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Los puntos claves de la crisis que se vive en Perú por cuenta de la destitución y captura de Pedro Castillo

El país vive dos semanas en crisis desde el intento de autogolpe de Estado, destitución y posterior captura del expresidente de izquierda Pedro Castillo.

21 de diciembre de 2022
Protestas en Perú
Simpatizantes del destituido presidente peruano Pedro Castillo protestan en la autopista Panamericana Norte, mientras agentes de Policía llegan para despejar la vía de escombros, en Chao, Perú, el jueves 15 de diciembre de 2022. | Foto: AP

Unos protestan en los Andes para exigir, incluso con violencia, su libertad. Otros apoyan que los militares contengan las manifestaciones a tiros. ¿Por qué el destituido presidente de Perú, Pedro Castillo, genera pasiones extremas?

En el año y medio que llevaba en el poder, de los cinco años de mandato, tanto él como su entorno estaban señalados de corrupción. Castillo justificó su intento de golpe en que el Congreso le impedía gobernar y denunció tratos racistas. Pero fue preso por rebelión y destituido por el Congreso.

  Las protestas de los seguidores de Pedro Castillo paralizan al país y dejan al menos 21 muertos, al cierre de esta edición, y una ola de violencia. Argumentan que el mandatario fue sacado de su cargo injustamente.
Las protestas de los seguidores de Pedro Castillo paralizan al país y dejan al menos 28 muertos. Argumentan que el mandatario fue sacado de su cargo injustamente. | Foto: afp

1. Identificación

“Castillo ha sido vacado injustamente, quien nos representaba era él. Este Congreso enquistado en Lima ha vulnerado nuestros derechos”, dice Freddy Quispe (45), agricultor en la sureña Abancay, Apurímac, mientras bloquea una vía bajo la atenta mirada policial. Más de la mitad de los 33 millones de peruanos se considera mestizo y una cuarta parte indígena, según el censo de 2017.

A Castillo lo respaldan sectores rurales, empobrecidos, postergados. Allí fue donde obtuvo más alta votación. “Todos nuestros recursos están en manos de los privados. Apurímac es zona minera y tenemos problemas económicos, raciales, los de Lima nos tratan como cholos, como indios, como brutos”, considera Juan Ochicua (53), agricultor en esta ciudad, epicentro de las protestas.

Castillo “buscó generar una identificación con el uso del sombrero, el uso del poncho, reivindicando su origen campesino, su vínculo con las comunidades”, dice a la AFP la antropóloga y politóloga Carmen Ilizarbe, profesora de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).

Quienes lo apoyan consideran que la obstrucción lo forzó a hacer lo que hizo y reflexionan: “Castillo ha sido tan maltratado como nosotros lo somos habitualmente”, agrega. Intentó “dar un autogolpe, cosa poco democrática, pero eso se esfuma en la desconfianza de un sector que no cree que sea así y sale a defender a alguien que ‘es como yo’”, sostiene Aldo Panfichi, profesor principal de Ciencias Sociales en la PUCP.

2. Repudio al Congreso

Al Congreso le iba peor que a Castillo, con más de 80 % de desaprobación. Varios de sus miembros han sido señalados por corrupción y hasta violación sexual. Quien perdió la elección, la derechista Keiko Fujimori, no reconoció el triunfo de su contrincante y denunció fraude. Pero logró suficientes escaños para hacerle contrapeso.

Keiko, quien estuvo prisión preventiva en el marco de la pesquisa por el caso Oderbrecht, es hija del expresidente Alberto Fujimori, preso por corrupción y crímenes contra los derechos humanos. “Yo creo el factor más gravitante es el repudio que se tiene al Congreso (...) el factor que más ha encendido la situación”, sostiene Cárdenas.

Castillo “ha tenido una serie de falencias, pero ha ejercido en las condiciones más duras, con hostilidades desde antes de que asumiera, con un Congreso obstruccionista”, detalla Ilizarbe.

Perú
Un simpatizante del derrocado presidente peruano Pedro Castillo sostiene un cartel con un mensaje que dice en español: "Libertad para el presidente" afuera de la base policial donde está detenido Castillo luego de su arresto, en las afueras de Lima, Perú, el jueves 21 de diciembre de 2019. (AP Photo/Martin Mejia) | Foto: AP

3. Racismo

“Perú es un país sumamente racista y sumamente discriminador, tanto que ya ni siquiera nos damos cuenta”, explica Cárdenas, que cita una encuesta de 2020 del ministerio de Cultura. Originario de Chota, Cajamarca, en la sierra norte, Castillo habla con acento andino, motivo de discriminación. A veces le cuesta transmitir las ideas y lo llaman “burro” para significar falta de inteligencia.

Panfichi recuerda que hay un tema de clasismo y “temor a perder los años de crecimiento económico. Se aspira a un modelo más occidental y miran a Castillo y dicen: no me representa”.

4. “Terrucos”

La policía dice que entre los agitadores de las protestas hay personas vinculadas al proscrito Sendero Luminoso, grupo maoísta considerado terrorista que le declaró la guerra al Estado entre 1980 y 2000. Reclutaban campesinos forzosamente, que quedaron atrapados en el fuego cruzado de senderistas y militares.

Para Panfichi, esos ataques suelen venir de un sector conservador que en Perú tiene “un pensamiento poco elaborado, básico y autoritario”. Aunque estima que es un tema generacional. Ciudadanos emergentes o gente exitosa en los negocios integra las nuevas élites: “ya no se puede asociar dinero con color de piel”.

Con información de AFP.

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