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Los gobiernos de Estados Unidos y Brasil se comprometieron a luchar juntos contra el racismo
Por tres días un representante del gobierno de Lula estuvo visitando la Casa Blanca.
Estados Unidos y Brasil se comprometieron el miércoles a profundizar juntos el combate al racismo, una causa que comparten los gobiernos de Joe Biden y Lula da Silva, durante la visita de una representante de Washington a la ciudad brasileña de Salvador.
Linda Thomas-Greenfield, embajadora de Estados Unidos ante la ONU, firmó una declaración para cooperar en materia de igualdad racial con Brasil, durante una visita a la ciudad de Salvador, en la costa Atlántica, corazón histórico de la diáspora africana de Brasil, la mayor fuera de África.
Allí, la embajadora y miembro del gabinete de Joe Biden, se unió espontáneamente a un grupo de percusionistas afrobrasileños que tocaban en las calles empedradas, y más tarde recorrió una plaza donde antaño verdugos blancos azotaban públicamente a esclavos afrodescendientes.
Durante la visita de tres días, la funcionaria describió su infancia en una Luisiana segregada con un padre analfabeto. “Como tantos otros, he sido sujeta al racismo durante toda mi vida, en cualquier lugar al que he ido, en todas partes en el mundo”, dijo la mujer de 70 años en una conferencia de prensa en Salvador.
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Pero “pese a la prevalencia y las trampas del racismo, he salido adelante. He ascendido a los más altos cargos del Gobierno estadounidense en un país que alguna vez esclavizó a mis ancestros”, agregó.
“El presidente Biden me eligió para ser el rostro de Estados Unidos ante las Naciones Unidas (...) Esto muestra lo mucho que ha progresado nuestro país”.
La administración Biden considera la lucha contra el racismo y el cambio climático como un punto en común con la del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Lula volvió al poder en enero luego de derrotar al populista de ultraderecha Jair Bolsonaro, aliado del expresidente estadounidense Donald Trump, quien prometió dar más voz a la América blanca.
El mandatario brasileño irritó a Estados Unidos al acusar a Occidente de agravar el conflicto al enviar armas a Ucrania. En Salvador, Thomas-Greenfield se reunió con Anielle Franco, primera ministra para la igualdad racial de Brasil. Firmaron una declaración que establecerá el diálogo entre los dos países para mejorar el acceso a la salud y la educación, y combatir la violencia contra las minorías étnicas.
El acuerdo también renovó un programa de intercambio entre universidades históricamente negras de Estados Unidos e instituciones brasileñas, y prometió mantener apoyo financiero a la sociedad civil de Brasil y Colombia, otro país con importante población afrodescendiente.
La población negra enfrenta una desigualdad persistente tanto en Estados Unidos como en Brasil, que abolieron la esclavitud en 1865 y 1888, respectivamente. Ambos países cuentan con un polémico sistema de cuotas para favorecer el acceso de minorías étnicas a las universidades, que deberá ser revisado próximamente por la Corte Suprema de Estados Unidos, dominada por los conservadores.
Brasil y Ecuador consideran prioridad la lucha contra el crimen organizado
La lucha contra el crimen organizado es una prioridad para Brasil y Ecuador, dijo el miércoles el canciller brasileño, Mauro Vieira, tras una reunión con el presidente Guillermo Lasso, en Quito.
“Constatamos que la lucha contra el crimen organizado internacional constituye una prioridad de ambos gobiernos”, expresó Vieira en una declaración conjunta con su homólogo ecuatoriano Gustavo Manrique. Agregó que Brasil ha fortalecido la cooperación en materia de defensa y seguridad pública con Ecuador, golpeado por el aumento del narcotráfico y la criminalidad.
Ubicado entre Colombia y Perú, lo mayores productores de cocaína en el mundo, Ecuador encara una ola de criminalidad. Según el Ejecutivo, la violencia es producto de enfrentamientos entre bandas que se disputan las rutas para el tráfico de drogas. La tasa de homicidios en la nación pasó de 14 a 25 por cada 100.000 habitantes, entre 2021 y 2022, según autoridades.
A la par han crecido las incautaciones de droga. El año pasado el país decomisó más de 200 toneladas de droga y entre enero y abril confiscó 64 toneladas.
Viera, quien se reunió con Lasso en el palacio de Carondelet, agregó que los dos países también tienen objetivos en común con respecto al cuidado del medioambiente. “Brasil y Ecuador son dos de los países con más grande diversidad ambiental en la Tierra, lo que nos confiere una gran responsabilidad en lo que se refiere a tema de medioambiente”, expresó el canciller brasileño.
Por su parte, Manrique señaló que Ecuador aspira plantear una discusión en torno a la “conservación como mecanismo financiero” para los países. El canciller ecuatoriano confirmó que Lasso asistirá el próximo agosto a una cumbre de los 10 países que comparten la selva amazónica, en Belén de Pará, en Brasil.
*Con información de la AFP.