Rusia
“Ni un solo bolso vale el amor por mi patria”: modelo rechaza veto de Chanel al mercado ruso
A través de las redes sociales, varias mujeres rusas han emprendido una particular campaña en contra de la lujosa marca, luego de que esta prohibiera la venta de sus productos en Rusia o a personas rusas que lo llevaran a su país.
Indignación ha despertado en algunos sectores de la población rusa el conocimiento de una reciente decisión adoptada por la lujosa marca de ropa y accesorios Chanel, que ha previsto, adhiriéndose a las sanciones impuestas desde occidente a Rusia por la ocupación a Ucrania, prohibir la comercialización de sus productos en ese país, además de vetar a sus compradores de esa nacionalidad en otros rincones del mundo, advirtiendo que solamente les venderán, si se comprometen a no llevar lo adquirido a ese territorio.
Según precisan medios internacionales, esta medida opera para productos que superen el valor de 300 euros.
En respuesta a esta medida, y a través de las redes sociales, varias mujeres han comenzado a impulsar un movimiento de protesta contra la marca Chanel, señalando que esa compañía está “irrespetando a sus clientes”, además de promover rasgos de discriminación, racismo y ‘rusofobia’.
Así, en contraposición al anuncio, un grupo de usuarias de los accesorios de esa compañía, en un acto simbólico compartido a través de las redes sociales, han comenzado a publicar videos en los que ellas se deshacen de valiosos elementos de la marca, advirtiendo que el prestigio de la compañía se debe a sus clientes.
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El movimiento de repudio a la decisión de Chanel tomó relevancia gracias a la vinculación de algunas influencers, incluso no residentes en Rusia, que han decidido sumarse al movimiento en rechazo de la “rusofobia de Chanel”.
“Chanel no juega ningún papel en nuestras vidas”
Dentro del listado de mujeres que han impulsado el reto de decir ‘no’ a Chanel se encuentra una modelo identificada como Marina Ermoshkina, quien, con más de 300.000 seguidores en redes sociales, se ha convertido en una de las promotoras de la protesta, luego de subir a su cuenta de Instagram un video en el que, portando unas tijeras de jardinería, destroza un valioso bolso de la referida marca de accesorios.
La mujer, que se autodescribe como presentadora de televisión, y recientemente fue portada de la revista Cosmopolitan, acompañó su publicación con un mensaje de motivación para que otras mujeres que rechazan el veto de Chanel a Rusia se adhieran a la causa.
En el mensaje publicado, la mujer señala que “para las chicas rusas, la presencia de Chanel en nuestras vidas no juega ningún papel”, señalando que son ellas las que le han dado sentido a la marca e incluso se han impuesto como meta lucir un bolso de esa marca.
No obstante, en ese sentido, la mujer sentencia que “ni un solo bolso, ni una sola cosa, vale el amor por mi patria, no vale mi respeto por mí misma”, declarándose en contraposición a cualquier marca que impulse la “rusofobia”.
“Chanel es solo un accesorio. Un accesorio que en algún momento decidió humillar a las personas, mis compatriotas, decidieron discriminar a las personas por su nacionalidad, lo cual no toleraré”, advierte, en un llamado a los principios. “Lo principal no es lo que está en tus manos, sino lo que hay dentro de ti”, dijo.
Para protestar no es necesario tener un bolso de la costosa marca
Consciente de que muchas mujeres podrían tener un sentimiento similar, la mujer propuso una estrategia alternativa para unirse al desafío en contra de la “rusofobia”.
“No importa si no tienes un bolso o cualquier artículo de esta marca”, dijo, señalando que otra forma de participar en su iniciativa es dibujando el logo de la marca en un papel, y posteriormente arremeter contra él.
Otros casos
A la tendencia, también se han vinculado otras influencers rusas que, pese a no vivir en su país, sí han sentido indignación por la medida, apoyando el calificativo de “discriminatoria”.
Una de las mujeres que ha hecho eco a la iniciativa, aprovechando sus cerca de 9 millones de seguidores en redes sociales, es la modelo Victoria Bonya, quien se sumó a la ola de videos destruyendo, con unas enormes tijeras, un valioso accesorio fabricado por la marca Chanel.
“Si la casa Chanel no respeta a sus clientes, ¿Por qué tenemos que respetar a la casa Chanel?”, sentenció en sus redes sociales la influencer, advirtiendo que la decisión de la marca es realmente irrespetuosa con sus clientes.
“¡Qué vergüenza la Casa Chanel por apoyar el racismo y la rusofobia!”, añadió.
Desde otros rincones del mundo, mujeres rusas también han compartido sus lamentables experiencias desde que Chanel tomó la decisión de emprender acciones contra los rusos.
Varios de estos, han tenido lugar en la ciudad de Dubái, un destino de lujo, desde donde compradores rusos han expresado haber pasado por momentos dolorosos al recibir la discriminación por parte de los funcionarios de las tiendas de Chanel.
“No me vendieron la cartera porque [¡atención!] ¡Soy de Rusia!”, explicó una mujer identificada como Liza Litvin, quien además comentó que al momento de intentar comprar el accesorio en la referida ciudad, le afirmaron que podrían venderle el elemento, siempre y cuando se comprometiera a no llevarlo a su país.
Este no sería el único caso denunciado, pues como esta, hay varias denuncias rodando por las redes sociales.
Al respecto, una artista rusa, identificada como Anna Kalashnikova, en testimonios recogidos por medios internacionales, advirtió la injusticia de la marca, y señaló que es irónica esa decisión, más aún tratándose de una marca que surgió de una mujer que tuvo tachables relaciones, llamando al boicot.
Ella advierte que, aunque tiene varios elementos de la marca, no terminará cortándolos, sino que simplemente los donará para que con esos recursos se pueda apoyar a los refugiados del Donbás. La mujer destacó que Chanel es solo una marca, y que en su país hay otros artistas de la moda muy destacables.
Por ser una noticia de interés mundial, todo el contenido sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania será de libre acceso para nuestros lectores en todas las plataformas digitales de SEMANA.