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Mujer libanesa atraca un banco para sacar su propio dinero, lo hizo por una buena causa

La mujer fue detenida y el banco la demandó, pero al explicar sus razones, fue liberada y retirada la demanda.

15 de septiembre de 2022
Mujer atraca un banco en Beirut, Líbano
Mujer atraca un banco en Beirut, Líbano, para retirar su propio dinero. | Foto: Mujer atraca un banco en Beirut, Líbano Foto: Twitter @danimayakovski

Una mujer libanesa atracó el pasado miércoles un banco de Beirut y aparentemente escapó con miles de dólares que, según explicó, financiarán el tratamiento hospitalario de su hermana enferma.

Sali Hafiz emitió un video en directo del robo en el que se la escucha gritando a los empleados de la entidad para que le den el dinero mientras las puertas del banco están bloqueadas.

“Me llamo Sali Hafiz, he venido hoy (...) para coger los depósitos de mi hermana que se está muriendo en el hospital”, dice en el video. “No he venido a matar a nadie ni a empezar un tiroteo (...) He venido a reclamar mis derechos”, añade.

Líbano ha registrado una serie de atracos de clientes cuyos ahorros se vieron devaluados y bloqueados en los bancos durante casi tres años por la grave crisis económica del país.

La mujer se convirtió inmediatamente en una heroína en las redes sociales del Líbano, donde muchos están desesperados por acceder a su dinero y enfadados con el sector bancario al que perciben como corrupto.

“Estuve pidiendo dinero durante meses, mi hermana se muere frente a mí. El banco nos robó el dinero. Después de rogarle al banco, me dijeron que solo me darían 200 dólares como máximo de mi propio dinero. Eso no ayuda para la medicación contra el cáncer de mi hermana”, expresó.

Una segunda mujer que aparece en el video asegura que habían conseguido más de 13.000 euros. Mientras que otro hombre de pie detrás de ella cargaba lo que parecían fajos de billetes enrollados en plástico.

Un corresponsal de AFP en el lugar dijo que durante el atraco se roció el interior del banco con gasolina. También se encontró un arma en el suelo, aunque no estaba claro de inmediato si era verdadera.

El corresponsal dijo que Hafiz y sus supuestos cómplices consiguieron escapar a través de una ventana rota antes de que llegaran las fuerzas de seguridad. El atraco duró menos de una hora. Pero tiempo después, la mujer fue detenida y les explicó a las autoridades la razón por la cual lo había hecho.

Luego de ello, expresó que la pistola con la que había intimidado al personal de la entidad bancaria era de juguete y que lo único que quería era poder tener el dinero necesario para ayudar al tratamiento médico que requiere su hermana.

El mes pasado, un libanés despertó simpatías tras asaltar un banco de Beirut con un rifle y retener a empleados y clientes durante horas para conseguir parte de sus 200.000 dólares de activos congelados para pagar las facturas hospitalarias de su padre enfermo. El hombre fue detenido, pero liberado rápidamente.

En enero, otro cliente retuvo a decenas de personas en el este del Líbano tras saber que no podía retirar sus ahorros en divisa extranjera. Medios locales informaron que finalmente consiguió parte de sus ahorros y se entregó a las fuerzas de seguridad. Líbano se hundió en 2019 en su peor crisis económica. La moneda local perdió casi un 90 % de su valor en el mercado negro y la pobreza y el desempleo se dispararon.

El sector bancario, que fuera buque insignia de la economía libanesa, ahora es despreciado por los ahorrantes luego de que los bancos bloquearon el acceso a sus ahorros, dejaron de ofrecer créditos, cerraron cientos de sucursales y cortaron miles de empleos.

Y mientras la grave crisis en el Líbano no da muestras de terminar, las agencias de transferencia de dinero están cubriendo el vacío al ofrecer también cambio de moneda, tarjetas de crédito y servicios de pago de impuestos. Incluso organizan listas para regalos de boda.

Manifestantes molestos muchas veces han atacado los bancos, destruyendo sus cajeros automáticos con piedras. “No podemos retirar ni un centavo” del banco, se quejó Alaa Sheikhani, un cliente de 45 años que hacía fila en una oficina de OMT. “¿Cómo les vamos a confiar nuestro dinero?”.

*Con información de la AFP.

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