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Los cambios del Servicio Secreto para vincular a agentes cercanos a Biden
En la agencia federal habría preocupación porque varios agentes actuales estarían alineados con Donald Trump.
El Servicio Secreto planea agregar a sus filas varios agentes que trabajaron antes con el presidente electo, Joe Biden, cuando éste ocupó la Vicepresidencia en la administración Obama.
Según revelaron medios de Washington, este tipo de cambios de personal, apenas días antes de la posesión presidencial, no son algo inusual, pero los movimientos en específico responderían a la preocupación que han expresado varios funcionarios cercanos al presidente entrante por la manera en que algunos agentes de esa oficina de seguridad estarían alineados con el presidente Donald Trump.
En los últimos meses, el Servicio Secreto se ha enfrentado al escrutinio público luego de que a mediados de noviembre más de 130 agentes resultaran infectados con coronavirus o en cuarentena a raíz de los viajes de campaña de Trump, supuestamente, por no usar tapabocas. La agencia también llamó la atención en el último año luego de que Anthony Ornato, quien anteriormente encabezó los detalles presidenciales de la actual administración, sirviera como asesor político en la Casa Blanca.
Ornato dejará en las próximas semanas la Casa Blanca y se espera que regrese al Servicio Secreto para asumir como subdirector y supervisar el Centro de Entrenamiento Rowley de la agencia. El puesto es prestigioso, pero fuera del equipo de protección inmediata del presidente.
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Catherine Milhoan, portavoz de la agencia, explicó que su oficina “sigue firmemente dedicada a un estándar de excelencia en esas operaciones, totalmente apolítica y no afiliada con los partidos políticos”.
“El Servicio Secreto de los Estados Unidos está autorizado de manera única para brindar protección a los líderes estadounidenses y otros líderes mundiales designados y permanece firmemente dedicado a un estándar de excelencia en esas operaciones, totalmente apolítica y sin afiliación con los partidos políticos de los protegidos (...) Como cuestión de práctica y debido a la seguridad operativa, la agencia no comenta sobre las operaciones de protección, incluidas las decisiones internas sobre las asignaciones de las agencias”, explicó la funcionaria.
Recientemente se conoció también que agentes identificados como Darryl Volpicelli y Brian McDonough, que ya trabajaron en la administración anterior, se sumarían a los detalles presidenciales de Biden. Volpicelli, al parecer, serviría como segundo al mando del equipo, mientras que McDonough sería supervisor de detalles.
Por su parte, David Cho, quien ya ayudó a dirigir los detalles de protección durante la actual administración, también colaboraría para dirigir los detalles presidenciales de la administración entrante. Una fuente, quien se identificó como exejecutivo del Servicio Secreto, le dijo al Post que es “inteligente dar al presidente entrante la comodidad de lo familiar”.
“Quieres que esté con personas que conoce y en las que confía, y que también saben cómo opera”, dijo. Expertos han anotado que la incorporación de exagentes que protegieron al entonces vicepresidente Biden, tras un lapso tan largo en el tiempo, no es común, y que tanto Volpicelli como McDonough “habían pasado a puestos superiores de supervisión desde que Biden estaba en la Casa Blanca. Pero esta es la primera vez desde la victoria de Richard Nixon en 1968 que un vicepresidente gana las elecciones presidenciales varios años después de servir en la Casa Blanca”.
Es sabido que los presidentes estadounidenses entrantes siempre necesitan sentirse cómodos y confiar en su equipo de protección del Servicio Secreto, que los siguen a todos los sitios a los que se movilizan y los acompañan de manera silenciosa incluso en sus momentos privados.
Sin embargo, hubo un caso de un presidente que no se sintió seguro frente a sus protectores desde el primer momento. Se trata de Bill Clinton y la entonces primera dama Hillary Clinton, quienes desconfiaban de los agentes que los rodeaban desde el primer día.
Según se especuló entonces, los Clinton temían que los agentes de detalle fueran muy cercanos al presidente George HW Bush, por lo que temían filtraciones a periodistas sobre detalles privados de la familia durante su estadía en la Casa Blanca.