Ucrania
El horror de los niños en la guerra de Ucrania: asesinatos, separaciones y torturas psicológicas
Desde que Rusia inició la invasión hace casi dos meses, cientos de civiles han sido víctimas del combate. Los niños, a pesar de la vulnerabilidad, están lejos de ser ajenos a la guerra.
Estancados en el tiempo, es como se podría definir la situación de los menores de edad que permanecen en Ucrania a casi dos meses del inicio de la guerra. La crueldad de los sanguinarios combates no ha discriminado a nadie de la inocente población y los niños han sido testigos y víctimas de las atrocidades de las tropas rusas.
Según la Unicef, dos tercios de los niños han huido del país y de la guerra dejando atrás sus hogares, sus estudios, parte de su familia y sus vidas. Un dato que ilustra la situación del desplazamiento es el que cuenta un estudio de Acnur, cada minuto 55 menores salen de Ucrania, así como se estima que el 90 % de los refugiados son mujeres y niños.
El camino para escapar de la guerra no es precisamente fácil o una vía sin riesgos. En los corredores humanitarios se han denunciado múltiples abusos y crímenes de guerra por parte de las tropas rusas, civiles que han sido asesinados sin piedad a pesar de que en esas mismas zonas habían sido establecidas entre ambos países para la evacuación de ciudadanos.
Muchas familias se han visto separadas tras la normativa del Gobierno ucraniano de obligar a los hombres a permanecer en el país para combatir en la guerra. Esto, sumado a las muertes de civiles, ha hecho que muchos de los menores de edad tengan que pasar las fronteras sin ninguna compañía, poniéndolos en mayor peligro para la violencia, el abuso y la explotación.
Lo más leído
Todo esto porque la pesadilla no termina con salir de Ucrania, pues la adaptación a un nuevo país tras huir de la guerra no es nada fácil. Y si bien la gran mayoría de refugiados es tratado con amabilidad y empatía, otros son víctimas de la discriminación de parte de las autoridades que los clasifican según su origen y su raza antes de brindarles la ayuda necesaria.
Ucrania es un país multiétnico al igual que muchos otros, pero los ciudadanos que huyeron de la nación que eran de un origen diverso han visto cómo sufren de racismo, priorizando para las ayudas a familias blancas ucranianas. Los niños junto a sus familias o acompañantes no están lejos de esta situación. “Dejan pasar primero a los ucranianos y luego al resto. Hemos oído hablar de un trato diferente, algunos dicen incluso que les golpearon, pero no podemos confirmarlo”, explicó a National Geographic una joven marroquí que ayuda a los refugiados.
Pero si los que huyen pasan por una situación muy difícil, los niños que se quedan en su país viven un verdadero infierno con cero esperanzas de que la situación cambie rápido. Según la ONU, al menos 142 menores de edad han perdido la vida en la guerra en Ucrania, mientras que 229 resultaron heridos. Las cifras de desapariciones preocupan aún más, con más de 2.000 infantes sin rastro. Además, se estima que todos los números sufren de un gran subregistro.
“No recuerdo cuándo fui al colegio por última vez”, recuerda a ABC Nikolai, un niño de 10 años que desde que inició la guerra se aisló junto a su familia en un refugio subterráneo dentro de su casa. Hay días enteros en los que no salen del improvisado escondite, todo mientras recuerda que era muy bueno en sus estudios, en todo destacaba, pero la situación lo tiene pausado en el tiempo junto a sus abuelos y su hermana de siete años. “Putin es malo. Si fuera un poco mayor, iría a matar rusos con los mayores”, dice el niño.
Nikolai y su familia tiene suerte de que al salir las tropas rusas de su ciudad, podrán contar su historia de como sobrevivieron la guerra sin mayores daños que los causados por el encierro semipermanente, que quizás con el apaño de la inocencia de la niñez le quite peso en el futuro.
Pero no todo el mundo es tan afortunado en la guerra, y menos los menores que viven en las zonas más afectadas por la confrontación y que tuvieron que vivir día a día con los soldados rusos que ocuparon sus ciudades. En Bucha, epicentro de la masacre de parte de las tropas de Putin, se denunciaron violaciones a 25 menores de entre 11 y 14 años, de las cuales 9 quedaron embarazadas.
“Los soldados rusos les dijeron que las violarían de tal manera que no querrían tener relaciones sexuales con ningún hombre, para evitar que tengan hijos ucranianos”, contó al New York Times la defensora del Pueblo de Ucrania, Liudmila Denisova, que sin entrar en detalles reiteró que la violación como un arma de guerra deja consecuencias físicas y psicológicas a las víctimas como a su entorno cercano.
Muchos niños y jóvenes que sobrevivieron, tuvieron que madurar apresuradamente con la guerra en Ucrania, han tenido que dejar sus hogares, refugiarse en sótanos y estaciones del metro, mientras que otros han vivido las peores barbaries de parte de las tropas rusas. Todos tienen algo en común, una sola petición y es el fin de la guerra y que puedan recuperar algo de la vida que el conflicto les arrebató.
Por ser una noticia de interés mundial, todo el contenido sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania será de libre acceso para nuestros lectores en todas las plataformas digitales de SEMANA.