CORONAVIRUS
Nacen los primeros bebés concebidos en la cuarentena del coronavirus
A principios de mayo, y a propósito del Día de las Madres, la Unicef advirtió que alrededor de 116 millones de bebés nacerían bajo la sombra de la pandemia de la covid-19.
Ha pasado un año exactamente desde que en Wuhan, China, detectaron los primeros casos de lo que después se convirtió en una pandemia que cambió la vida de casi todo el mundo.
Desde marzo, cientos de países entraron en confinamiento estricto con la intención de frenar los contagios del nuevo coronavirus. Sin embargo, y a raíz del comportamiento acelerado del virus, esos meses de encierro empezaron a extenderse hasta ahora, cuando un año después, la vida no ha vuelto a ser igual.
Con la llegada de los confinamientos muchas parejas no tuvieron que volver a sus trabajos fuera de casa y debieron pasar más tiempos juntos, por lo que desde el inicio se presumió que podía ser un factor importante para que pasados 9 meses más niños nacieran.
A principios de mayo, y a propósito del Día de las Madres, la Unicef advirtió que alrededor de 116 millones de bebés nacerían bajo la sombra de la pandemia de la covid-19.
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“Se espera que estos bebés nazcan hasta 40 semanas después de que la covid-19, que en la actualidad está sobrecargando los sistemas de la salud y las cadenas de suministro médico de todo el mundo, fuese reconocida como pandemia el 11 de marzo”, dijo la Unicef en ese momento.
Es diciembre y esos 9 meses pasaron. Las nuevas madres y los recién nacidos están siendo recibidos por una cruda realidad, y deben enfrentarse a medidas de contención a nivel mundial, como los aislamientos que aún continúan en algunos países y los toques de queda, así como el desbordamiento de los centros de salud debido a la respuesta a la enfermedad. Además, les ha tocado vivir la escasez de equipos y suministros, y una falta de médicos especializados en partos, ya que los trabajadores sanitarios, incluidas estos, están siendo reubicados para tratar a los pacientes con covid-19, un virus que ya ha cobrado la vida de más de 1,7 millones de personas.
Una historia singular
Este jueves 24 de diciembre, precisamente, “The Washington Post”, publicó la historia de Atlas, un bebé que fue concebido en medio de la cuarentena y que nació el pasado 8 de diciembre en Pensacola, Florida, 38 semanas después del embarazo de su madre.
Katy Dobson y su esposo, el tatuador Aaron Walker, de 31 años, permanecieron en casa juntos durante semanas y semanas. De acuerdo con The Washington Post, Dobson tenía la sensación de que intentar tener un bebé en marzo podría significar que todavía estaría viviendo una pandemia cuando llegara su bebé. Pero después de haber experimentado un aborto espontáneo en febrero y muchos otros antes de eso, no quería esperar.
Los abortos espontáneos previos de Dobson –dijo– significaban que sus visitas al médico prenatal eran más frecuentes que las de la mayoría de los pacientes; ella vio a su obstetra cada dos semanas durante todo su embarazo. Las nuevas políticas relacionadas con la covid-19 significaron que le tomaron la temperatura en tres puntos de control diferentes en cada visita. Los requisitos de distanciamiento social y los nuevos límites de ocupación significaron que Walker no pudo asistir a casi ninguna de sus citas, relata The Washington Post.
Dobson encontró que el embarazo en general era una experiencia más solitaria de lo que le hubiera gustado. Sus padres, que viven a 250 millas de distancia en Birmingham, Alabama, acordaron mantener la distancia por precaución, lo que causó dolor a todos cuando Dobson se quedó brevemente en reposo en cama. “Mi esposo tenía que hacer todo”, dijo.
Según relató la mujer al diario estadounidense, no pudo asistir a ninguna clase de parto antes de dar a luz a Atlas, ni tuvieron baby shower, ni viajes de compras para artículos de guardería o ropa de bebé, ni fiesta de revelación de género.
Debido a que ya había tenido varios abortos espontáneos, Dobson y su esposo decidieron no contarle a nadie que estaban esperando un bebé y pensaron en más bien dar una sorpresa; tras 20 semanas de gestación le contaron a algunos allegados.
“Fue bastante fácil ocultarlo, ya sabes, no estar cerca de otras personas”, dijo la feliz madre a The Washington Post. “Pensé que estaba muy bien”. Además, “no tenía que ir a ningún lado o entretener a la gente mientras me sentía, ya sabes, deprimida y enferma”, agregó. “Y cada vez que iba a algún lugar, nadie intentaba tocar mi vientre”.
Dobson dijo que por ahora limitará el contacto de su bebé con otras personas que estén fuera de su hogar, al menos durante unos meses más y mientras su país, Estados Unidos, salga de la pandemia con la que aún continúa lidiando.
La Unicef también estimó en mayo los nacimientos que podrían ocurrir en Estados Unidos para estas épocas. “En los Estados Unidos, que ocupa el sexto lugar de los países en los que se espera el mayor número de nacimientos, se estima que nacerán más de 3,3 millones de bebés entre el 11 de marzo y el 16 de diciembre. En Nueva York, las autoridades están buscando centros de natalidad alternativos, ya que a muchas madres les preocupa dar a luz en los hospitales”, aseguró la ONG en ese momento.