NATTA MALA NOTA

Grave derrota del comunismo italiano en las elecciones municipales

17 de junio de 1985

Si hay un perdedor de las elecciones municipales y regionales del 12 y 13 de mayo en Italia es el Partido Comunista y su actual secretario Alessandro Natta. Los resultados de los escrutinios son claros: 30% de los votos al PCI contra el 34.9% de la Democracia Cristiana en 15 regiones que cuentan con 44 millones de electores. Un fracaso si se consideran los votos para las elecciones europeas de junio del 84 cuando el Partido Comunista superó por primera vez en la historia italiana la Democracia Cristiana con el 33.3% contra el 33%. "El efecto Bealinguer" lo clasificaron los cronistas políticos en ese entonces dada la conmoción que suscitó la muerte del secretario general a causa de una hemorragia cerebral durante la campaña electoral del 84. Hoy esa experiencia no se repitió. El "gobierno distinto", "la alternativa democrática", el tema de la moralización, no han sido suficientes para colmar los vacíos que han dejado los escándalos de las administraciones demócrata-cristianas y socialistas corrompidas.
La Democracia Cristiana, dirigida por Ciriaco De Mita, agitando sobre el electorado el miedo a ver de nuevo confirmado el PCI como primer partido, logró coaligar alrededor suyo los votos de católicos, moderados y conservadores que había perdido en los últimos años; "el efecto Papa", es decir, el directo apoyo del pontífice y del episcopado por la "unidad de los católicos" ha tenido evidentemente una influencia positiva. La Democracia Cristiana ha obtenido dos puntos de más con respecto a las elecciones del año pasado.
Pero no sólo ha ganado la DC, sino también el Partido Socialista de Bettino Craxi, presidente del Consejo y eje importante de la actual coalición de gobierno -el llamado "penda partido"- junto con otros 4 partidos la DC, los socialdemocrátas, republicanos y liberales. La línea de Craxi, de decisión, arrogancia y agresividad ha convencido a los electores italianos que lo han premiado con el 13.7% contra el 11.7% del 84. Un récord histórico para el Partido del Clavel (hace poco modernizó el símbolo de la hoz y el martillo) que contaba como porcentaje más alto el del 12.7 de 1980.
La afirmación de la DC y el PSI representan fuerza y estabilidad para la coalición de gobierno con más del 60% del electorado, aunque los llamados "partidos menores" miembros de la coalición, salen golpeados como el caso de la SocialDemocracia de Pietro Longo, inscrito a la logia masónica P-2 de Licio Gelli.
La novedad de las listas "verdes" ecológicas que han obtenido entre el 2 y el 3% está creando una situación nueva, ya que su voto será decisivo en muchas ciudades y regiones. La extrema derecha por su parte, el Movimiento Social Italiano, MSI, guiado por, el viejo colaboracionista nazi Giorgio Almirante, ha tenido un incremento nacional modesto con excepción de Bolzano, una ciudad al extremo norte de Italia, étnicamente alemana donde las tensiones entre sudtiroleses y la población de origen italiana han producido duras reacciones y así se explica el 22% de votos para el MSI, primer partido de esa ciudad.
Después del voto del domingo casi todas las "alcaldías rojas" es decir las ciudades y regiones gobernadas por una alianza de comunistas y socialistas como Roma y Milán caerán. En efecto la alcaldía de Roma en el Campidoglio, después de 10 años de administración comunista pasa de nuevo a la DC. Dos ciudades importantes como Turín (sede de la Fiat) y Milán (capital económica) pasarán también al "pentapartido". Quedan pues rojas solamente Bologna, Rocafuerte comunista, Venecia y Florencia.
Pero es que las elecciones del 12 y 13 de mayo no sólo decidían cuestiones estrictamente administrativas, sino que tenían también un caracter explícitamente político. Ya sea como test de balance de dos años de gobierno de Craxi, particularmente largo con respecto a sus predecesores, que como una verificación de las relaciones de fuerza al interno del "pentapartido" que en su conjunto logra un avance confortable. Liderada por la Democracia Cristiana que espera el próximo 8 de julio obtener la Presidencia de la República. Fecha en la cual el político más amado de los italianos (una encuesta reciente lo señala como el preferido) el septuagenario socialista Sandro Pertini, termine su mandato y las Cámaras reunidas elijan su sucesor.