MUNDO
Miles protestan contra Putin en Moscú
Por lo menos 20.000 personas se manifestaron el domingo en Moscú en protesta contra la venidera toma de posesión del presidente electo Vladimir Putin, entre gritos de "¡basta de mentiras!".
Las fuerzas antidisturbios de Moscú detuvieron a decenas de opositores que iniciaron una sentada de protesta para exigir que se les dé una hora en directo en las televisiones estatales de Rusia.
Minutos después, los agentes de la policía detuvieron a los principales representantes de la oposición no parlamentaria rusa que estaban liderando la sentada, entre ellos el dirigente del Frente de Izquierdas, Serguéi Udaltsov; el liberal Borís Nemtsov, y el bloguero Alexéi Navalni.
Con la plaza Bolótnaya a rebosar de gente, la policía impidió que una gran columna de opositores pudiera unirse a los manifestantes de la plaza.
Como protesta ante el cordón policial, los manifestantes que llegaron a Bolótnaya para protestar contra la investidura, mañana, lunes, del presidente electo de Rusia, Vladímir Putin, iniciaron una sentada y exigieron ser entrevistados en directo por los canales de televisión estatales.
La asistencia pareció menor que en las protestas de los meses anteriores, algunas de las cuales atrajeron a unas 100.000 personas. Esas manifestaciones estaban motivadas por la ira que causaron los fraudes electorales en los comicios parlamentarios y los pedidos de derrotar a Putin en los comicios de marzo.
Empero, Putin ganó las elecciones y volverá al Kremlin en el mismo cargo que ocupó del 2000 al 2008. Ello puso en duda la capacidad de la oposición para vencer a un líder que la considera crédula y manipulada por Occidente, y que no tendrá que hacer campaña electoral en los próximos seis años.
Algunos de los manifestantes admitieron que el triunfo de Putin y su toma de posesión el lunes han sido un golpe contra la moral.
"Es verdad que algunos han sido decepcionados", dijo Yuri Baranov, un técnico de tecnología de la información. Empero, "lo más importante es que la gente ha despertado".
Otros admiten que hay dudas de que las protestas puedan generar cambios a largo plazo.
"Me gustaría creer que serán escuchadas nuestras voces, pero no estoy completamente seguro", dijo Yelena Karpsova, de 47 años, quien acudió a la manifestación desde Tula, a unos 200 kilómetros (125 millas) al sur de Moscú.
La oposición debe parte de su falta de peso a estar integrada por una alianza inconexa de izquierdistas, liberales de orientación occidental, nacionalistas y otras facciones. Algunos manifestantes se mostraron impacientes ante la falta de claridad en sus objetivos.
"Cread un partido, o me largo a la dacha", anunciaba un cartel empuñado por uno de los manifestantes, en referencia a las villas estivales a las que acuden los moscovitas en el verano.
EFE y AP