Maduro le entrega un suprapoder a Álex Saab: ahora será el jefe de los negocios de Venezuela

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, nombró este lunes, 15 de enero, a Álex Saab como nuevo presidente del Centro Internacional de Inversión Productiva de Venezuela (Ciip).

“Anuncio el nombramiento de Álex Saab Morán como nuevo presidente del Centro de Inversión Productiva de Venezuela para que él con su experiencia ayude a nuestro país a traer las inversiones y a traer la fuerza económica del mundo. Álex, confío en ti plenamente”, dijo Maduro durante una intervención en la Asamblea Nacional de Venezuela en la que se encontraba Saab.

Según el portal web de la institución estatal venezolana, el Ciip es “responsable de la captación y promoción de inversión nacional e internacional, con el objetivo de dinamizar el aparato productivo para el desarrollo económico y social del país”.

De igual manera, esta institución, según señala su sitio web, ofrece “acompañamiento jurídico, legal y técnico de alto nivel profesional”, “gestiones administrativas expeditas”, y “acceso a oportunidades de inversión estratégicas para la nación”.

Según el periodista venezolano Roberto Deniz, del portal Armandoinfo, con este nombramiento Maduro pone a Saab “al mando de la oficina por la que se definen muchos negocios y que hasta ahora dirigía Felix Plasencia, ficha de Delcy Rodríguez”, la vicepresidenta del país. “Durante más de una década Maduro lo tuvo escondido, pero ahora lo pone formalmente en los negocios”, agregó el periodista.

Deniz también señaló que el nuevo cargo de Saab es “mejor que el de un ministerio”. “En ese centro de inversiones, controlado hasta ahora por Delcy Rodríguez a través de Félix Plasencia, se deciden hasta a quién darle buques con petróleo de Pdvsa”, sostuvo.

Saab fue dejado en libertad en diciembre pasado por parte de Estados Unidos. Las autoridades venezolanas indicaron que su excarcelación fue producto de una negociación “tú a tú” con la nación americana, la cual se mantiene en “pleno desarrollo”.

El presidente del Parlamento venezolano y jefe de la delegación de Maduro en ese proceso, Jorge Rodríguez, explicó que el canje de Saab por diez estadounidenses y 18 venezolanos presos en el vecino país se acordó luego de una negociación silenciosa en Catar, con mediación de ese país.

“En el mes de mayo, las conversaciones iniciaron directas de igual a igual entre el gobierno de los Estados Unidos de América y el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, con una cantidad de puntos que ya han venido reflejándose en resultados concretos”, señaló inicialmente, en declaraciones recogidas por la AFP.

Luego, agregó: “Fueron conversaciones que se sostuvieron de ‘tú a tú’, de igual a igual, que fue nuestra exigencia principal”. Asimismo, recalcó que las negociaciones entre ambos países están todavía “en pleno desarrollo”.

Rodríguez preside también la delegación del chavismo en otro proceso paralelo con la oposición, en el que media Noruega y en el que Estados Unidos también es un actor clave.

El funcionario, de igual manera, manifestó que Saab se incorporará como miembro de la mesa de negociación que media en la nación nórdica, una posición que había recibido cuando fue extraditado a Estados Unidos en octubre de 2021, tras su detención en Cabo Verde en junio de 2020.

Su esposa, Camilla Fabri, que lo representaba en la delegación, será igualmente miembro pleno. La definición de las próximas citas en ambos procesos están igualmente “en pleno desarrollo”, insistió Rodríguez.

Además de la liberación de su llamado testaferro, el régimen de Maduro exige el levantamiento de todas las sanciones económicas impuestas por el país norteamericano, que ya flexibilizó un embargo al petróleo del país caribeño. La oposición, por su parte, pide un cronograma electoral claro y condiciones para unas elecciones “libres y justas” en Venezuela.

El colombiano de 52 años, que también tiene la nacionalidad venezolana, fue liberado el miércoles en Estados Unidos, donde encaraba un juicio por lavado de activos relacionado con una red corrupción en un programa gubernamental de alimentos.