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Maduro ratifica buena voluntad y disposición de Venezuela “para ayudar a Colombia a construir la paz”, como país garante del cuarto ciclo de conversaciones entre Gobierno y ELN
Las delegaciones tendrán conversaciones hasta el 4 de septiembre en el país vecino
Tras la entrada en vigor de una tregua por seis meses, el Gobierno de Colombia y la guerrilla del ELN iniciaron en Caracas el cuarto ciclo de sus negociaciones de paz, con el objetivo de acordar “alivio humanitario” para las zonas más golpeadas por el conflicto.
El presidente de Venezuela se refirió a la presencia de su país como garante durante su programa semanal: “Quiero ratificar toda la buena voluntad, toda la disposición de Venezuela, de nuestro Gobierno para ayudar a Colombia a construir la paz”.
El mandatario venezolano aseguró además que “la paz es urgente en Colombia”. “La paz en Colombia es la paz en Venezuela, la paz en Suramérica, todo el apoyo a estas negociaciones de paz, nuevamente todo el apoyo”, señaló
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Ahora, las delegaciones tendrán conversaciones hasta el 4 de septiembre en Caracas.
“Nosotros queremos proponerle a la otra delegación que avancemos para que este ciclo sea el ciclo de la gente, la gente que vive en los territorios más afectados por el abandono y la violencia”, dijo Otty Patiño, representante del Gobierno colombiano en la mesa de paz.
“Si me preguntaran un resultado de este ciclo cuál es, (respondería) que los instrumentos que ha creado la mesa, que es la participación (de la población) y el cese (al fuego), de verdad les lleven un alivio humanitario a las poblaciones y ciudades que más sufren”, señaló por su parte Pablo Beltrán, líder de la delegación del ELN.
“Hay que mirar cómo en concreto se lleva alivio a las ciudades y regiones que hoy están sufriendo más el conflicto”, agregó.
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, , aseguró que los alivios a las zonas afectadas son “un objetivo inaplazable”.
“Visión común de paz”
El ELN se convirtió en la organización izquierdista alzada en armas más longeva de América luego del desarme de la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), en 2017.
Petro, que cumple un año en el poder, retomó las negociaciones de paz con esta guerrilla guevarista en noviembre de 2022, después de que fueran suspendidas por su antecesor, Iván Duque (2018-2022), tras un atentado que dejó una veintena de policías muertos en una escuela de adiestramiento.
“La consigna que nosotros no nos cansamos de repetir es que construyamos una visión común de paz”, insistió Beltrán.
El exguerrillero de la nacionalista y urbana M-19, la misma organización rebelde a la que perteneció Petro en su juventud y que acordó la paz en 1990, Patiño propuso “hacer planes concretos donde participen los jefe de los frentes de guerra del ELN y las comunidades de esos territorios” junto a las autoridades ciciles y militares para “empujar en este ciclo que paz (...) de lo temporal a lo definitivo”.
Petro también dialoga disidentes de las FARC que no dejaron las armas o las retomaron, responsables de recientes ataques que mataron a cuatro policías en el Cauca, suroeste de Colombia. Igualmente, negocia con grupos paramilitares y pandillas.
“Aspiramos a que con la buena voluntad de cumplir y el acompañamiento de los mecanismos de verificación, los incidentes se puedan prever y los que ocurran se puedan resolver y llegar a febrero con un cese que le cumpla a Colombia, es un compromiso y un reto”, señaló Beltrán.
*Con información de AFP