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Mujeres afganas denuncian “maquinaria criminal” de talibanes
Las jóvenes, reunidas cerca de una gran mezquita en el centro de la capital afgana, pudieron marchar unos cientos de metros al grito de “Justicia” antes de ser detenidas.
Unas treinta mujeres afganas se manifestaron este martes en Kabul, capital de Afganistán, para pedir que se respeten sus derechos y que terminen los “asesinatos” de miembros del antiguo gobierno, antes de ser rápidamente interrumpidas por los talibanes.
“Pido al mundo: digan a los talibanes que paren los asesinatos”, declaró a la agencia AFP Nayera Koahistani, una de las manifestantes. “Queremos libertad, queremos justicia”, añadió.
“Por milésima vez, queremos que este grupo detenga su maquinaria criminal. El antiguo personal militar y los exempleados gubernamentales están directamente amenazados”, aseguró Laila Basam, otra manifestante.
Las jóvenes, reunidas cerca de una gran mezquita en el centro de la capital afgana, pudieron marchar unos cientos de metros al grito de “Justicia” antes de ser detenidas.
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Los talibanes también detuvieron brevemente a varios periodistas que cubrían la protesta y confiscaron sus cámaras, cuyas imágenes borraron.
La convocatoria se difundió en las redes sociales en contra de los “misteriosos asesinatos de jóvenes, en particular los exmilitares del país”.
Según Naciones Unidas y las ONG Amnistía Internacional y Human Rights Watch, existen denuncias creíbles sobre la ejecución sumaria o la desaparición forzada de más de cien expolicías y agentes de inteligencia desde que los talibanes tomaron el poder a mediados de agosto.
Este martes también tuvo lugar en Kabul otra manifestación de mujeres que pedían el respeto de sus derechos a la educación y a trabajar.
Los talibanes prohibieron las protestas en Afganistán, salvo en las raras ocasiones en las que las consignas están a su favor.
En busca del reconocimiento internacional, el grupo islamista se comprometió a gobernar con menos brutalidad que durante su primer reinado (1996-2001), pero las mujeres siguen estando excluidas en gran medida de la administración pública y del acceso a la educación secundaria.
Talibanes prohíben a las mujeres viajar sin un acompañante
Los talibanes anunciaron el pasado domingo que las mujeres que quieran viajar largas distancias deben estar acompañadas por un hombre de su familia cercana, una nueva señal del endurecimiento del régimen, pese a sus promesas iniciales.
La recomendación, emitida por el Ministerio de la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio y que circula en las redes sociales, pide también a los conductores que acepten mujeres en sus vehículos solo si llevan “velo islámico”.
“Las mujeres que viajen más de 45 millas (72 km) no pueden realizar el viaje si no están acompañadas por un miembro cercano de la familia”, declaró a la AFP el portavoz del Ministerio, Sadeq Akif Muhajir, quien precisó que el acompañante debe ser un hombre.
Desde su llegada al poder en agosto, los talibanes impusieron diversas restricciones a las mujeres y niñas, a pesar de las promesas iniciales de que su régimen sería menos estricto que el primero (1996-2001).
Durante su primer gobierno, los talibanes obligaron a las mujeres a llevar el burka. Solo podían salir de casa acompañadas por un hombre y no se les permitía trabajar ni estudiar.
Cuando regresaron al poder en agosto, los talibanes, que necesitan el reconocimiento de la comunidad internacional y la ayuda humanitaria, habían declarado que serían más abiertos que durante su anterior etapa.
“Vemos cada día un poco más quiénes son de verdad los talibanes, cuáles son sus puntos de vista en materia de derechos de las mujeres, y es una imagen muy, muy oscura”, dijo a la AFP Heather Barr, de la ONG Human Rights Watch .
“Prisioneras”
“Esta nueva orden va sobre todo (...) más lejos en convertir a las mujeres en prisioneras”, añadió Heather Barr.
El Ministerio de la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio anunció otras medidas, por ejemplo, la prohibición de escuchar música en los vehículos.
No está claro de momento hasta qué punto estas recomendaciones se llevarán a la práctica, pero el sábado los talibanes habían levantado barreras en algunos puntos de la capital, Kabul, para informar a los automovilistas.
Esta directiva se produce unas semanas después de que el ministerio pidió a las televisiones afganas no difundir “telenovelas y culebrones con mujeres”, y que se aseguraran de que las periodistas llevaran “velo islámico” en pantalla.
Los talibanes no precisan tampoco qué entienden por “velo islámico”, si se trata de un pañuelo o si abarca también el rostro, ya que la mayoría de las mujeres afganas lucen prendas que cubren mucho más.
Al mismo tiempo, se han dado otros gestos de signo contrario. En varias provincias, las autoridades locales aceptaron abrir las escuelas a las niñas, aunque muchas de ellas siguen sin poder asistir.
A principios de diciembre, un decreto en nombre del líder supremo del movimiento, el mulá Hibatullah Akhundzada, pedía al gobierno que hiciera valer los derechos de las mujeres, aunque no mencionaba el derecho a la educación.
El respeto de los derechos de las mujeres es una de las condiciones impuestas por los donantes internacionales para que regrese la ayuda humanitaria a Afganistán.
Este país, uno de los más pobres del mundo, se encuentra en el borde del hundimiento económico. La ONU alertó de una cercana “avalancha de hambre”, ya que considera que 22 de los cerca de 40 millones de afganos pueden sufrir una ausencia “aguda” de alimento este invierno.
*Con información AFP.