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Merkel 15 años como canciller de Alemania: ¿cuál es el secreto detrás de la mujer más poderosa del mundo?

Merkel se ha destacado por mantener un elevado índice de popularidad entre los alemanes y en varios países europeos.

23 de noviembre de 2020
ÁNGELA MERKEL
ÁNGELA MERKEL | Foto: AFP

Angela Merkel cumplió 15 años al frente de la Cancillería de Alemania, y los diferentes sectores se han preguntado: ¿cuál es el secreto para que una mujer haya permanecido por tantos años en el cargo político más importante de ese país?

Así mismo, la exitosa gestión de la pandemia de covid-19 le permitió recuperar su “inoxidable popularidad” y volver a ocupar el centro del escenario político, después de que el año pasado muchos hablaran de un supuesto ocaso por el que estaría atravesando su carrera política.

Pero el 2019 parece haber quedado ya muy lejos para la dirigente alemana, que está al frente de una gran coalición que daba muestras de agotamiento y se vio sobrepasada por la movilización de los jóvenes en contra del cambio climático.

Además, como símbolo del crepúsculo de su régimen, Merkel, de 66 años, se vio afectada por unos incontrolables temblores durante unas ceremonias oficiales, que hicieron surgir los interrogantes sobre la capacidad de esta “infatigable” canciller para concluir su cuarto y último mandato antes de su retirada política en septiembre de 2021.

Sin embargo, la pandemia del coronavirus catapultó su popularidad y la convirtió en la envidia de todos los dirigentes europeos. Más de siete alemanes de cada diez se declaran satisfechos con su gestión de la epidemia.

Merkel, quien es científica de formación, ha realizado una gestión sin fallas del covid-19 y ha sabido comunicar con pedagogía, privilegiando las demostraciones racionales, para hacer frente al “mayor desafío” que, según ella, ha vivido Alemania desde el fin de la II Guerra Mundial.

¿Podría seguir en el poder?

Su popularidad es tan marcada que Alemania ya empieza a oír voces que reclaman un quinto mandato, pero la canciller lo descarta por ahora. En septiembre próximo, cuando llegue su retirada política, la primera mujer en dirigir Alemania habrá igualado el récord de longevidad en la cancillería –16 años– de su mentor, Helmut Kohl.

Cabe señalar, que el confinamiento por el coronavirus le ha recordado a Merkel su vida en la ex-República Democrática de Alemania y que constituyó, según ella, “una de las decisiones más difíciles” que haya tomado en 15 años de gobierno. Alemania ha registrado menos casos y menos muertes que sus vecinos europeos, pese a la virulenta segunda ola de este otoño y a unas negociaciones a menudo difíciles con las regiones.

El virus y sus consecuencias económicas y sociales dramáticas también le han permitido a “Mutti”, como la llaman cariñosamente muchos alemanes, adaptarse a la crisis cambiando de paradigma.

Para las personas que la conocen bien es una defensora de la austeridad europea tras la crisis financiera de 2008, pese a la asfixia de Grecia, propulsó esta primavera boreal el aumento del gasto y la mutualización de la deuda, lo único, según ella, que puede salvar el proyecto europeo.

En la catástrofe nuclear de Fukushima en 2011, en Japón, ese hecho la convenció rápidamente para iniciar el abandono progresivo de Alemania de la energía nuclear.

Se dice en los pasillos de la Cancillería alemana que su apuesta política más osada la realizó en el otoño de 2015 cuando decidió abrir las puertas de su país a centenares de miles de solicitantes de asilo sirios e iraquíes.

Esta doctora de química que sigue llevando el nombre de su primer marido y no tiene hijos, había cultivado una imagen de mujer prudente e incluso fría, sin asperezas, que adora las papas, la ópera y el senderismo.

Finalmente, tras el terremoto Donald Trump y el brexit, Merkel, que siempre ha asumido su decisión sobre los refugiados, ha sido entronizada por la prensa y muchos políticos como la “líder del mundo libre” ante el ascenso de los populismos.