Mara Wilson, la protagonista de ‘Matilda’, reveló que fue sexualizada cuando era niña

Mara Wilson, actriz reconocida por su participación en la película Matilda, publicó el martes 23 de febrero una columna en el New York Times en la que habla de la forma como la industria del entretenimiento sexualiza a las jóvenes actrices.

El escrito, titulado Las mentiras que Hollywood cuenta sobre las niñas pequeñas, explica cómo fue su paso por la actuación desde que tenía ocho años. Cuenta que su octavo cumpleaños tuvo que celebrarlo en el set de Matilda, los nueve en el rodaje de Un simple deseo y los 13, aunque le habían prometido que tendría el día libre, pasó atendiendo las preguntas de periodistas por el estreno de la película Thomas y sus amigos.

Tras ese día de entrevistas, mencionó que explicarle a uno de los periodistas que se sentía triste fue uno de los errores más grandes que pudo cometer. Al día siguiente, en la sección de entretenimiento de un periódico canadiense se escribió que Mara Wilson era una “mocosa mimada” que se había quejado de su trabajo antes de empezar las preguntas.

La nota describe los oscuros caminos que las estrellas infantiles como Wilson solían recorrer, haciendo referencia a esa idea de que toda persona que haya acrecido en el ojo público tendrá un trágico final.

Sin embargo, la intérprete relata que sus padres se encargaron de entrenarla para que su vida pasara como la de cualquier niño de su edad.

Fue así como la actriz asistió a la escuela pública, compartía la habitación con su hermana menor y era niña exploradora. Además, dice, el dinero que ganó actuando no lo tocó nadie hasta que ella cumplió 18 años.

Gracias al apoyo que siempre recibió por parte de sus padres, Wilson considera que estaba rodeada del amor y la protección de su familia sin importar las circunstancias. Sin embargo, recuerda que la presión mediática es un factor que influye mucho en la vida personal de los artistas, y en esa misma línea habla de cómo esto fue un detonante en la vida de la cantante Britney Spears.

Según el artículo, ella le respondió al periodista que odiaba a Britney Spears; según el medio, una niña de 12 años debía tener un aspecto inocente y bajo la misma línea manifiesta: “Britney Spears y yo aprendimos la misma lección al crecer: cuando eres joven y famoso, no existe el control”.

La actriz ratifica que ella no odiaba a Britney, pero admite que no habría dicho que le gustaba, pues en ese momento tenía una fuerte tensión frente al hecho de ser como las otras chicas, sobre todo porque había una ‘narrativa’, como ella lo llama, alrededor de la cantante.

No obstante, más adelante menciona que ahora le parece ridículo y reconoce que parte de su respuesta se debió a los celos, porque “ella era genial y hermosa, de una manera en la que yo nunca sería”, afirma Wilson.

Asegura que en su momento la forma en la que se hablaba de la cantante la aterrorizaba y que hoy en día le sigue pareciendo, y explica que la historia de Britney es el ejemplo claro de un fenómeno del que fue testigo durante años: “Nuestra cultura construye a estas chicas solo para destruirlas”.

No obstante, aunque Wilson se mantuviera alejada de papeles que la involucraran de una forma “sexual”, de la prensa seguía recibiendo preguntas que conducían a dichos temas.

Desde sus seis años la actriz ha recibido preguntas como “¿tienes novio?”, “¿qué actor te parece más sexy”, entre otras. Cuando se está en una industria tan grande, la fanaticada también es equivalente, y Wilson manifestó que le parecía lindo cuando niños de 10 años le enviaban cartas diciéndole que estaban enamorados de ella, pero rápidamente el sentimiento cambiaba cuando eran personas de 50.

Cuenta cómo sus fotos aparecieron en páginas de pornografía como una especie de fetichismo. Asegura que, aunque Hollywood ha tomado cartas en el asunto sobre el acoso sexual, ella nunca sufrió un caso de estos en filmaciones, pero subraya que el acoso que padeció siempre vino de mano de la prensa.