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Muere a los 28 años la persona con envejecimiento prematuro más longeva del mundo
Basso era activo en redes sociales y contaba con más de 70.000 seguidores en Instagram.
Sammy Basso, un italiano enfermo de progeria o síndrome de Hutchinson-Gilford, la enfermedad del envejecimiento prematuro, murió a los 28 años, lamentaron el domingo 6 de octubre numerosas figuras públicas, que celebraron la valentía con la que enfrentó la enfermedad.
Según los medios de comunicación italianos, Basso era la persona del mundo de mayor edad con esta enfermedad, cuya esperanza de vida al nacer es de unos 13 años. Basso falleció el sábado por la noche, después de un malestar, cuando cenaba con amigos en un restaurante, según los medios.
“Sammy Basso fue un ejemplo extraordinario de valentía, de fe y de espíritu positivo. Afrontó cada desafío con una sonrisa, demostrando que la fuerza del alma puede superar todos los obstáculos”, escribió en X la jefa del gobierno italiano, Giorgia Meloni.
“Su compromiso con la investigación sobre la progeria y su capacidad para inspirar a otros seguirán siendo para siempre un ejemplo a seguir”, agregó.
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Nacido el 1 de diciembre de 1995 en el norte de Italia, Basso realizó estudios universitarios en Padua y en 2021 se especializó en biología molecular con una tesis que busca aclarar la relación entre la inflamación y la progeria, según el diario La Repubblica.
A través de su historia personal y sus experiencias, Sammy trabajó para educar al público sobre esta condición e inspiró a muchos con su actitud positiva y su determinación.
Basso era activo en redes sociales y contaba con más de 70.000 seguidores en Instagram; además, participó en diversas iniciativas y eventos para recaudar fondos para la investigación sobre la progeria y para apoyar a otros que enfrentan situaciones similares.
¿De qué se trata este síndrome?
El síndrome de Hutchinson-Gilford, también conocido como progeria, es una enfermedad genética muy rara que provoca un envejecimiento acelerado en los niños. Se caracteriza por síntomas como el crecimiento lento, pérdida de grasa subcutánea, arrugas prematuras, problemas cardiovasculares y una apariencia facial distintiva, como una nariz prominente y mandíbula subdesarrollada.
La progeria es causada por una mutación en el gen LMNA, que afecta la producción de una proteína llamada laminina A, esencial para la estructura y estabilidad del núcleo celular. Aunque no hay cura para la progeria, el manejo de los síntomas y el apoyo médico pueden mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
La esperanza de vida de las personas con progeria es limitada, pero algunos han vivido hasta la adolescencia o más allá, como fue el caso de Sammy Basso.
Con información de AFP*