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Los hallazgos de la Policía que conectaría ataque en Niza con decapitación de profesor en París
Los investigadores franceses revelaron una serie de pistas que enlazarían los dos casos catalogados como terrorismo.
Este viernes, la Fiscalía Nacional para el Terrorismo de Francia anunció avances en las investigaciones de los delitos que se cometieron en ese país en las últimas semanas. Los investigadores hallaron en el teléfono del autor del ataque en Niza una fotografía del asesino del profesor Samuel Paty, decapitado dos semanas antes cerca de París, y un mensaje audio en el que se calificaba a Francia de “país de infieles”.
Se encontraron también en el teléfono fotografías relativas al grupo Estado Islámico (EI), añadió en un comunicado la Pnat, que abrió una investigación por “asesinato e intento de asesinato en relación con terrorismo”.
El atacante, Brahim Issaoui, un tunecino de 21 años, permanece hospitalizado tras haber recibido varios disparos de la policía luego del ataque con cuchillo en la basílica de Notre Dame de Niza (sureste) el pasado 29 de octubre.
Inicialmente hospitalizado en Niza, el atacante dio positivo a la covid-19 el 2 de noviembre y fue trasladado el 6 de noviembre a un hospital de la región parisina, donde sigue ingresado en estado grave, precisó la fiscalía francesa.
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Issaoui, conocido por la policía tunecina por actos de violencia y delitos relacionados con drogas, llegó a Francia dos días antes de cometer el ataque, tras cruzar el Mediterráneo hasta la isla italiana de Lampedusa.
Tres personas, incluyendo una brasileña residente en Francia, murieron en el ataque.
Por su parte, Samuel Paty, un profesor francés de historia, fue decapitado el 16 de octubre cerca de París por Abdullakh Anzorov, un checheno de 18 años, por haber mostrado caricaturas del profeta Mahoma a sus alumnos en una clase sobre libertad de expresión.
Francia, confinada y en alerta máxima, conmemora el quinto aniversario de los atentados de París
En un contexto de amenaza terrorista máxima, Francia rindió homenaje este viernes a las 130 víctimas de los atentados de París del 13 de noviembre de 2015, los más mortíferos de su historia, en una ceremonia íntima debido a las restricciones por el coronavirus.
La noche del 13 de noviembre de 2015, nueve hombres sembraron el terror en varios puntos de la capital francesa y su suburbio Saint-Denis, dejando 130 muertos y más de 350 heridos.
Como cada año, las conmemoraciones de estos ataques reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI) comenzaron frente al Estadio de Francia, el primero de los seis lugares atacados, donde el primer ministro depositó una corona de flores y guardó un minuto de silencio.
Fue allí donde tres atacantes suicidas se hicieron estallar por los aires durante un partido de fútbol amistoso entre Francia y Alemania, dejando un muerto.
Siguiendo el orden cronológico de los ataques, Castex, acompañado de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y otros funcionarios locales, repitió el mismo ritual frente a los bares, restaurantes y la sala de conciertos Bataclan, donde los yihadistas mataron indiscriminadamente a otras 129 personas.
Frente a la famosa sala de espectáculos parisina, rodeada por un impresionante dispositivo de seguridad, resonaron los nombres de cada una de las víctimas, en presencia de algunos vecinos que salieron de sus casas para rendir homenaje.
“Es mi manera de decir que no los olvidamos, a todas esas personas que se han ido y a todas las que tienen secuelas psicológicas o están discapacitadas de por vida”, dijo Martine Laupin, de 72 años, una residente del barrio.
Con información de Agencia AFP