Lula da Silva ya está en la Casa Blanca: así lo recibió el presidente Joe Biden

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió en la Casa Blanca a su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Los altos mandatarios han informado que su reunión tiene como objetivo hablar sobre democracia y medioambiente, con la alargada sombra del ultraderechista Jair Bolsonaro como trasfondo.

Medios locales han retratado el apretón de manos y los abrazos frente a diferentes personalidades de Biden y Lula da Silva. Por lo que en la escena se ve la bandera brasileña ondeando al lado de la estadounidense de fondo la Casa Blanca, en Washington, residencia presidencial del país norteamericano.

Justamente, después de las fotografías de la prensa, se logra ver a los dos presidentes interactuando y caminar hacia adentro del edificio para el que sería el primer encuentro entre ambos mandatarios, tras la investidura de Lula da Silva como alto representante de los brasileños.

“Espero una relación muy productiva”, tuiteó Lula sobre el encuentro, prácticamente un mes después de que miles de bolsonaristas atacaran los edificios de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema en Brasilia. Y que Estados Unidos volviera a sufrir de multitudinarias manifestaciones contra el abuso policial.

Por su parte, Joe Biden aprovechó sus redes sociales para indicar que estaría recibiendo tanto al presidente brasileño, como a la primera dama de Brasilia, y como toque propio, afirmó que se reunirían en la Casa del Pueblo”. Pues bien, en las imágenes compartidas se puede ver que Rosângela Lula da Silva estuvo a la par de su esposo en la presentación oficial, y luego saludó al mandatario estadounidense.

“Hoy daré la bienvenida al Presidente Luiz Inácio Lula da Silva ya la Sra. Janja Lula da Silva de Brasil a la Casa del Pueblo”, fueron las palabras de Biden.

Recientemente, se vivió una tensión circundante entre Brasil y Estados Unidos, luego de que Bolsonaro viajara al país latinoamericano en vísperas de la investidura de Lula y, por el momento, se halla en Florida tramitando una nueva visa que le permitiría permanecer en el país, mientras las autoridades brasileñas investigan si instigó o no los asaltos del 8 de enero.

“Él huyó de Brasil en un avión presidencial (...) y vino a esconderse aquí, en casa de un amigo; de todos modos, algún día tendrá que volver a Brasil y enfrentar los juicios”, declaró Lula en una entrevista con CNN, en la que asegura que “Bolsonaro no tiene posibilidades de volver a la presidencia”.

Por su parte, un funcionario estadounidense afirma que la Casa Blanca no ha recibido ninguna “petición” al respecto de Brasilia y que el tema no está previsto en la agenda. “Ambos quieren ahondar en su compromiso compartido por promover, reforzar y profundizar la democracia”, añadió el funcionario.

Bolsonaro mantuvo una relación muy estrecha con Trump pero fría con Biden, de modo que este quiere aprovechar el cambio de gobierno para afianzar lazos entre las dos grandes economías de América, empezando por el medioambiente.

Los diálogos sobre el medioambiente

Funcionarios estadounidenses adelantaron que la crisis climática será “una máxima prioridad” en el encuentro en el Despacho Oval, aunque sin aclarar si Washington contribuirá al Fondo Amazonia, un mecanismo financiero multilateral creado en 2008 y gestionado por Brasil para la lucha contra la deforestación.

Lula prometió acabar con la deforestación de la Amazonia hacia 2030, después del pobre desempeño de Brasil en la materia durante el mandato de Bolsonaro. Por de pronto en enero cayó 61 % en relación con el mismo periodo de 2022, según datos oficiales publicados este viernes.

Aprovechando la ocasión, grupos indígenas, ecologistas y de la sociedad civil publicaron una carta abierta a Lula y Biden en la que insisten en que la protección de la Amazonia y la lucha contra el cambio climático “solo es posible con derechos humanos y combatiendo el racismo ambiental”.

“Las crisis ambientales y las amenazas de golpe de Estado van de la mano” en Brasil debido a que “las mismas fuerzas y actores que financiaron acciones terroristas (...) también son responsables de la deforestación, la invasión de territorios indígenas y la minería ilegal”, escribieron en el texto, refiriéndose a los asaltos del 8 de enero y la política de Bolsonaro.

*Con información de AFP.