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Muere senador Edward Kennedy
Esta importante figura política conoció a 10 presidentes norteamericanos, entre ellos a su hermano John Fitzgerald Kennedy.
El senador Edward Kennedy de Massachusetts, último hermano sobreviviente de una dinastía política y uno de los senadores más influyentes de la historia estadounidense, murió tras una batalla de un año con cáncer cerebral. Tenía 77 años.
Kennedy murió el martes por la noche en su casa de Cape Cod.
En casi medio siglo en el Senado, Kennedy conoció a 10 presidentes —entre ellos, su hermano John Fitzgerald Kennedy— y acumuló una lista impresionante de logros legislativos en materia de salud, derechos civiles, educación, inmigración y otras áreas.
Heredero de la familia política más poderosa y fascinante de Estados Unidos durante el siglo XX, se erigió en un paladín de las clases trabajadoras y menos privilegiadas, imprimiendo su sello en un amplio cuerpo de legislación.
Elegido primero en el Senado en 1962 y reelegido holgadamente en el 2006, fue el tercer senador de mayor servicio en la cámara alta detrás de Robert Byrd y el ya fallecido Strom Thurmond.
"Un importante capítulo de nuestra historia ha llegado a su fin, nuestro país ha perdido a un gran líder que tomó la antorcha de sus hermanos caídos y se convirtió en el más grande senador de nuestro tiempo", dijo el presidente Barack Obama en un comunicado.
"Por cinco décadas, prácticamente cada parte importante de una legislación para mejorar los derechos civiles, la salud y el bienestar económico del pueblo estadounidense tenía su nombre y era fruto de sus esfuerzos", agregó el presidente.
La familia Kennedy anunció su muerte en un comunicado breve la madrugada del miércoles.
"Hemos perdido a un pilar irremplazable de nuestra familia y una luz de alegría en nuestras vidas, pero la inspiración de su fe, su optimismo y su perseverancia vivirán en nuestros corazones para siempre", dijo la familia en el comunicado. "Agradecemos a todos los que lo cuidaron y le dieron apoyo en este último año, y a todos lo que estuvieron a su lado por tantos años en su marcha incansable por el progreso rumbo a la justicia, la igualdad y las oportunidades para todos".
Kennedy fue mencionado frecuentemente como potencial candidato presidencial. Pero dejó de lado toda aspiración a la Casa Blanca después de un fallido intento en las primarias de 1980, y nunca volvió a intentar seguir los pasos de sus hermanos John y Robert.
Al cerrar esa campaña, trazó el sendero de su futuro político en un discurso que muchos consideran su mensaje más significativo.
"Para mí, hace algunas horas, esta campaña tocó a su fin", dijo en ese entonces. "Para todos aquellos cuyo bienestar ha sido nuestra preocupación, el trabajo continúa, la causa perdura, la esperanza sigue viva y el sueño jamás morirá".
Le diagnosticaron un tumor cerebral canceroso en mayo del 2008 y tuvo varias cirugías así como un tratamiento intenso de radiación y quimioterapia. El verano pasado regresó sorpresivamente al congreso para emitir un importante voto para los demócratas sobre el seguro de salud para jubilados (Medicare).
En enero de este año estuvo presente en la toma de posesión de su colega Obama como el primer presidente negro de Estados Unidos, pero tuvo una crisis durante el almuerzo conmemorativo tras la ceremonia.
La muerte de Kennedy se produjo dos semanas después de la de su hermana Eunice Kennedy Shriver. Kennedy no estuvo presente en el funeral pues su estado de salud ya era bastante grave.
En una entrevista reciente con The Associated Press, el hijo de Kennedy, el congresista demócrata Patrick Kennedy, dijo que su padre había superado los pronósticos de los médicos al sobrevivir más de un año con su cáncer cerebral.
Figura dominante en cuestiones del cuidado de la salud, derechos sociales y civiles y relaciones exteriores, Kennedy dejó un legado de legislación de servicio público: cuidado de la salud, salud infantil, atención para los discapacitados, alimentos para los ancianos, licencia familiar, derechos laborales.
También fue una fuerza vital en el proceso de paz para Irlanda y crítico persistente de la guerra en Irak.
Mientras florecía su campaña en el Senado, solía decir: "Mi ambición es el servicio público, y no la búsqueda constante de la presidencia". Centró su poderosa estatura política, enérgica oratoria y persistentes negociaciones en promover proyectos de ley contra lo que consideraba injusto.
Cuando los demócratas retomaron el control del Senado en el 2007, pasó a desempeñarse como titular del Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones de la cámara alta.
Sin duda retuvo su poderosa influencia en el Partido Demócrata cuando en enero apoyó a su colega Barack Obama para la candidatura presidencial partidaria. Cuando el líder de la vieja guardia pasó por alto a Hillary Rodham Clinton para apoyar a Obama como candidato del futuro, dio impulso a las aspiraciones del actual presidente.
Aunque sus posiciones irreductibles de centroizquierda lo hicieron un candidato presidencial menos probable en una nación que se volcaba al centro del espectro político, sus aspiraciones iniciales a la Casa Blanca se vieron impedidas más por escándalos personales. Uno de los más resonantes fue su trágico accidente automovilístico en 1969, en un puente de Chappaquiddick, Massachusetts, que cobró la vida de Mary Jo Kopechne, de 28 años, una colaboradora de la campaña presidencial de su hermano Robert que lo acompañaba.
Pero para el público estadounidense, sin embargo, Ted Kennedy fue la figura más visible como el último hermano sobreviviente de Kennedy, el patriarca de una familia conmovida más de una vez por tragedias personales.
Consoló a la viuda de su hermano, Jacqueline, cuando John fue asesinado en 1963. Y después que otro hermano, Robert Kennedy, fue asesinado cuando se postulaba a presidente en 1968, Ted pasó a ser la figura paternal para sus sobrinos.
Sumamente popular entre los demócratas, Kennedy generalmente ganaba la reelección por amplio margen. Y se sintió cada vez más cómodo en su papel de némesis de los republicanos y líder simbólico del ala liberal de su partido. Con su mechón suelto de cabello blanco y marcado acento bostoniano, matizaba sus enérgicos discursos con su encanto irlandés y su habilidad negociadora para lograr resultados.
"Ha desempeñado un papel en toda la legislación social que pasó por el Senado: todo lo que ha afectado a los ciudadanos comunes", dijo su hermana, la ex embajadora Jean Kennedy Smith.
El presidente George W. Bush dijo en el 2001, después de un año en el cargo, que Kennedy "es el tipo de personas que plantea su caso, a veces elocuente y vociferante, y que después en otro asunto se acerca y se puede trabajar con él".
Pero Bush fue también blanco de algunos de sus ataques más enérgicos, particularmente durante la guerra en Irak y el fallido intento presidencial del senador demócrata John Kerry, también de Massachusetts. Kennedy censuró la guerra por considerarla el Vietnam de Bush, un conflicto "fabricado en Texas" y vendido por el gobierno de Bush para beneficio político.
AP