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Niño superdotado terminó su licenciatura en Física a los 11 años; ya tiene claro en qué utilizará su conocimiento

Planea hacer un máster y un doctorado.

11 de febrero de 2023
Creativo
El pequeño Laurent Simons comenzó primaria a los 4 años y el bachillerato a los 6. | Foto: Getty Images

El mundo científico está asombrado con el desarrollo y la rapidez con la que Laurent Simons logró obtener la licenciatura de Física de la Universidad de Amberes, en Bélgica, algo que parecería normal para cualquier estudiante, pero que en esta caso llama la atención porque Simons tiene apenas 11 años de edad.

Para obtener este título, una persona promedio tarda 3 años en lograrlo, lo que hace supremamente meritorio lo hecho por este niño, quien no contento con su hazaña, reveló que quiere hacer un máster y un doctorado.

Simons ha comunicado su especial interés por la física cuántica, rama en la que se centrará en sus próximos estudios.

El joven comenzó la primaria a sus cuatro años de edad.
El joven comenzó la primaria a sus cuatro años de edad. | Foto: instagram @laurent_simons

El desarrollo académico de este pequeño ha sido asombroso, pues ingresó a la primaria tan solo a los cuatro años y al bachillerato a los 6; ahora a sus 11 años es licenciado en física y ya tiene claro cuál será su objetivo cuando termine la totalidad de sus proyectos educativos.

En un principio dedicará sus esfuerzos a poder ayudar a las personas que hayan perdido alguna parte de su cuerpo, pues dentro de sus planes está el poder reemplazar tantas “partes del cuerpo como sea posible con órganos fabricados”.

El caso de Simons es muy similar al del estadounidense Michael Kearney, quien en 1994 y con tan solo 10 años de edad, logró graduarse de Antropología luego de completar sus estudios en la universidad de Alabama del Sur. Esto le significó al pequeño la obtención del World Guinness Record cómo el graduado universitario más joven.

Laurent Simons ingresó al bachillerato a los 6 años de edad.
Laurent Simons ingresó al bachillerato a los 6 años de edad. | Foto: instagram @laurent_simons

La historia del niño que con 2 años aprendió a leer solo: “mami, estoy contando en mandarín”

Reino Unido es cuna de un niño que es noticia en los últimos días, luego de conocerse su historia y que fue aceptado en la asociación Mensa (que alberga a personas cuyo coeficiente intelectual está por encima del promedio). Su nombre es Teddy quien, con cuatro años, es el integrante más joven de ese organismo.

Su historia no solo llena de orgullo a Beth Hobbs, sino que ha pasado a ser un relato lleno de asombro, principalmente por el hecho de que a tan corta edad haya desarrollado esas facultades. Su progenitora contó, en entrevista con la BBC, que su hijo aprendió a leer por su propia cuenta cuando apenas tenía dos años y ahora puede decir que sabe los números hasta 100 en seis idiomas diferentes a su inglés natal.

¿Cómo lo hizo? Según ella, el menor consiguió esa capacidad “viendo la televisión infantil y copiando los sonidos de las letras” y; al término de 26 meses, empezó a dar cuenta de esas habilidades que para algunos lo sitúan, sin lugar a dudas, en un grupo de ‘superdotados’. Hace un año la organización Mensa lo aceptó entre sus miembros selectos, pues para hacer parte se debe presentar una prueba, cuyo resultado debe ser igual o superior a 98.

El asombro la invadió cuando alguna vez escuchó a Teddy emitir sonidos que le resultaban a ella incomprensibles; sin embargo, cuando le preguntó al menor de qué se trataba la respuesta la dejó todavía más estupefacta.

A sus tres años fue admitido en una asociación para personas con alto coeficiente intelectual (imagen de referencia).
A sus tres años fue admitido en una asociación para personas con alto coeficiente intelectual (imagen de referencia). | Foto: Getty Images / pinstock

“Estaba jugando en su tableta, haciendo estos sonidos que simplemente no reconocí, y le pregunté que qué era, y dijo: ‘Mami, estoy contando en mandarín’”, agregó Hobbs, según recopiló BBC.

¿Qué confunde al pequeño?

Algo que en este momento desconcierta al niño, es la razón por la que a sus amigos se les dificulta (pese a tener edades similares) leer; no obstante, según esta madre, Teddy ha aprendido a comprender que todos tienen aptitudes diferentes. Es, además, una posición compartida por su progenitora, quien quiere que este tenga una infancia normal en la medida de lo posible.

“Si puede hacer estas cosas, entonces está bien, pero él lo ve como ‘sí, puedo leer, pero mi amigo puede correr más rápido que yo’, por lo que todos tenemos nuestros talentos individuales”, apuntó la mujer, tras la respuesta de Teddy.