mundo

Esposa furiosa llegó a un burdel y golpeó a la mujer con la que acababa de estar su marido

Las empleadas del lugar se quedaron mirando la escena con atención, nadie hizo nada.

28 de enero de 2023

Una esposa furiosa llegó a un burdel para atacar a una prostituta que acababa de tener sexo con su marido en la isla de Phuket, en Tailandia, este miércoles.

De acuerdo con el diario británico Daily Mail, que reporta la historia, la mujer había visto en el celular fotos de su pareja con esta trabajadora sexual, así que decidió ir al burdel o también llamado salón de masajes, a enfrentar a la prostituta y no a su marido, quien acababa de salir del lugar.

En las imágenes puede verse cómo la trabajadora sexual se encuentra sentada en una de las sillas de color lila del establecimiento. Sobre su cuerpo no tiene nada más que una toalla blanca cubriéndola.

La mujer que llega vestida con un traje negro la empieza a golpear con fuerza y le mantiene la cabeza baja, mientras aprieta su cuello. La empleada del lugar se esfuerza por no moverse y no permitir que su toalla se caiga.

  El 17 por ciento de los migrantes que ejercen el sexo por supervivencia han intentado dejarlo, pero no lo han logrado por razones económicas.
Las empleadas del lugar se quedaron mirando la escena con atención, nadie hizo nada. | Foto: istock

La esposa furiosa empieza a forcejear con la trabajadora sexual para quitarle su toalla y logra quitarle una parte, quedando al descubierto los senos de la trabajadora sexual.

Las empleadas del lugar se quedan mirando con atención la escena, pero nadie reacciona para defender a la mujer atacada o para atacar a la esposa furiosa.

Pide perdón

Las acusaciones de la esposa hacia la trabajadora sexual serían reclamos por tener una relación, que parece ser de encuentros frecuentes, con un hombre casado.

La conversación se da en tailandés, pero según la traducción que publica Daily Mail, la mujer golpeada se disculpa con la esposa enfurecida y le dice: ‘No sabía que tenía esposa’ y ‘Dejaré de verlo’.

Para los infieles, estas son algunas claves para tener buen sexo sin enamorarse
La relación del hombre con la trabajadora sexual no fue de una sola ocasión. | Foto: Getty Images

De acuerdo con el coronel de la Policía Sarawut Chuprasit, la publicación de las imágenes dio lugar a una investigación, pero no ha habido denuncias en ese sentido: “No ha habido quejas de ninguna de las personas involucradas, pero animo a la víctima a denunciar el incidente a la Policía. Lo investigaremos urgentemente para ellos.

“Los oficiales están verificando dónde ocurrió el incidente. Nadie reconoce ese lugar de masajes”, dijo Chuprasit.

De acuerdo con abogados como Anantak Pathin, estos hechos constituyen un asalto y son un delito en Tailandia: “El asalto es un delito y la víctima puede denunciarlo a la Policía. “Creo que el ataque es extremadamente severo porque varias personas estaban en la habitación y fueron testigos de las bofetadas y los desnudos. Esa inaceptable que la mujer fuera desnudada, debería investigarse a fondo”.

Un negocio normal

En Tailandia la prostitución es una actividad económica bastante común, como resultado del incremento de esta actividad durante la guerra de Vietnam y la mezcla con factores de pobreza.

Hasta finales de los años 60 la prostitución era legal en el país e incluso en ese momento los burdeles estaban a cargo del Estado. Ahora no es una actividad legal, pero tampoco está expresamente prohibida.

El turismo sexual también es una actividad muy frecuente en el país asiático. De acuerdo con el portal Tourism Teacher, las estimaciones sugieren que hay entre 250.000 y 2 millones de trabajadoras sexuales en el país, de 71 millones de habitantes.

Se dice, aunque las estadísticas son difíciles de confirmar, que el 60 % de los clientes son hombres, y el 70 % de estos son turistas sexuales, es decir, la mayoría de los clientes de las trabajadoras sexuales.

Existe una modalidad en Tailandia que se presenta como algo distinto del turismo sexual, las novias tailandesas. Muchas empresas se encargan de reunir mujeres tailandesas, muchas veces de escasos recursos, con hombres de países desarrollados con el plan de que contraigan matrimonio.