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Millones de mujeres en jaque: así ha sido la crueldad y la represión de los talibanes
En los tiempos en que gobernaban el país, las mujeres no podían trabajar ni salir sin estar acompañadas por un hombre, y se prohibía a las jóvenes y niñas ir a la escuelas. A los ladrones se les cortaba las manos, los asesinos eran ejecutados públicamente y los homosexuales eran liquidados.
El regreso del régimen talibán a Afganistán es una pesadilla para millones de mujeres y pone en alerta al mundo entero. Muchos afganos, sobre todo en la capital, y las mujeres en particular, estaban acostumbradas a la libertad de la que han disfrutado durante los últimos 20 años y hoy temen este macabro paso atrás. Los talibanes impusieron una versión estricta del islam cuando gobernaron Afganistán de 1996 a 2001. La represión y la anulación de la mujer es el símbolo más triste de ese extremismo.
En esos tiempos, las mujeres no podían trabajar ni salir sin estar acompañadas por un hombre, y se prohibía a las jóvenes y a las niñas ir a la escuela. A los ladrones se les cortaban las manos, los asesinos eran ejecutados públicamente y los homosexuales eran liquidados. Aunque los talibanes tratan de mostrar hoy una imagen más moderada y han prometido que si vuelven al poder respetarían los derechos humanos, en especial los de las mujeres, es claro que eso no sucederá.
En las nuevas regiones conquistadas, los insurgentes ya han sido acusados de numerosas atrocidades: asesinatos de civiles, decapitaciones y secuestros de adolescentes para casarlas por la fuerza, entre otros.
Un informe de Amnistía Internacional, fechado al final del régimen en el año 2000, cuenta que “tradicionalmente, la vida de las mujeres afganas está controlada por los varones de la familia. Las nociones de honor y vergüenza, que sustentan las normas y prácticas culturales, hacen hincapié en la modestia y pureza femeninas. Durante las dos últimas décadas, pero especialmente entre 1992 y 1995, los guardias armados han utilizado estas normas como armas de guerra, perpetrando violaciones y agresiones sexuales contra mujeres como forma última de deshonrar a comunidades enteras y de reducir la capacidad de resistencia de la población frente a los avances militares”.
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Por eso miles de familias huyen hoy del país con la esperanza de darles un mejor futuro a sus hijas y esposas.
El conflicto en Afganistán es tan largo, como complejo. Estos son algunos datos clave para entenderlo:
Inicio de retirada de tropas
El 1 de mayo de 2021, Estados Unidos y la OTAN empiezan la retirada de los 9.500 soldados, entre ellos 2.500 estadounidenses, todavía presentes en Afganistán.
Se producen intensos combates entre los talibanes y las fuerzas gubernamentales en la región meridional de Helmand. En el norte los talibanes capturaron el distrito de Burka, en la provincia de Baghlan.
El día 8, un atentado contra una escuela para niñas mata a más de 50 personas en Kabul. Las autoridades culpan a los talibanes del ataque, el más mortífero en un año, pero ellos lo niegan.
A mediados de mayo, las fuerzas estadounidenses se retiran de la base aérea de Kandahar, una de las más importantes de Afganistán.
Avance de los talibanes
Los talibanes se apoderan de dos distritos de la provincia de Wardak, a unos 40 km de Kabul, antes de conquistar otros dos en la provincia clave de Ghazni.
El 19 de junio, ante el rápido avance de los insurgentes, el presidente afgano, Ashraf Ghani, nombra nuevos ministros de Interior y Defensa.
El día 22, los talibanes toman el puesto fronterizo de Shir Khan Bandar y controlan así la principal ruta de salida de Afganistán hacia Tayikistán.
Los insurgentes se apoderan también de las demás rutas hacia Tayikistán, así como de los distritos que conducen a Kunduz, la capital de la provincia del mismo nombre, a unos cincuenta kilómetros de la frontera tayika.
Los estadounidenses dejan Bagram
El 2 de julio, las tropas estadounidenses y de la OTAN devuelven al ejército afgano la base aérea de Bagram, centro neurálgico de las operaciones de la coalición, situada a 50 km al norte de Kabul.
Primera capital de provincia atacada
El día 7, los talibanes entran en Qala-i-Naw, la primera capital de provincia --Badghis (noroeste)-- atacada por los insurgentes.
El 8 de julio, Joe Biden declara que la retirada de las tropas estadounidenses estará “terminada para el 31 de agosto”.
El 9 de julio, los talibanes afirman haber tomado dos importantes pasos fronterizos con Irán y Turkmenistán en la provincia de Herat (oeste).
Según Moscú, los insurgentes controlan la mayoría de la parte fronteriza afgana con Tayikistán.
Aeropuerto protegido
El día 11, las autoridades afganas anuncian que el aeropuerto de Kabul está protegido de cohetes y misiles por un “sistema de defensa aérea”.
El día 13, después de Alemania, Francia pide a sus ciudadanos que abandonen Afganistán.
Al día siguiente, los talibanes toman un puesto fronterizo clave con Pakistán en el sur.
El día 22, los talibanes afirman controlar el 90% de las fronteras de Afganistán.
Grandes ciudades amenazadas
El 27 de julio, la OTAN aboga por una solución negociada del conflicto y la ONU teme un número “sin precedentes” de víctimas civiles.
El 2 de agosto, Ashraf Ghani achaca el deterioro de la situación militar a la “repentina” retirada de Estados Unidos, en un momento en que varias ciudades importantes están amenazadas directamente por los insurgentes.
Las embajadas estadounidense y británica en Kabul acusan a los talibanes de haber “masacrado a decenas de civiles” en el distrito meridional de Spin Boldak. La ONU dice que los combates en Lashkar Gah (sur) mataron a 40 civiles en 24 horas.
Al día siguiente, un atentado contra el ministro de Defensa, el general Bismillah Mohammadi, mata a ocho civiles en Kabul. Este ataque fue reivindicado por los talibanes que amenazan con otras acciones contra objetivos como respuesta a bombardeos aéreos del ejército.
Conquistas clave
El día 6 los talibanes conquistan su primera capital de provincia desde mayo, Zaranj (suroeste).
Los días siguientes, varias grandes ciudades del norte caen: Sheberghan, Kunduz, Sar-e-Pul, Taloqan, Aibak y Pul-e Khumri, Faizabad y Farah (oeste).
El 10, Joe Biden dice no lamentar su decisión de salir de Afganistán al considerar que los afganos “deben combatir ellos mismos”.
El 11, cientos de miembros de las fuerzas de seguridad se rinden ante los talibanes cerca de Kunduz.
El presidente Ashraf Ghani se desplaza a la ciudad asediada de Mazar-i-Sharif para intentar coordinar una respuesta.
Herat, Kandahar y Mazar-i-Sharif
El 12, los talibanes se apoderan de Ghazni, 150 km al suroeste de Kabul, luego de Herat, tercera mayor ciudad del país.
Estados Unidos y Reino Unido anuncian el envío de miles de soldados a Kabul para evacuar diplomáticos y conciudadanos. Otros países miembros de la OTAN hacen lo propio con el personal de sus embajadas.
El 13 los talibanes toman Pul-e-Alam, capital de la provincia de Logar, a solo 50 kilómetros al sur de Kabul, tras apoderarse de Lashkar Gah y Kandahar, segunda ciudad del país.
El 14, Ashraf Ghani promete removilizar al ejército contra los talibanes.
Pero, en las siguientes horas, los talibanes se apoderan de Mazar-i-Sharif (norte) y Jalalabad (este), última gran ciudad controlada por el Gobierno.
El 15, los talibanes llegan a las puertas de Kabul, a punto de retomar el poder. Sus combatientes recibieron órdenes de no entrar, al mismo tiempo que el Gobierno promete una transición pacífica de poder.
*Con información de AFP