“No más lloriqueos” dijo el presidente Bolsonaro luego de registro récord de muertes por covid-19 en Brasil

Luego de haber registrado por segundo día consecutivo un récord de muertes en Brasil a causa del nuevo coronavirus, el presidente Jair Bolsonaro pidió a la población dejar de “lloriquear” y seguir adelante.

Actualmente, de acuerdo con datos de la Universidad Johns Hopkins, Brasil es el segundo país del mundo que más muertes a causa del virus registra con 260.970, sólo por detrás de Estados Unidos que ya reporta 520.124 decesos por la covid-19.

Brasil experimenta en este momento la peor fase de la epidemia hasta el momento, con un sistema hospitalario al borde del colapso, pese a que en la Nación se lleva a cabo desde hace unos meses la campaña de vacunación.

De igual manera, Brasil es el tercer estado del mundo con mayor número de contagios en el mundo con 10,79 millones de contagios confirmados, atrás de EE. UU., que reporta 28,82 millones y la India con 11,15 millones de casos.

“Basta de quejas y lloriqueos. ¿Cuánto tiempo más durará el llanto? (...) ¿Cuánto tiempo más te quedarás en casa y cerrarás todo? Nadie puede soportarlo más. Lamentamos las muertes, otra vez, pero necesitamos una solución”, dijo el primer mandatario.

El escenario que vive el país actualmente ha sido calificado por las autoridades como “alarmante”, sobre todo si se tiene en cuenta el aumento significativo de síndromes respiratorios agudos graves (SRAG) y la ocupación de más del 80 % de camas en las unidades de cuidados intensivos (UCI) en 19 de los 27 estados brasileños, de acuerdo con información revelada por esa institución.

Durante los últimos siete días el promedio de decesos diarios ha sido de 1.331 casos, una cifra que desde el pasado mes de enero no ha bajado los 1.000 fallecidos al día, igual a lo ocurrido entre junio y agosto del año pasado durante la primera ola de la pandemia en territorio brasileño.

Los expertos aseguran que el incremento de casos tiene relación con la falta de distanciamiento social en el país durante las pasadas fiestas de fin de año y las aglomeraciones ocurridas en el verano austral y el carnaval, a pesar de que estas últimas estaban formalmente prohibidas.

Brasil lleva un mes y medio de lenta vacunación contra el coronavirus, principalmente por una escasez de dosis. Hasta ahora, de los 212 millones de habitantes que tiene el país, solamente 7,4 millones han sido vacunados con la primera dosis y solo 2,3 millones de ellos ya recibieron la segunda.

“No es una sorpresa: se debe a no habernos preparado, porque este escenario estaba previsto. Sabíamos que había una nueva variante y debió haber un ‘lockdown’”, afirmó a la agencia AFP la vicepresidenta de la Sociedad Brasileña de Inmunología (SBIM), Isabella Ballalai.

Algunos estudios apuntan al rol que representó en la emergencia sanitaria la nueva variante de coronavirus procedente de la Amazonia, denominada P.1, detectada actualmente en 17 estados y que causa alarma mundial porque es hasta dos veces más contagiosa.

Este jueves 4 de marzo, Río de Janeiro impuso nuevamente restricciones en bares, restaurantes y playas para “evitar que se repita el genocidio” de 2020 en la capital carioca, según palabras del alcalde Eduardo Paes, mientras en el estado São Paulo, el más rico y poblado, regresará el próximo sábado a la “fase roja” de restricciones para centros comerciales, restaurantes y salas de espectáculo.

Otros territorios como Brasilia, Mato Grosso, Pernambuco, Rondonia y Acre también están implementando nuevamente este tipo de medidas. Paraná y Santa Catarina también se han declarado en “alerta crítica” de ocupación de camas UCI.

Con información de la AFP