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Más de 17 millones de espectadores sintonizaron la entrevista de Oprah a Meghan Markle y el príncipe Harry
La primera hora de la entrevista tuvo 16,96 millones de espectadores, mientras que en la segunda hora el número ascendió a 17,1 millones.
Como un “éxito total” fue catalogada la entrevista que llevó a cabo Oprah Winfrey con el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle.
El especial de Oprah tuvo en promedio 17,1 millones de espectadores que se conectaron para escuchar los relatos de abusos, maltrato y racismo que recibió Markle por parte de la familia real.
Generalmente, la cadena CBS (medio por el cual fue transmitida la entrevista), tiene 7 millones de espectadores un domingo a las ocho de la noche, por lo que la entrevista de Oprah aumentó ese número en 10 millones más.
La entrevista tuvo una duración de dos horas, en la primera solo participó Meghan Markle, mientras que en la segunda ya se unió el príncipe Harry. La primera hora de la entrevista tuvo una audiencia promedio de 16,96 millones, cifra que ascendió hasta los 17,3 millones en la segunda hora.
Es de mencionar que las mediciones de esta audiencia no incluyen las visualizaciones en diferido ni tampoco todos los clips y apartados de la entrevista que son reproducidos en varios medios de comunicación.
Fue tal el rating y el éxito de la entrevista de Oprah que otras cadenas vieron disminuidas sus audiencias mientras Harry y Meghan contaban sus vivencias y problemas con la realeza británica. La audiencia de ABC bajó un 21 % y la de NBC cayó un 75 %.
El puntaje de Oprah empató la poderosa entrevista de Diane Sawyer con Caitlyn Jenner de 2017.
Reacciones a la entrevista
“Siento de verdad pesar por Harry”, dijo Samantha, la media hermana de Meghan Markle, en entrevistas posteriores a la realizada por Oprah Winfrey. La reacción ante las desgarradoras revelaciones de la vida de la exactriz en la realeza le suman aún más escándalo al tsunami creado por la entrevista de la pareja.
Meghan recibió apoyo de muchas personas, incluida la Casa Blanca, que la elogiaron por hablar públicamente de problemas tan duros como los pensamientos suicidas y la salud mental, pero de su hermana solo recibió veneno.
“Siento que sufre de un desorden de personalidad narcisista. No quiero diagnosticarla. Ella tiene que ir a un psiquiatra por su cuenta”, aseguró Samantha. Para ella, Meghan tiene problemas psicológicos y el príncipe Harry solo está deslumbrado por sus encantos y sufre de un “síndrome de Estocolmo”. Agrega que Meghan, por interés, lo “alejó de su familia, sus amigos y la vida que él conocía”.
Sobre el príncipe, Samantha dice que le recuerda a “esas personas que duran mucho tiempo secuestradas y comienzan a sentir simpatía por sus captores”.
La hermana de Meghan analizó de manera extensa la entrevista y aseguró que muchas de las cosas que dijo ella eran mentira. Por ejemplo, que no le gustaba la realeza ni se veía cercana a ese mundo, cuando la verdad es que ella siempre fue de esas niñas obnubiladas con la idea de ser princesa que además atesora sus fotos al frente del palacio de Buckingham.
“Ella idealizaba a Diana. Y quería ser como ella. Le fascinaba ver y tratar de imitar como hablaba y cómo se vestía... Ahora que no diga que no tenía ni idea quién era Harry”.
Una bomba para la realeza
La entrevista concedida en la televisión estadounidense por Meghan Markle y su marido, el príncipe Enrique, nieto de Isabel II, cayó como una bomba en el Reino Unido por sus duras acusaciones a la monarquía, subrayaban el lunes los medios británicos.
“Fuera lo que fuera lo que la familia real esperaba de esta entrevista, esto fue peor”, afirmaba el diario conservador The Times.
“Meghan tuvo tendencias suicidas. Estaba preocupada por su bienestar psicológico. Lloró en un acto oficial. Y la familia real no ayudó”, continúa el periódico, afirmando que se trata de “acusaciones perjudiciales” para la institución monárquica. En esta entrevista concedida a la estrella de la televisión estadounidense Oprah Winfrey, difundida el domingo en ese país antes de su emisión el lunes por la noche en el Reino Unido, “dieron la imagen de una pareja vulnerable, que se sentía atrapada en su papel y que se sentía desprotegida por la institución”, agregaba.
En opinión del también conservador Daily Telegraph la familia real necesita un “chaleco antibalas” ante una entrevista que contenía “suficientes proyectiles para hundir a una flotilla”. “Y posiblemente, como algunos temen, para infligir el mismo daño a la monarquía británica”. “Es justo decir que esta entrevista de dos horas sin concesiones es el peor escenario para quienes la pareja no dejó de referirse como ‘la empresa’ (The Firm)”, añade el rotativo, aludiendo a las reflexiones racistas que Meghan y Enrique denunciaron haber sufrido por parte de una persona no identificada de palacio antes del nacimiento de su primer hijo, Archie.