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Cambia el tablero de las elecciones presidenciales en Brasil: Lula desistió de su candidatura

El expresidente brasileño, que está encarcelado, designó a su compañero de fórmula, Fernando Haddad, para que lo remplace como candidato del Partido de los Trabajadores (PT) a las elecciones de octubre.

11 de septiembre de 2018
| Foto: Carla Carniel - Agencia Anadolu

La decisión fue aprobada en una reunión de la dirección nacional del Partido de los Trabajadores (PT) en Curitiba, la ciudad donde el dirigente histórico de la izquierda purga una pena de doce años y un mes de cárcel por corrupción y lavado de dinero.
Haddad, que por la tarde estaba reunido con Lula, tiene previsto leer una carta de Lula a los centenares de manifestantes reunidos ante la cárcel del exmandatario (2003-2010), en la sede de la Policía Federal (PF).

"No ha sido una opción, ha sido una imposición. Estamos obligados a tomar una decisión porque hoy es el último plazo dado arbitrariamente por la justicia electoral", dijo en un video en Facebook el diputado y miembro de la dirección nacional del PT Paulo Pimenta, sin explicitar cuál había sido la decisión adoptada.

"Lula tiene total confianza en Haddad", un excalcalde de Sao Paulo y exministro de Educación, de 55 años, agregó Pimenta.

El Tribunal Superior Electoral (TSE) invalidó el pasado primero de septiembre la candidatura de Lula, de 72 años, a causa de su situación judicial, y emplazó al PT a designarle un reemplazo antes de este martes a las 7 p.m. local (5 de la tarde hora colombiana), so pena de quedar excluido de los comicios del 7 de octubre. 

Cuatro semanas de campaña

Lula, identificado con los programas sociales que durante sus dos gobiernos permitieron sacar de la pobreza extrema a millones de brasileños, era el gran favorito en los sondeos. Su intención de voto subió incluso después de ser condenado como propietario de un apartamento en el litoral paulista, ofrecido por una gran constructora a cambio de su mediación para obtener contratos en Petrobras.

El exlíder sindical, objeto de otros cinco procesos, se declara inocente en todos y denuncia un acoso judicial y mediático para impedir que el PT vuelva al poder.

El PT ganó las últimas cuatro elecciones presidenciales, dos con Lula (2002 y 2006) y dos con su heredera política, Dilma Rousseff (2010 y 2014), destituida en 2016 por el Congreso, bajo la acusación de manipular las cuentas públicas. Fue sustituida por su vice conservador, Michel Temer, acusado de "golpista" por el PT.

Habrá que ver ahora si Lula consigue traspasar en menos de cuatro semanas de campaña su prestigio a Haddad, prácticamente un desconocido en los bastiones del "lulismo", sobre todo en el paupérrimo nordeste, donde también tiene su feudo el candidato de centrozquierda Ciro Gomes.

"A Haddad le espera una tarea inmensa, es correr un sprint cuesta arriba. A Haddad se lo conoce muy poco fuera de lo que es el sudeste. Naturalmente el problema de Haddad ahora es quitarle votos a Ciro Gomes, que se viene consolidando como candidato de izquierda en el nordeste, que es el tercer colegio electoral del país", dijo a la AFP el analista Matías Spektor, profesor de la Fundación Getúlio Vargas (FGV).

Un sondeo con buenas señales para Haddad

El delfín recibió una señal alentadora el lunes, con la publicación de un sondeo Datafolha que le da 9% de intenciones de voto, cinco puntos porcentuales más que en la encuesta de agosto, cuando el TSE todavía no había invalidado la candidatura de Lula.

Ese porcentaje lo sitúa en el pelotón de aspirantes a disputar la segunda vuelta, de acuerdo con esa encuesta, que sitúa en primer lugar, con 24%, al diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, quien convalece en un hospital de Sao Paulo de una puñalada en el abdomen recibida el 6 de septiembre, durante un mitin en Minas Gerais.

Ciro Gomes, un exministro de Lula, está en segundo lugar, con 13%.

Las incertidumbres electorales, así como el afianzamiento de Gomes y el despunte de Haddad, dos candidatos con posiciones económicas heterodoxas, fueron mal recibidas por los inversores. La Bolsa de Sao Paulo caía 2,33% poco antes del cierre y el dólar se cotizaba a 4,176 reales, frente a 4,094 al cierre de los mercados de la víspera.

Con información de AFP

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