Luego de monitorear el tecleo de su computador a diario, empresa despide a mujer que trabajaba en casa: esta es la historia viral

Un sofisticado sistema tecnológico dejó en evidencia a una mujer que trabajaba desde su casa para una compañía, y aunque había estado en la empresa por 18 años, eso no bastó para que la despidieran por no cumplir los plazos establecidos y laborar en los horarios establecidos durante poco más de un mes.

El caso se ha convertido en viral en Australia, donde Suzie Cheikho, la mujer en cuestión, evidenció su caso en medios locales y tribunales por parecerle un despido injustificado. Sin embargo, la Comisión de Trabajo Justo (FWC, por sus siglas en inglés) del país oceánico negó la argumentación de Cheikho, según indicó el portal ‘Quinto Poder’.

Al parecer, la empresa en la que trabajaba la mujer, Insurance Australia Group (IAG, por sus siglas en inglés), utilizó un sistema que monitoreó el tecleado de Cheikho durante 49 días hábiles, puesto que trabajaba desde casa, y se dieron cuenta que la mujer utilizaba sus horarios a su conveniencia, lo que no le gustó a la compañía.

Pues bien, según el medio citado, la FWC evidenció que la empresa le facilitó el reporte del sistema de monitoreo, en el que indicaba que durante 44 días –de los 49 analizados– la mujer había laborado menos de lo establecido; entre ellos, 4 días no trabajó nada, 47 días inició su jornada tarde y en 29 días terminó temprano su jornada.

Y ante esta situación, Cheikho se defendió afirmando que: “a veces, la carga de trabajo es un poco lenta, pero nunca he dejado de trabajar. Quiero decir, puedo ir a las tiendas de vez en cuando, pero eso no es para todo el día. Necesito tomarme un tiempo para considerar esto y presentaré una respuesta. Realmente no puedo recordar por qué o cómo es tan bajo”, según recoge el medio El Comercio.

Duró más de 85 años en una empresa

En el mundo hay una persona que ostenta un récord que muchos envidiarían: el de ser el hombre con la carrera más larga al interior de una compañía.

Se trata de Walter Orthmann, un brasileño de 100 años de edad, que completó, en abril pasado, 85 años trabajando para RenauxView, una de las empresas textiles más icónicas del país suramericano.

Este hombre centenario ingresó a formar parte del equipo de trabajo de esa corporación en 1938, cuando apenas tenía solo 15 años; según señaló para la página oficial de la organización Guiness World Records, la costumbre, en esa época, era que los hijos comenzaran a trabajar a temprana edad para ayudar con los gastos de su casa, la cual compartía con otros cuatro hermanos menores.

Cuando entró a la empresa ocupó el cargo de asistente de envío y con el paso de los años se fue consolidando mientras aprendía más del oficio y así fue escalando hasta llegar a convertirse en el director del área de ventas de esa corporación.

Mientras surgía en el campo laboral, Orthmann también fue perfeccionando sus estudios y conocimientos, los mismos que le permitieron diseñar estrategias para que la compañía siempre tuviera buenos resultados y así él pudiera conservar su empleo durante más de ocho décadas.

“Me dieron la oportunidad de trabajar como vendedor. Viajé a São Paulo y en menos de una semana llené la producción con pedidos equivalentes a tres meses de trabajo”, explicó el hombre.

Sus capacidades se mantienen intactas y conoce, mejor que nadie, cada rincón de la empresa; sigue teniendo su oficina y llega a ella manejando su propio carro; además, en los días que no trabaja, se dedica a hacer deporte, lo que para él ha sido clave para mantenerse con la vitalidad que lo conserva muy bien a pesar de su avanzada edad.

En su trayectoria ha sabido afrontar su vida y asegura que la clave de su éxito en la compañía radica en hacer las cosas de la mejor manera y en no preocuparse por el pasado ni por el futuro.

“No planeo mucho ni me preocupo mucho por el mañana. Lo único que me importa es que mañana será otro día en el que me despertaré, me levantaré, haré ejercicio y me iré a trabajar. Hay que ocuparse del presente, no del pasado ni del futuro. Aquí y ahora es lo que cuenta”, le dijo Orthmann a la organización.