Estados Unidos
Matanza en Buffalo: Biden denuncia el “veneno” esparcido por el supremacista blanco
El presidente estadounidense instó a rechazar las teorías de conspiración que inspiraron el ataque.
Joe Biden denunció con dureza el martes el “veneno” del supremacismo blanco y a quienes contribuyen a propagarlo, tras homenajear a las víctimas de la matanza racista que dejó el sábado diez víctimas mortales en la ciudad de Buffalo.
En esta ciudad del estado de Nueva York, el joven Payton Gendron, un seguidor de 18 años de las teorías conspirativas, perpetró una matanza con un fusil de asalto. “Terrorismo”, lo definió Biden.
“Insto a todos los estadounidenses a que rechacen esta mentira y condeno a todos los que la propagan para ganar poder, votos y dinero”, dijo Biden en referencia a dichas teorías como la denominada “gran remplazo” que pretende que los inmigrantes, alentados por las élites políticas, van a remplazar poco a poco a la población blanca.
“Desde siempre”
Un poco más tarde, en una recepción a la Casa Blanca, el demócrata de 79 años agregó: “Hay gente en la televisión que habla de la teoría del ‘gran remplazo’, que mete el miedo en la gente”.
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Aunque no mencionó nombres, desde el sábado está en la mente de mucha gente el de Tucker Carlson, la estrella de la cadena Fox News y figura de la extrema derecha.
La vicepresidenta Kamala Harris declaró en el mismo acto que “el racismo es una realidad en Estados Unidos. Desde siempre”.
“Hemos tenido personas en nuestro país en posiciones de poder que se han ensañado con chivos expiatorios (...), que han propagado este tipo de odio”, dijo la vicepresidenta de origen asiático y afroestadounidense. Estados Unidos ha vivido en los últimos años diversas matanzas contra afroestadounidenses, latinoamericanos y judíos.
Fresas y torta de cumpleaños
En Buffalo, Biden trató de reconfortar a las familias de las víctimas de la matanza del sábado: “Llegará el momento” en que el recuerdo de aquellos que ya no están “dibujará una sonrisa en los labios antes de que aparezcan las lágrimas”, dijo el presidente, cuya vida está salpicada de dramas familiares.
Tras mencionar a cada una de las víctimas del tiroteo, recordó sus pequeñas historias: una murió cuando “compraba fresas para hacer su repostería preferida”, otra estaba buscando comida para una “velada de cine en familia”, un papá murió cuando estaba comprando una “torta de cumpleaños” para su hijito.
Vidas marcadas por la solidaridad familiar y la voluntad de rendir servicio a la comunidad, como la de una anciana que cada día iba a atender a su marido en una residencia de ancianos, o el guardia de seguridad que perdió su vida tratando de detener al asesino.
Poco antes, el presidente y su esposa Jill Biden se detuvieron un momento ante el memorial improvisado en el lugar de la matanza. La pareja presidencial depositó un ramo de flores blancas. Joe Biden, católico ferviente, se santiguó.
El presidente instó de nuevo a regular las armas de fuego: “Hay cosas que podemos hacer. Podemos prohibir las armas de asalto en nuestras calles”, dijo.
Pero el presidente siempre se ha topado con la oposición republicana contraria a cualquier regulación.
200 tiroteos de masas
Una de las matanzas más graves fue la cometida el sábado por este joven blanco que se declaró “fascista”, “racista”, “antisemita” en un manifiesto de 180 páginas.
Biden recordó que decidió lanzarse a la carrera por la Casa Blanca porque le resultó insoportable ver a la extrema derecha manifestarse en agosto de 2017 en Charlottesville (Virginia, sur).
Pero desde su elección solo ha podido constatar que el país está corroído por el odio racial y ensangrentado por las armas de fuego.
Limitado por su ajustada mayoría parlamentaria, enfrentado a los estados conservadores dotados de prerrogativas amplias, acorralado por un Tribunal Supremo sesgado a la derecha, ha tenido que contentarse con actuar con decretos sobre el control de las armas de fuego.
Con información de la AFP.