“¡Déjenos quietos!”: el clamor de los niños para poder ir a estudiar a pesar del cierre de la frontera

El 23 de febrero fue un día definitivo en las relaciones entre Colombia y Venezuela. Con el cierre de las fronteras por parte del régimen de Nicolás Maduro con el fin de bloquear el ingreso de 600 toneladas de ayuda humanitaria no solamente negó el paso de alimentos y medicamentos, también dejó sin acceso a los niños que deben cruzar del territorio de un país a otro para poder ir a estudiar.

El periódico La Opinión, de Cúcuta, se acercó a la realidad a la que los menores de edad deben hacerle frente cada día, desde hace casi dos semanas, y escuchó testimonios de los mismos niños que a pesar de todo llegan a sus aulas como pueden.

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Las pequeñas nietas de Ana Josefa Quintero, de ocho y nueve años, deben desplazarse por caminos oscuros y llenos de maleza. “Unas niñas que apenas están viendo la luz de la vida, ya en estas, es inadmisible”, afirmó para el medio regional, añadiendo que esto que deben sufrir los niños venezolanos “es culpa de ambos gobiernos, de Venezuela y Colombia”.

Y muchos son los casos como el de las nietas de Ana Josefa, incluso de pequeños de tan solo cinco años. “Los disparos que se escuchan todos los días en las noches por las trochas que comunican a San Antonio con Villa del Rosario no habían dejado venir a la escuela a Luis Rueda”, relata La Opinión. Pero este martes se atrevió a cruzar el límite “porque ya llevo perdiendo mucha clase”.

Luis le contó al medio que las dificultades para desplazarse han hecho que varios de sus compañeros no  hayan vuelto a clase. “Muchos no han venido desde el 22 de febrero, y los que se han atrevido apenas hace dos días que lo hicieron, como yo”, contó a La Opinión. “Lo que uno quisiera es ir a clases sin tener que enfrentar peligro, como lo hacen los estudiantes de las ciudades en paz”, agregó.

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Como relata el medio, en el imaginario de este niño jamás se cruzó que llegaría a enfrentar este tipo de circunstancias para llegar a su colegio. Por ello, pidió “a los presidentes de Venezuela y Colombia que pongan fin a las peleas que los tienen por fuera de las aulas”.

Saray Rolón también habló con el diario. Esta chica, de 13 años, “confiesa que no sabe nada de política y por eso no entiende por qué de un día para otro la frontera se le cerró a ella y a sus compañeros para venir a estudiar”, expresa el medio.

Saray está en noveno, en el Megacolegio Institución Educativa La Frontera (Villa del Rosario). Este lunes tardó una hora de camino por trochas desde su casa, en Palotal (un pequeño caserío de San Antonio) hasta su sitio de estudio. Dejó de ir a clases durante cinco días dado que tenía miedo de tomar ese camino. “A mi mamá le da mucho temor, por el peligro que representa, pero uno solo quiere es estudiar, por eso les digo a quienes tienen cerrada la frontera que la abran. No nos perjudiquen más, por favor, déjenos quietos”, dijo la niña a  La Opinión.

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Respetar los derechos fundamentales de los niños: el llamado del secretario de víctimas de Norte de Santander

Luis Fernando niño, secretario de víctimas del departamento de Norte de Santander, afirmó que “Colombia y Venezuela deben respetar los derechos fundamentales de los niños, entre ellos los básicos: salud, educación e integridad”, indicó el medio regional.

Adicionalmente, “recalcó que los derechos fundamentales, en especial los de los niños, como personas protegidas, sobrepasan el índole del carácter internacional; estos son derechos fundamentales adquiridos por la carta de Naciones Unidas”. Por ello, reiteró que “esto es un tema de carácter político y lo que se necesita es abrir la posibilidad de que los niños se vean por fuera del conflicto armado, por fuera del conflicto político y diplomático que tienen Colombia y Venezuela”.

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Como dio a conocer La opinión, este martes una comisión conformada por 40 representantes y defensores de derechos humanos llevó a cabo una reunión  con las autoridades militares de la frontera en la sede del destacamento 212 de la Guardia Nacional, en San Antonio y Ureña. En palabras del medio, luego del encuentro no se logró “ningún resultado favorable entorno a que se permita el libre paso por los puentes de los estudiantes que vienen a Colombia a estudiar, pero también de pacientes oncológicos y enfermos crónicos”.