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Los curiosos tesoros que encontró un astronauta en el espacio, y que mantuvo ocultos por 40 años
Se trata de Gordon Cooper, reconocido por ser la primera persona en dormir en órbita.
En mayo de 1963, uno de los principales objetivos de Estados Unidos y la Unión Soviética era llegar al espacio, motivo por el cual las dos naciones hacían hasta lo imposible para explorar lugares que no eran de conocimiento para la humanidad.
En ese sentido, Alemania Oriental y Alemania del Este, así como la Nasa, eran los principales puntos para llevar a cabo las misiones espaciales. No obstante, seis años después, el hombre logró pisar la luna, dando inicio a más misiones espaciales con el paso del tiempo.
Sin embargo, el 15 de mayo del mencionado año, el astronauta estadounidense Gordon Cooper fue uno de los primeros en aventurarse en el espacio, cuyo objetivo era superar la cantidad de tiempo en la atmosfera que los soviéticos, así como detectar posibles misiles del país europeo hacia Estados Unidos.
En ese sentido y durante su recorrido en la nave espacial Mercury, el comandante de la Fuerza Aérea de Estados Unidos dio un total de 22 vueltas al Planeta Tierra, donde logró observar anomalías en los diferentes mares del mundo, realizando su propio mapa.
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La misión Mercury también tuvo como propósito pasar un día en la órbita de la Tierra, debido a que los astronautas de la Unión Soviética ya lo habían logrado, siendo un gran problema para los norteamericanos, ya que la Guerra Fría estaba en su máximo esplendor.
Cooper logró estar durante 34 horas, 19 minutos y 49 segundos, en donde logró completar las mencionadas 22 órbitas. El astronauta fue la primera persona en dormir en órbita, así como el último en viajar solo al espacio.
Durante la misión, el astronauta logró recopilar los cambios del mar Caribe frente a las costas de México. Las irregularidades notificaron la presencia de metales y fuerzas magnéticas en el agua de las playas analizadas, llegando a deducir que la presencia de los elementos podría ser la causa de varios naufragios en la zona, razón por la cual habría una buena cantidad de tesoros enterrados en el fondo del mar.
Luego de finalizada la expedición, la nave espacial aterrizó en medio del Océano y fue llevado hasta el centro de estudios de la Nasa. Tras su llegada, el astronauta realizó un informe a sus superiores; sin embargo, no contó todos los detalles, es decir que ocultó la ubicación de los naufragios.
Por tal motivo, en sus tiempos libres y tras retirarse de la Fuerza Aérea Estadounidense, Cooper reorganizó todas las ubicaciones en un mapa, para después emprender la búsqueda de los objetos hundidos en compañía del cazador de tesoros Kip Wagner.
En conjunto lograron descubrir la icónica flora del tesoro español, que se encontraba perdida desde 1715 y que se hundió frentes a las costas del estado de Florida, reforzando mucho más su hipótesis de encontrar piezas históricas en dichas rutas.
En el mapa Cooper marcó un montón de posibles naufragios. En especial en la ruta entre Europa y América. Además, desde la nave Mercury también logró marcar muchísimas rutas en las costas de todo el continente americano.
Es importante mencionar que este tipo de búsquedas es un negocio que involucra mucho capital y complicado, debido a que muchas veces se involucran los Gobiernos de turno.
Gordon Cooper falleció en el 2004 y solo logró explorar algunos de los naufragios de su mapa. De acuerdo con personas cercanas, el astronauta siempre sospechó que en sus anotaciones se podía encontrar el buque insignia de Cristóbal Colon en su viaje a América en 1492. La Santa María y los demás barcos que se hundieron en su viaje de 1494 pueden contenido grandes cantidades de tesoros obtenidos de los pueblos indígenas del continente.