MEDIOAMBIENTE
Mujer cazó a una jirafa y exhibió su corazón en redes sociales
Marelize van der Merwe publicó en Facebook fotos de ella junto al cadáver del animal. Además, confirmó que su esposo había gastado 1.700 euros para que pudiera cazar a la jirafa de 17 años.
Una cazadora de trofeos posó con un corazón de jirafa ensangrentado en sus redes sociales. La mujer, de 32 años, le cortó el órgano al animal luego de que le disparara. Merelize van der Merwe generó una ola de críticas por las fotos que define como su “regalo de San Valentín perfecto”.
Además, la mujer publicó orgullosa que su “maravilloso” esposo había pagado 1.500 libras, unos 7,5 millones de pesos colombianos, para que pudiera matar a la vieja jirafa en un parque de juegos. “Alguna vez te has preguntado qué tan grande es el corazón de una jirafa? ¡Estoy sobre la luna con mi gran regalo de San Valentín!”, publicó la mujer junto a las fotos.
La respuesta de las personas en Internet no se hizo esperar. Activistas por los derechos de los animales desataron su indignación contra la mujer y la tildaron de “cruel” y “sociópata”. Sin embargo, la mujer se defendió de las críticas y argumentó que la muerte del animal en realidad ayuda a salvar especies amenazadas en Sudáfrica; además, ese día les dio trabajo a once personas y quedó mucha carne para los lugareños.
Así mismo, la mujer le dijo al diario The Mirror que llama a los grupos de derechos de los animales “la mafia” y que “no los respeta”, por lo que subió las fotos a sus redes sociales para provocarlos.
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Según la información suministrada por la mujer, la pareja había planeado un viaje al centro turístico Sun City para celebrar San Valentín. Pero sus planes cambiaron abruptamente cuando surgió la oportunidad de dispararle a una jirafa.
“Nuestros planes cambiaron rápidamente. Mi maravilloso esposo Gerhardt sabía que este era mi sueño. Había esperado años por este momento. Me encanta la piel y el hecho de que sea un animal tan icónico en África. Estuve como un niño durante dos semanas contando los días. Después me inundaron las emociones”.
Merelize, quien dirige una granja de cítricos en el norte de Sudáfrica, dijo que tiene pensado utilizar la piel de la jirafa macho de 17 años para hacer una alfombra. Además, afirmó que la muerte del animal creará una oportunidad para que un nuevo macho “se haga cargo y proporcione una nueva genética fuerte para la manada”.
La mujer contó que comenzó a cazar a los cinco años y desde entonces ha matado más de 500 animales, entre los que destacan leones, leopardos y elefantes. A su vez, reconoció que en más de una oportunidad ha publicado este tipo de fotos para burlarse de los activistas.
“Si se prohíbe la caza, los animales perderán su valor y desaparecerán. La caza ha ayudado a rescatar muchas especies al borde de la extinción. Las únicas personas que protegen a estos animales son los cazadores de trofeos”.
No obstante, sus declaraciones llamaron la atención del Dr. Mark Jones, de la organización benéfica internacional para la vida silvestre Born Free Foundation, quien dijo que “las afirmaciones de los cazadores de trofeos de que están preocupados por la conservación de la vida silvestre son muy engañosas. La caza de trofeos no es una herramienta de conservación, ni aporta fondos significativos a las comunidades locales”.
Mientras que Elisa Allen, de People for the Ethical Treatment of Animal, dijo que “alguien que mata a otro ser sensible, le corta el corazón y se enorgullece de hacerlo, encaja en la definición de sociópata. Algún día, la caza de trofeos se incluirá como un signo de un trastorno psiquiátrico, como debería ser hoy”.