El propietario de una finca en Brasil arrendó los terrenos en que los búfalos pastaban para reemplazarlos por plantaciones de soja. | Foto: PIXABAY

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Más de 600 búfalos quedaron a la deriva: reemplazaron sus pastizales por campos de soja en Brasil

Varias ONG han denunciado el caso, considerado como uno de los más graves de maltrato animal en el país.

1 de diciembre de 2021

El imponente búfalo es una de las especies más admiradas en el mundo. Una apariencia robusta -que no es ajena a su impresionante fuerza-, además de cuernos largos y curvos, son sus atributos más notorios. Este mamífero, perteneciente a la familia de los bóvidos, continúa en estado salvaje y también ha sido domesticado en algunas regiones.

Un delicado caso de maltrato animal fue conocido en Brasil. Según reveló el diario El País, más de 600 búfalos sufren un calvario por cuenta del abandono del que fueron víctimas. Al parecer, el dueño de la finca donde los animales pastaban arrendó los terrenos para dar paso a plantaciones de soja, dejándolos sin alimento.

De acuerdo con la denuncia reseñada por El País, gracias a una denuncia anónima, la Policía Civil Brasileña detuvo el 11 de noviembre a Luiz Augusto Pinheiro de Souza, propietario de la finca, bajo los cargos de abuso y maltrato animal. Más de 667 búfalos habrían sido afectados por los malos tratos Pinheiro, además, al menos 22 ejemplares murieron por falta de alimento y agua.

El panorama era aterrador. Los búfalos estaban en condiciones extremas de desnutrición. Machos, hembras y crías vagaban a la deriva en búsqueda de alimento y agua, prácticamente, en un escenario más retador que en la vida salvaje. Según el medio citado, activistas y veterinarios ya han llegado a la granja para reanimar a los animales y atender los casos más graves.

Los pastizales fueron reemplazados por campos de soja

De acuerdo con la demanda, Luiz Augusto Pinheiro de Souza arrendó los terrenos en que los animales solían alimentarse para dar paso a plantaciones de soja, desplazando a los más de 600 búfalos y eliminando su fuente de alimento dentro de la granja.

“A pesar de que existe una zona abundante en pastos, que podría salvar la vida de los animales, el propietario de la hacienda ha tenido a bien arrendarla, por lo que actualmente está vallada, siendo preparada para la plantación de soja, mientras que, justo al lado, cientos de animales sufren, confinados sin acceso a la comida”, dice el documento citado por El País.

Al tratarse de una población numerosa de búfalos, conseguir comida se hizo más complicado, desatando un panorama abrumador para la manada. De acuerdo con el informe policial, la escena era de “absoluto terror”. A raíz de los ejemplares muertos y el penetrante olor a carroña, una gran cantidad de buitres rodeaba el lugar para reclamar a los caídos y esperar que otros padecieran el mismo destino.

Allá donde se pasaba la vista, se veían búfalos muertos, o tendidos en agonía, esperando con sufrimiento, sin ningún acompañamiento profesional o de otro tipo, la dolorosa llegada de la muerte”, añade el informe.

El informe citado por el diario internacional concluyó que, en total, al menos mil búfalos estaban en poder de Pinheiro de Souza, quien recibió una multa por 2.067 millones de reales por malos tratos. Aunque el hombre fue detenido inicialmente, quedó en libertad tras pagar la fianza.

Cien búfalos habrían sido enterrados en una zanja

Según cita El País, uno de los empleados afirmó que por lo menos cien ejemplares fueron enterrados en una zanja por orden de Pinheiro de Souza. Según explicó al tribunal, desde hace unos tres meses comenzó a darse cuenta de que algunos búfalos estaban muriendo por falta de comida y agua. “Lo que poníamos era insuficiente para la demanda de los animales. Nos resultaba difícil hacer frente a la demanda de tratamiento de estos búfalos”, declaró el sujeto.

Cuando las muertes de los búfalos se hicieron más frecuentes, Pinheiro de Souza habría ordenado enterrar unos cien cadáveres en un agujero cercano a la carretera que va de Brotas a Ribeirão Bonito.

Luego de que el caso fuera atendido por las autoridades brasileñas, la ONG Amor e Respeito Animal (ARA) acudió al lugar para brindar atención a los más de 600 búfalos en estado de desnutrición que todavía deambulan por los terrenos de Pinheiro de Souza. De acuerdo con el artículo de El País, ARA levantó un hospital de campaña para reanimar a los ejemplares, al mismo tiempo que recibe donaciones provenientes de la comunidad.

Sin embargo, Pinheiro Souza instó a los profesionales de la ONG para que abandonaran su finca, por lo que también les hizo desmantelar el hospital de campaña, bajo el argumento de que “se encargaría de los búfalos”. Posteriormente, se conoció que otro ejemplar murió, lo que motivó a las autoridades para conceder el derecho a la ONG de atender nuevamente a los animales.