PERÚ

Martín Vizcarra: ¿otro presidente peruano en problemas?

El juicio político para destituir a Martín Vizcarra, presidente de Perú, acusado de corrupción por unos contratos oficiales con un amigo suyo, marca un nuevo capítulo de los mandatarios en problemas en ese país.

19 de septiembre de 2020
Martín Vizcarra habla con soldados y doctores durante una campaña de test de coronavirus y entrega de ayudas.
Martín Vizcarra denuncia que el presidente del Congreso, Manuel Merino, está detrás del juicio político por contratos con el cantante Richard Swing. | Foto: AP

Los días de inestabilidad política en Perú no terminan. La semana pasada el Congreso aprobó una moción para hacerle un juicio político al presidente Martín Vizcarra por “incapacidad moral” en un asunto de contratación ilegal con Richard Cisneros, quien en el mundo del espectáculo se llama Richard Swing. Y el viernes, el Congreso se reunió para decidir sobre su permanencia en el cargo. El caso, de ribetes pintorescos por el personaje involucrado, se suma a la seguidilla de mandatarios peruanos envueltos en problemas de diversa índole, algunos con consecuencias trágicas.

El organizador de eventos Richard Cisneros llega al Congreso para entregar documentos para una investigación que involucra su contratación en el Ministerio de Cultura en Lima, Perú, el viernes 11 de septiembre de 2020. (AP Foto/Rodrigo Abd)
El organizador de eventos Richard Cisneros llega al Congreso para entregar documentos para una investigación que involucra su contratación en el Ministerio de Cultura en Lima, Perú, el viernes 11 de septiembre de 2020. (AP Foto/Rodrigo Abd) | Foto: AP

Swing, un artista poco conocido y para muchos de talento cuestionable, ha firmado contratos con el Ministerio de Cultura que suman 50.000 dólares por charlas y consultorías. Esto levantó sospechas en sectores políticos que acusan a Vizcarra de beneficiar a un amigo. Por su parte, el presidente hasta el momento había negado una relación cercana con Swing.

No obstante, los audios revelados la semana pasada muestran otra cosa. En ellos, su secretaria Karem Roca y exasistente Mirian Morales hablan de su amistad y las visitas que hacía el cantante a la sede del Ejecutivo. El más grave muestra una conversación entre ellas y el mandatario en la que se ponen de acuerdo para dar una misma versión frente a las pesquisas judiciales y parlamentarias que se adelantan por los contratos. Las grabaciones fueron reveladas por el parlamentario Édgar Alarcón, quien apoya la destitución.

Muchos afirman que las evidencias del caso Richard Swing no alcanzan para recurrir a una medida de esta magnitud. De igual manera, alegan que sería preferible que el presidente termine los diez meses que le quedan y luego la Justicia se encargue del caso. Miembros del gabinete también han cerrado filas alrededor de Vizcarra.

Martín Vizcarra y otros sectores políticos señalan que el intento de destitución es solo un complot de algunos miembros del Congreso.

Pero así como hay evidencias que incriminan al entorno de Vizcarra en actos por lo menos cuestionables, otras incidencias mostraron varios puntos débiles de la oposición, como contactos con los altos mandos militares y con miembros del gabinete, que sugerían un complot político. El presidente del Congreso, Manuel Merino, quien asumiría el cargo, aparece detrás de todas esas movidas.

Como consecuencia, Jorge Aragón, profesor de ciencia política de la Pontificia Universidad Católica del Perú, afirmaba el jueves a SEMANA que “la vacancia se ha desinflado”. Algunos parlamentarios que al principio apoyaron el proceso han tomado distancia y otras bancadas comenzaron a rechazarlo tajantemente.

Todo este complicado entramado de acusaciones e intereses profundiza la crisis política e institucional que vive Perú desde hace años. Martín Vizcarra llegó al poder en 2018 después de que Pedro Pablo Kuczynski dimitió ante la amenaza de ser destituido por el escándalo de corrupción de Odebrecht. Vizcarra en ese entonces era su vicepresidente.

Por otro lado, el año pasado, el actual mandatario disolvió el Congreso ante un choque de trenes del Ejecutivo y el Legislativo que tenía prácticamente paralizado el funcionamiento del Gobierno. Eso quiere decir que este es el segundo Congreso con el que tiene problemas el presidente. Además, hay una lista de expresidentes investigados, prófugos e incluso que se han suicidado ante su inminente captura por líos de corrupción.

Al cierre de esta edición, el Congreso de la República debatía el destino de Vizcarra. Para Aragón, si la destitución saliera adelante –aunque lo duda–, lo que “más preocupa es el precedente”. La vacancia presidencial se puede convertir en un arma política al servicio de los círculos poderosos del momento. Asimismo, en una situación de crisis sanitaria y económica, buscar un cambio de gobierno a solo diez meses del fin de mandato es echarle leña al fuego. Y añadir un caso a la curiosa serie de presidentes en desgracia, que contrasta con el buen desempeño económico de los años anteriores a la pandemia.