Ecuador
Los bonos de Ecuador empiezan a indicar una posible derrota de Luisa González, la candidata presidencial de Rafael Correa, tras el magnicidio de Fernando Villavicencio
Así lo dejó ver un informe publicado por Bloomberg, donde destacan que los inversionistas están reconsiderando la confianza en las elecciones.
En medio de duelo que vive Ecuador por el asesinato esta semana del candidato presidencial Fernando Villavicencio, a pocos días de la contienda electoral en el vecino país, los mercados siguen mostrando mucha inquietud y empiezan a inclinarse por una posible estabilidad.
La economía se encuentra inmersa en un momento de incertidumbre y turbulencia, con el ruido económico resonando en todos los rincones del país. Los recientes eventos políticos y sociales han generado una serie de repercusiones que impactan directamente en el ámbito financiero y económico del país latinoamericano.
En medio de este panorama, los bonos globales de Ecuador terminaron su mejor semana en el último mes, en gran medida porque los mercados, independiente de quien resulte electo en una semana, confía que el ganador aborde el aumento de la criminalidad y estabilice la economía.
Según datos compilados por Bloomberg, Ecuador debe 15.500 millones de dólares en bonos soberanos. Sus pagarés con vencimiento en 2035 subieron hasta 3 centavos la semana pasada, aunque la deuda sigue en peligro a alrededor de 37 centavos por dólar.
Tendencias
La explicación a este comportamiento y a la relativa confianza que se viene generando, es que tras la muerte de Villavicencio, en medio de un ataque sicarial, daría una menor probabilidad a que el país se incline por regresar al correísmo, la tendencia marcada por el expresidente Rafael Correa.
Katrina Butt, economista Senior de AllianceBernstein, le dijo a Bloomberg que los bonos están valorando de manera justa los riesgos de cara a las elecciones, pero “la incertidumbre sigue siendo alta”.
Esto se traduce en que la atención de los inversionistas está convergiendo en una posible segunda vuelta electoral, que se realizaría el 15 de octubre, lo que se toma como un potencial positivo para los bonos, ya que puede canalizar votos hacia los candidatos de centro-derecha.
Se trata de Otto Sonnenholzner o Jan Topic, quienes son vistos por los mercados como más propensos a cumplir con las obligaciones de deuda del país y trabajar para recuperar el acceso a los mercados internacionales de capital.
“Las posibilidades de los candidatos conservadores parecen haber aumentado, y una segunda vuelta podría ser más disputada de lo previsto”, dijo William Snead , estratega de BBVA a Bloomberg. Sin embargo, los expertos consideran un mayor riesgo en caso de que la socialista Luisa González y Yaku Pérez lleguen a una segunda vuelta.
Las advertencias de mayor volatilidad en el mercado han sido emitidas por bancos de Wall Street, incluyendo Morgan Stanley, Barclays, Citigroup y Goldman Sachs. Estas instituciones subrayan la incertidumbre sobre cómo la nueva administración manejará los pagos de deuda y la economía en general.
La prima de riesgo asociada a los bonos de 10 años de Ecuador ha aumentado en los últimos tres meses, reflejando un crecimiento en su riesgo país. Los bonos ahora se cotizan en un rango de 30 a 50 centavos por dólar.
El presidente actual, Guillermo Lasso, ha intentado mantener la estabilidad al disolver el Congreso para evitar un juicio político relacionado con un presunto esquema de corrupción. Esta decisión ha desencadenado elecciones anticipadas para presidente y legisladores, ofreciendo una oportunidad para que los aliados de Correa busquen el poder.
Aunque hay candidatos presidenciales no vinculados a Correa que prometen honrar la deuda nacional, la incertidumbre persiste. Ecuador enfrenta pagos manejables en los próximos años, pero las perspectivas podrían debilitarse. Aunque las reservas extranjeras han aumentado bajo el gobierno de Lasso, el recorte de impuestos realizado para ganar apoyo popular podría afectar la salud fiscal del país.
Expertos advierten que la crisis económica y política en Ecuador podría tener implicaciones para Colombia en diferentes áreas. La inestabilidad podría generar volatilidad en los mercados regionales, afectar el comercio bilateral al disminuir la demanda de bienes colombianos, e influir en la inversión extranjera.