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Loujain al Hathloul, activista saudita de derechos humanos
Loujain al Hathloul, activista saudita de derechos humanos | Foto: Foto de @mustafa_sufi

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Mujer defensora del derecho de mujeres sauditas a conducir vehículo podría ser liberada

Loujain al Hathloul fue condenada a cinco años y ocho meses de prisión, pero dado que ya lleva tiempo en prisión pudiera recuperar su libertad.

28 de diciembre de 2020

La activista saudita de derechos humanos Loujain al Hathloul, condenada el lunes a cinco años y ocho meses de prisión por un tribunal antiterrorista, podría ser liberada próximamente. Al Hathlou fue declarada culpable de “diversas actividades prohibidas por la ley antiterrorista”, según indicó un representante del medio online Sabq, presente en la audiencia.

Según medios sauditas, la pena puede suspenderse por dos años y diez meses “bajo condición de que no cometa un nuevo delito en los próximos tres años”. La militante se encuentra en arresto provisional desde hace más de dos años, periodo que fue tomado en cuenta para la condena pronunciada, según explicaron medios sauditas citando el fallo del tribunal. Por este motivo la activista podría ser “liberada en dos meses”, explicó en un tuit su hermana Lina. Otra fuente cercana a la familia y el grupo opositor saudita ALQST, con sede en Londres, afirmaron que sería liberada antes de marzo.

Por su parte, la diplomacia francesa demandó este lunes “su rápida liberación” a las autoridades sauditas, según declaró un portavoz adjunto del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia. Al Hathloul fue detenida en mayo de 2018 junto a otras activistas poco antes de que el país levantara la prohibición de conducir vehículos a las sauditas, reforma por la que militaban estas mujeres.

Según el ministro de Relaciones Exteriores saudita, Fayzal bin Farhan al Saud, Loujain al Hathloul, de 31 años de edad, está acusada de haber estado en contacto con Estados “hostiles” al país y de haberles transmitido informaciones confidenciales. Sin embargo, el gobierno no aportó ninguna prueba concreta que apoye estas acusaciones, según el entorno más cercano de la enjuiciada.

La familia de la activista anunció el 25 de noviembre que su caso había sido transferido por un juez de la corte penal de Riad a un tribunal encargado de casos de terrorismo. Este tribunal penal especializado fue creado en 2008 para juzgar casos de terrorismo, pero desde entonces ha servido para juzgar a presos políticos, de acuerdo a organizaciones de defensa de los derechos humanos. Arabia Saudita es muy criticada en Occidente por su balance en esta materia.

Loujain al Hathloul había iniciado una huelga de hambre en la cárcel el pasado 26 de octubre, pero la interrumpió dos semanas después, según su familia y la oenegé Amnistía Internacional (AI).

Estado físico

Además, Al Hathloul compareció el 11 de diciembre, dos días después de la sentencia por parte del mismo tribunal contra un destacado médico estadounidense-saudí, Walid Fitaihi, a seis años de prisión. Éste estaba acusado de haber obtenido la nacionalidad estadounidense sin autorización y simpatizar con una organización terrorista no identificada. “El estado de ánimo de Loujain es bueno pero su estado físico continúa siendo débil”, había señalado en aquel momento su hermana Alia.

Loujain, militante “encarnizada” por la causa de las mujeres sauditas, solamente ha realizado actividades pacíficas en el reino ultraconservador. Desde hacía mucho tiempo organizaba campañas por el derecho de las mujeres sauditas a poder conducir y por el fin de la tutela que coloca a las mujeres a merced total de los hombres.

Graduada por la universidad canadiense de Columbia Británica (UBC), fue detenida poco antes de que se levantase la prohibición de conducir a las sauditas, por “intento de desestabilización del reino”. Los medios progubernamentales han calificado a estas activistas de “traidoras”, por haber mantenido contactos con diplomáticos y oenegés extranjeros.

La familia de Al Hathloul afirma que, durante su detención, ha sido víctima de acoso sexual y tortura. La activista narró, de acuerdo a su familia, que el exasesor real, Saud al Qahtani, amenazó con violarla y matarla, lo que las autoridades niegan vigorosamente. No es la primera vez que esta mujer, familiarizada con las redes sociales y procedente de Al Qassim, región conservadora ubicada en el centro de Arabia Saudita, se encuentra entre rejas.