democrático Trabalhista, en la que tomamos una decisión por unanimidad. Grabo este video para decir que apoyo”, dijo Gomes.
El veterano político de 64 años, que fue alcalde, gobernador y competía por cuarta vez en los comicios presidenciales, ha sido muy crítico con el exmandatario (2003-2010) y en su discurso de dos minutos ni siquiera lo nombró.
Bolsonaro, puertas abiertas al “antipetismo”
Además del apoyo de aliados, Bolsonaro está intentando explotar el rechazo al izquierdista y su partido. “Contra el proyecto de poder del PT, declaro, en la segunda vuelta, el apoyo a Bolsonaro”, dijo el exjuez Moro, quien se convirtió en ícono de la lucha contra la corrupción que salpicó a Lula y a su Partido de los Trabajadores.
Moro fue elegido senador el domingo 2 de octubre en las legislativas celebradas en paralelo a las presidenciales, con casi 1,9 millones de votos en su estado Paraná (sur). Como juez, lideró la megacausa Lava Jato, proceso que destapó una red de sobornos en la estatal Petrobras y envió a Lula a prisión en 2018.
Tras la elección de Bolsonaro, ese año, Moro asumió como su ministro de Justicia. Sin embargo, la relación se quebró y renunció en abril de 2020, tras acusar al jefe de Estado de interferir en investigaciones policiales contra sus familiares. “Está todo superado. De ahora en adelante es una nueva relación... No hay cuentas que ajustar”, dijo Bolsonaro este martes.
Para Thomas Traumann, exportavoz del gobierno de izquierda de Dilma Rouseff (2011-2016), “Bolsonaro transformó su campaña rumbo a la segunda vuelta en una puerta abierta para cualquier antipetista”.
“En vez de preguntar si merece un segundo mandato, como sería natural en la disputa de un presidente por la reelección, pregunta si el PT merece volver al Gobierno, transformando la disputa en un juicio sobre los años del PT”, agregó Traumann en una columna de la revista Veja.
El mandatario agradeció en Brasilia el “apoyo clave” de los gobernadores Romeu Zema, de Minas Gerais, y Claudio Castro, de Río de Janeiro.
“Sabemos que en muchas cosas convergemos y en otras no, pero Brasil necesita ir hacia adelante y creo mucho más en la propuesta del presidente Bolsonaro”, dijo a la prensa Zema. Castro, por su parte, dijo que hará campaña para que Río de Janeiro se transforme en la “capital de la victoria” de Bolsonaro.
*Con información de la AFP.