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Naciones Unidas insiste en que Francia no le presta atención al racismo de la policía, pero el Gobierno niega los señalamientos
Todo se da en medio del estallido social ocasionado por el asesinado de Nahuel, un joven de 17 años árabe en manos de un uniformado.
Las últimas horas han sido de máxima alerta en Francia. Los disturbios están fuera de control, detonadas por el asesinato perpetrado por un uniformado de la Policía a un joven. El hecho causó un estallido social nunca antes visto en mucho tiempo, el cual ha llevado a la detención de 150 civiles.
Un agente es acusado de disparar de muerte a Nahel, un joven de 17 años de origen árabe, cuando este se negó a obedecer las órdenes de dos uniformados durante un operativo de tránsito en Nanterre, a las afueras de París.
Desde entonces, la tensión es alta en los suburbios de la ciudad. Las autoridades desplegaron en la noche dos mil agentes para evitar que la situación se saliera de control e impedir que el estallido llegara a otras ciudades y regiones. Sin embargo, el caos se tomó Francia y las imágenes muestran los límites llegados por los disturbios.
“Estamos hartos de que nos traten así. Esto es por Nahel, somos Nahel”, se les escuchaba decir a los jóvenes, quienes durante la noche se enfrentaron esporádicamente en el noreste de la capital con las autoridades durante más de tres horas. La cifra de arrestados ya mencionada fue confirmada por el ministro del Interior, Gérald Darmanin, quien denunció violencias “insoportables contra símbolos de la República”.
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El estallido llegó hasta Naciones Unidas, órgano internacional que le pidió al Gobierno de Francia ocuparse por los problemas de racismo que vive el país, los cuales tuvieron relación con el asesinato del joven en manos de los uniformados. En medio de una conferencia de prensa, la portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, Ravina Shamdasani, se refirió al respecto.
“Es el momento de que el país aborde seriamente los profundos problemas de racismo y discriminación racial entre las fuerzas de seguridad”, declaró la funcionaria durante el encuentro efectuado en Ginebra. Adicionalmente, Shamdasani pidió que los manifestantes protesten de forma pacífica para impedir que el caos aumente.
Durante el último año, esta solicitud no es la primera que Naciones Unidas le hace esta solicitud a Francia. En diciembre de 2022, indicaron su preocupación frente al uso desproporcionado de la fuerza por parte de las autoridades contra la población.
Sumado a ello, la portavoz le mandó un mensaje a la Policía francesa, solicitando que haga uso de la fuerza respetando los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad, no discriminación, precaución y rendición de cuentas. Horas después, la respuesta por parte del Gobierno francés no se hizo esperar.
Francia rechazó los reproches que hizo la ONU relacionados con el racismo. A través de un comunicado por medio del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Gobierno le respondió al órgano internacional.
“Las fuerzas del orden luchan con determinación contra el racismo y contra todas las formas de discriminación. No hay duda posible sobre ese compromiso. Cualquier acusación de racismo o de discriminación sistemática por las fuerzas del orden en Francia carece de todo fundamento”, señala el comunicado.
Por su parte, el presidente Emmanuel Macron dijo que cualquier forma de violencia, sea en estaciones de policía, colegios, barrios o contra la República, no son justificables bajo ninguna circunstancia. En ese orden de ideas, le agradeció a los uniformados y otras autoridades en torno al control de la situación. “Meditación, justicia y calma guiarán las próximas horas”, afirmó el mandatario.