EUTANASIA
Mujer que pedía la eutanasia se suicidó en el cuarto de un hotel
En repetidas ocasiones la mujer se acercó a los médicos para poder acceder al derecho de morir dignamente, pero le fue negado.
Luego de haber sido diagnosticada con una patología crónica osteomuscular incurable, que se sumó a un cáncer de vejiga invasivo, a la intolerancia a los opioides y a la negativa del servicio de salud de aplicarle la eutanasia, una mujer española decidió quitarse la vida en una habitación de un hotel en Madrid.
Según la información registrada por el diario español, la mujer acudió a una consulta médica el pasado 7 de julio en el hospital Gómez Ulla de Madrid con su médica tratante y le pidió que la ayudara a morir, teniendo en cuenta que la ley ya fue reglamentada en España.
En un principio, informó el medio, la doctora le respondió que sí, que realizarían el procedimiento, sin embargo, 48 horas después la llamó para decirle que había objetado conciencia y por tanto no le aplicaría la eutanasia tal cual lo habían planteado.
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La mujer fue entrevistada por el diario El País poco después donde se quejó porque no le respondían con prontitud a sus pedidos.
“Independientemente de que se haya nombrado o no la Comisión de Garantía y Evaluación, que depende de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, el hospital Gómez Ulla tiene la obligación de tramitar sin más demora mi solicitud. Les hago saber que mi voluntad clara, firme, reiterada e inequívoca de morir en el hospital se debe al sufrimiento constante e intolerable que padezco, por lo que les ruego encarecidamente que respeten mi derecho a decidir hasta cuándo debo soportar tanto dolor físico y psíquico”, le dijo la mujer a El País.
“Es violento pensar: ‘Me estoy suicidando’. Yo no quiero eso. No quiero suicidarme. Solo quiero que me ayuden a dejar de sufrir. Nada más. Para mí es inconcebible que haya una ley y que no se pueda aplicar”, dijo la mujer en la entrevista.
También, según el diario El País, otro médico la habría valorado estableciendo que sí cumplía con todos los requisitos pero nunca se le hizo una segunda evaluación al informe presentado y por ello no procedió la solicitud.
En su entrevista con el diario El País, la mujer había dicho que ya no quería dar la pelea, pues no aguantaba más.
“Yo quiero vivir, a mí me gusta vivir, pero esto no es vivir. He vivido muy bien, me he divertido, me he casado, me he separado, he tenido novios, he viajado, no he dependido de nadie. Pero esto no es vida. No se puede vivir con este dolor. Quiero acabar con esto”, dice.
El miedo tampoco la embargaba, de hecho el reportero le preguntó si tenía miedo, a lo que ella contestó: “No, miedo no tengo. La decisión está tomada. No creo que vaya a llegar a tiempo de que me puedan aplicar la ley. Siempre he dicho que no quiero vivir si no puedo tener decisión sobre mi vida. Y ya no puedo coser, no puedo leer. No hay nada que me ilusione. Nada. No se trata de un capricho, es que mi vida consiste en sufrir lo menos posible, y aun así mi sufrimiento es intolerable. Por eso digo que a lo mejor aguanto hasta octubre o a lo mejor no. Porque no sé si me voy a poner peor como consecuencia del cáncer”.