Estados Unidos
Muchos republicanos toman como propias las quejas de Trump contra la justicia federal
El creciente peligro legal en el que se encuentra Trump se ha convertido rápidamente en un grito político de guerra para el partido de la oposición en Estados Unidos.
Poco después de que Donald Trump se declarara inocente de cargos federales de acaparar documentos bajo sello de confidencialidad y luego conspirar para obstruir una investigación al respecto, los republicanos en el Congreso respaldaron rápidamente al expresidente acusado, con una especie de grito de guerra político.
El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, envió a toda prisa un correo electrónico de recaudación de fondos en el que denunció una “cacería de brujas” contra el exmandatario e instó a los donantes a apuntarse y “apoyar a Trump”.
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, evitó criticar al expresidente y se negó a participar en preguntas sobre la acusación sin precedentes.
Y en una reunión pública en el sótano del Capitolio, la representante republicana Marjorie Taylor Greene fue más allá. Comparó el caso contra Trump con el enjuiciamiento federal a las personas que participaron en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Señaló que ambos casos ponían bajo escrutinio al Departamento de Justicia, no a los acusados.
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El creciente peligro legal en el que se encuentra Trump se ha convertido rápidamente en un grito político de guerra para los republicanos, muchos de los cuales reconocieron que no han leído las 49 páginas de la acusación federal contra Trump, pero que han adoptado como propias sus quejas contra el sistema de justicia federal.
Es un ejemplo sin paralelo de cómo Trump ha transformado al Partido Republicano —que alguna vez acogió la frase de “ley y el orden”— y que ahora ataca la base de la democracia estadounidense: defendiendo, justificando y dando explicaciones para desestimar los cargos graves que enfrenta Trump, con múltiples acusaciones de violación de la Ley de Espionaje al acaparar documentos clasificados que contienen algunos de los secretos de seguridad nacional más delicados del país.
Al mismo tiempo, Trump reescribe la descripción de lo que significa liderar un partido político estadounidense importante.
Al contender de nuevo por la Casa Blanca, Trump ataca al sistema de justicia de Estados Unidos que es fundamental para la democracia y anima a los legisladores republicanos a seguirlo. “Apoyen a Trump”, tuiteó Elise Stefanik, representante de Nueva York y cuarta líder republicana de la cámara baja.
“Estaré junto al presidente Trump esta noche en respaldo total”, tuiteó el senador Tommy Tuberville, de Alabama, antes de correr a unirse al expresidente en su club de golf privado de Bedminster para un evento de campaña después de la audiencia en la corte federal.
“Lo apoyo en este momento”, expresó el representante Byron Donalds, republicano por Florida. “Comprometido al 100 por ciento”, agregó, fuera del Capitolio.
A pesar de dos procesos de destitución, cargos en el estado de Nueva York por pagos secretos a una estrella porno, un par de investigaciones sobre los esfuerzos de Trump para anular las elecciones de 2020 y ahora el caso federal sobre los documentos clasificados en su poder, Trump ha demostrado una habilidad no sólo para evadir el escrutinio legal, sino para prosperar a partir de él.
Como lo ven los defensores de Trump en el Congreso, ascenderá desde el punto de vista político precisamente por todas las investigaciones en su contra.
Los republicanos en el Congreso insisten en catalogar la acusación histórica a un expresidente como una persecución política injusta.
“He sido bastante claro respecto a esto todo el tiempo: creo que el país está muy frustrado cuando sientes que no hay justicia equitativa”, afirmó McCarthy a los periodistas en el Capitolio.
“Este presidente ni siquiera ha estado fuera del cargo durante cuatro años, pero lo haces estar a la altura de un estándar que nunca le has exigido a nadie más”, añadió.
La representante republicana por Florida, Kat Cammack, opinó que el caso refleja un sistema de justicia de “doble rasero”, y agregó que los electores le dicen que “nunca en un millón de años hubieran votado por Trump, pero esto es una locura”.
“Una investigación falsa”, expresó Donalds.
“Difamación política”, comentó el senador por Missouri, Eric Schmitt, quien informó que leyó toda la acusación.
JD Vance, senador republicano de Ohio, expuso que Trump es simplemente la “última víctima” del Departamento de Justicia. Anunció que bloquearía a todos los nominados del Departamento de Justicia a menos que el secretario de esa agencia cambie de rumbo.
“Si Merrick Garland quiere usar a estos funcionarios para acosar a los opositores políticos de Joe Biden, paralizaremos su departamento”, advirtió Vance en un comunicado.
Los republicanos también ven el caso federal contra Trump como una estrategia política ganadora para motivar a los votantes agraviados a acudir a las urnas en las elecciones de 2024, cuando la Cámara de Representantes y un tercio del Senado buscarán otro mandato junto con los candidatos presidenciales.
Con información de AP.