Más condenas en Irán: 40 años de prisión y 74 latigazos a un ciudadano belga acusado de espiar para EE. UU.

Pese al llamado internacional que han hecho diferentes mandatarios, rechazando las ejecuciones y condenas por parte de Irán, las autoridades de ese país han condenado a 40 años de prisión a un trabajador humanitario belga tras ser hallado culpable de varios cargos, entre ellos espiar para el Gobierno de Estados Unidos.

Contra él pesaban, además, cargos de blanqueo de capitales y contrabando de divisas. Olivier Vandecasteele, de 41 años, fue arrestado el 24 de febrero de 2021 y fue posteriormente acusado por Teherán de espionaje después de más de seis años trabajando en Irán para ONG extranjeras, según informaciones del diario Le Soir.

Vandecasteele fue condenado a múltiples penas que suman más de 40 años de presidio, pero solo cumplirá 12,5 años de prisión en firme, informó la agencia del poder judicial Mizan Online. El veredicto “es preliminar” y puede ser apelado en un plazo de 20 días, precisó la agencia judicial.

La ministra de Exteriores belga, Hadja Lahbib, reconoció que a su Gobierno no le consta ninguna “información oficial” sobre los cargos contra el acusado, por lo que ha anunciado que convocará al embajador de Irán en Bélgica para esclarecer “la información publicada en medios”.

No obstante, insistió en que las autoridades belgas siguen considerando que se trata de una detención “arbitraria” y ha prometido que harán “todo lo posible” para ponerle fin y mejorar las condiciones en que se encuentra Vandecasteele.

A mediados de diciembre, la familia de Vandecasteele había anunciado que fue condenado a 28 años de cárcel, pero esta información no fue confirmada por Irán. Unos días más tarde, Bélgica llamó a sus ciudadanos que en Irán a dejar el país en lo más rápidamente posible debido a los crecientes riesgos de “detención arbitraria”.

En julio, el Parlamento belga adoptó un controvertido acuerdo con Irán para el intercambio de condenados, que podría permitir el retorno de Vandecasteele. Sin embargo, a principios de diciembre, la Corte Constitucional suspendió su implementación tras numerosos recursos presentados por opositores iraníes exiliados.

El fallo judicial señala que el intercambio violaba los derechos de las víctimas de Assadi, quien había sido condenado a veinte años de cárcel por preparar junto a Irán un atentado contra un grupo de opositores que tenían previsto reunirse en junio de 2018 en una ciudad francesa próxima a París.

La Justicia iraní también condenó a cinco años de cárcel a la hija del expresidente Alí Akbar Hashemi Rafsanyani, detenida por su supuesta implicación en las protestas desatadas tras la muerte bajo custodia de la joven kurda Mahsa Amini.

Faezé Hashemi fue detenida en septiembre, acusada de “incitar los disturbios” días después del arranque de las movilizaciones por la muerte de Amini, que había sido detenida por llevar mal el velo e incumplir, por tanto, el código de vestimenta islámica.

La acusada, antigua abogada y periodista, tiene también “otros casos” pendientes en los tribunales, según ha explicado su abogada a la agencia de noticias semioficial Mehr. Hashemi ya había sido detenida en otras ocasiones por su activismo, recuerda la agencia Bloomberg.

Irán condena a otras tres personas a muerte, mientras que el futbolista Amir Nasr-Azadani fue enviado a prisión

Las condenas a muerte en Irán siguen causando indignación y no se detienen. Las más recientes ejecuciones se dieron al finalizar la semana anterior y tuvo que ver con la ejecución en la horca de dos hombres declarados culpables de haber matado a un paramilitar durante las manifestaciones desencadenadas por la muerte de Mahsa Amini.

“Después de pasar por todos los procedimientos legales y confirmar el veredicto judicial en la Corte Suprema, dos de los principales autores del crimen que llevó al martirio injustificado de Seyed Ruhollah Ajamian fueron ahorcados”, indicó Mizan Online, la agencia de información del poder judicial a través de su cuenta de Twitter.

Incluso, el papa Francisco se pronunció al respecto e instó a poner fin a la pena capital en el mundo, también en Irán.

“La pena de muerte no puede ser empleada como una supuesta justicia de Estado, ya que no constituye un medio de disuasión ni rinde justicia a las víctimas. Solo alimenta la sed de venganza”, afirmó el sumo pontífice.

Hace algunas horas, la justicia iraní condenó a otras tres personas a muerte por su participación en las protestas por la muerte de la joven Mahsa Amini mientras estaba detenida por supuestamente haber infringido el código de vestimenta femenina que rige en la República Islámica.

La agencia informativa del poder judicial en Irán, Mizan Online fue la encargada de dar la noticia en la que informa que Saleh Mirhashemi, Majid Kazemi y Saeed Yaghoubi fueron acusados de estar implicados en la muerte de tres miembros de las fuerzas de seguridad durante las manifestaciones. Fueron declarados culpables de “moharabeh” (guerra contra Dios), precisó Mizan Online.

En el mismo proceso, otras dos personas fueron condenadas a penas de cárcel por la muerte de tres miembros de las fuerzas de seguridad en la provincia de Isfahán (centro) el 16 de noviembre de 2022, entre ellas se encuentra el futbolista Amir Nasr-Azadani, de 26 años, que juega en un equipo local.

Con los anuncios recientes, son ya 17 las personas condenadas a la pena capital en relación con las protestas, según un recuento establecido por AFP a partir de los anuncios oficiales.

Cuatro han sido ejecutadas y a dos, el Tribunal Supremo les confirmó la pena. El resto está a la espera de un nuevo juicio o pueden recurrir.

El guía supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, señaló el lunes que había “sin duda, problemas económicos” en el país. “Pero ¿pueden estos problemas ser resueltos quemando papeleras o provocando disturbios en la calle?”, dijo y agregó, “sin duda, estas acciones son traición, y las instituciones responsables tratan la traición con seriedad y de forma justa”, así fueron las declaraciones citadas en su página web.

Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores francés consideró que estas condenas a muerte y las ejecuciones, que “se suman a otras muchas violaciones graves e inaceptables de los derechos y libertades fundamentales cometidas por las autoridades iraníes”, no pueden ser una respuesta a “las aspiraciones legítimas de libertad del pueblo iraní”.

“Amnistía Internacional condena la decisión del Tribunal Supremo de confirmar la pena de muerte de Mohammad Boroughani”, de esta manera, Amnistía Internacional rechazó la ejecución de uno de los condenados por el Gobierno iraní.

Por otro lado, Alemania convocó al embajador de Irán en Berlín este lunes en protesta por la represión lanzada por Teherán y las ejecuciones relacionadas con la ola de manifestaciones, informó la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock.

Baerbock indicó que el emisario iraní fue citado a su ministerio para “dejar inequívocamente claro que la brutal represión, la opresión y el miedo contra su propia población, así como las últimas dos ejecuciones no van a quedar sin consecuencias”.

Con información de AFP y Europa Press*