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Narcotráfico salpica a funcionario del expresidente Felipe Calderón, AMLO pide prudencia ante la revelación
El mandatario mexicano afirmó que el expresidente podría desconocer dicho nexos.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha pedido prudencia este lunes 30 de enero y ha afirmado que la investigación por vínculos con narcotráfico está abierta contra el exsecretario de Seguridad Genaro García Luna y no contra el expresidente Felipe Calderón.
López Obrador aseguró que el expresidente mexicano podría desconocer los “nexos” de unión entre García Luna, quien se encontraba en el gabinete de Calderón, y el narcotráfico, aunque ha pedido no adelantar acontecimientos y esperar a la resolución del juicio, según informó el diario ‘Proceso’.
“Nosotros no perseguimos a nadie. No es mi fuerte la venganza y también hay un tribunal popular y la gente está muy consciente del daño que ocasionaron los que gobernaron en el periodo neoliberal”, subrayó el actual mandatario mexicano.
Este mismo lunes, en el cuarto día del proceso judicial, un antiguo líder del cártel de Milenio, Óscar Nava Valencia, declaró que él mismo pagó al exsecretario unos diez millones de dólares en efectivo en sobornos por información y protección.
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El pasado lunes, el lugarteniente del cártel de los Beltrán Leyva, Sergio Villarreal Barragán, alias ‘El Grande’, aseguró en otra sesión que vio recibir sobornos a García Luna y que incluso estaba en “nómina” del Cártel de Sinaloa, mientras que el abogado defensor argumentó que no hay pruebas ni fotos sobre las acusaciones contra su cliente.
Villarreal, pieza clave en el cártel de los Beltrán Leyva y conocido por su carácter sanguinario y cruel, fue el primero de los 70 testigos de la Fiscalía, entre los que está además el narcotraficante Jesús ‘Rey’ Zambada, quien sacó el nombre de García Luna en el juicio contra Joaquín Guzmán Loera, alias ‘El Chapo’. También figura en el listado de testigos el exfiscal Édgar Veytia, alias ‘El Diablo’, condenado por corrupción.
García Luna fue detenido en Dallas, en el estado de Texas, después de que presentaran cargos en su contra en Nueva York por conspirar para traficar con drogas y realizar declaraciones falsas, además de haber recibido millones de dólares del cártel de ‘El Chapo’.
El exsecretario de Seguridad Pública está acusado por vinculación con el crimen organizado por presuntamente tratar de ocultar la ayuda prestada a traficantes de droga. Podría enfrentarse a una pena mínima de diez años de prisión y una máxima de cadena perpetua.
Según las investigaciones previas, a cambio de los sobornos, el cártel de Sinaloa obtuvo pasaje seguro para sus envíos de droga, así como información legal sensible sobre las investigaciones abiertas contra el cártel y grupos rivales.
Proveniente de un barrio modesto de México, García Luna ingresó a los 21 años al desaparecido servicio de inteligencia nacional (Cisen), donde tomó como modelo a John Edgar Hoover, jefe del FBI de 1924 a 1972.
Allí conoció a su esposa, una analista de inteligencia a la que saluda afectuosamente en cada audiencia en Nueva York.
Siempre elegantemente vestido, García Luna se ha cruzado en sus diversos cargos con las agencias estadounidenses de seguridad, cuya presencia en México es un secreto a voces.
Con información de Europa Press