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Una nueva teoría conspirativa: la maldición de la momia y el gran desfile de los faraones en Egipto
En un evento inédito, 22 momias de reyes y reinas del Antiguo Egipto fueron transportadas por las calles de El Cairo el sábado por la noche para llegar a su nuevo hogar: el Museo Nacional de la Civilización Egipcia. Sin embargo, muchas personas sin sustento alguno asociaron el evento con los trágicos sucesos ocurridos en el país en los últimos días.
El mundo entero fue espectador del reciente evento egipcio denominado El desfile dorado de los faraones. Se trató de un acontecimiento donde se observó el trayecto realizado por las tumbas de 18 reyes y cuatro reinas, antiguos gobernantes. El camino a su nuevo aposento de descanso estuvo acompañado de carrozas, presencia de artistas nacionales y muchos seguidores por redes sociales. Y no faltaron aquellas teorías conspirativas que asociaron una serie de accidentes trágicos en el país con el evento histórico.
Con un estricto operativo de seguridad, acorde con la importancia de preservar el tesoro nacional egipcio, las momias fueron reubicadas en el nuevo Museo Nacional de la Civilización Egipcia. El evento fue todo un éxito y el gran desfile, anunciado por las autoridades a través de videos en línea, causó sensación en las redes sociales. Tanto por aquellas personas que apreciaron el evento histórico, como para aquellos opositores y conspiradores que se encargaron de revivir un mito.
A lo largo de la historia, las momias de Egipto han sido asociadas con las superstición y los malos augurios. Y, como si se tratase de una señal para algunos, las inusuales casualidades a pocos días del evento hicieron que estas creencias parecieran reales.
Mientras, que el faraón Seqenenre Taa (siglo XVI a. C.) abrió la marcha y Ramsés IX (siglo XII a. C.) la cerró, bajo el hashtag en árabe #maldición_de_faraones, muchos internautas asociaron las recientes catástrofes ocurridas en Egipto a una maldición que habría sido causada por el desplazamiento de las momias.
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En los últimos días, Egipto sufrió una serie de desastres justo cuando los preparativos del desfile estaban en desarrollo. Entre ellos, el país experimentó el bloqueo del canal de Suez por un portacontenedores que puso en aprietos la economía nacional, un accidente de tren que causó 18 muertes en Sohag y el derrumbe de un edificio en El Cairo que provocó la muerte de al menos 25 personas. En los sucesos, cerca de 200 personas resultaron heridas.
La ‘maldición del faraón’ había sido evocada en los años 1922 después del descubrimiento de la tumba de Tutankamón, seguida de las muertes consideradas misteriosas de miembros del equipo de arqueólogos. Fallecieron ocho de 58 personas que estuvieron en el hallazgo. Allí nació el misticismo alrededor de las momias, mitos que han sido difundidos principalmente por la industria cinematográfica.
Incluso, a manera de presagio, muchos musitaron lo que yacía sobre la tumba de Ramsés II, que murió en 1213 a. C. El jeroglífico decía: “La muerte llegará desde el cielo a quien perturbe la paz de este rey”.
Pero los conspiranoicos no fueron los únicos que estuvieron en contra del desfile. Muchas personas, entre las que hay expertos, debaten sobre el dilema ética del asunto, específicamente por la forma en que exhiben las momias como herramienta de entretenimiento. Eruditos musulmanes aseguran que no son tratadas con dignidad y respeto. De hecho, en el pasado, en 1980, el expresidente Anwar el-Sadat ordenó cerrar la Sala de la Momia Real del Museo Egipcio, pero luego fue otra vez abierta.
Para el Gobierno egipcio, el nuevo museo y el trayecto de las momias es una apuesta para la reactivación económica del país, especialmente por el sector del turismo, una de sus principales atracciones históricas.
En todo caso, el festival fue todo un éxito. El nuevo museo, de 135.000 metros cuadrados, a donde llegaron los reyes y las reinas, será el único en Egipto donde se pueda hacer el recorrido por los distintos periodos históricos del país. El pabellón, dedicado a la historia egipcia, abrirá el 18 de abril.