ESTADOS UNIDOS
“No se van a llevar esta Casa Blanca”: Trump insiste en fraude electoral
El presidente de Estados Unidos aseguró que ganó las dos elecciones e inclusive en la segunda lo hizo “mucho mejor”.
Han pasado algunos meses desde que se confirmó la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y desde ahí, el actual presidente Donald Trump, que dentro de poco deberá dejar el cargo, ha insistido en una batalla legal para asegurar su victoria y demostrar que las elecciones fueron un fraude, sin embargo, no lo logró, pues confirmaron que el demócrata había sido ganador.
En las últimas horas, Trump volvió a pronunciarse al respecto y dijo: “Fue una elección amañada, pero todavía estamos luchando y verás lo que va a pasar (...) Biden estuvo aquí hoy también, tenía 14 personas y tres coches; no había manera de perder”. Así mismo reiteró que tuvo dos elecciones y “gané las dos. Es asombroso. Y, de hecho, lo hice mucho mejor en las segundas”.
Trump, que todavía trata de revertir su derrota electoral, fue a Georgia en medio de un nuevo escándalo por sus intentos abiertos de presionar a funcionarios estatales para que anulen la votación y otorgarle el triunfo.
El mandatario insistió en que, “es imposible que yo perdiera Georgia”. Agregó: “No van a tomar esta Casa Blanca”, dijo sobre los demócratas. “¡Vamos a pelear como nunca!”, puntualizó.
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Entretanto, Trump llamó este lunes a los habitantes del estado de Georgia a votar por los candidatos republicanos la víspera de una crucial elección al Senado, que tendrá un impacto decisivo en el gobierno del mandatario Biden.
“Nuestro país depende de ustedes. El mundo entero tiene los ojos en Georgia”, lanzó en Dalton el mandatario estadounidense, quien dos meses después de las presidenciales sigue sin reconocer su derrota pese a que los datos y los tribunales lo contradicen.
Las dos elecciones del martes podrían ser “su última oportunidad de salvar al Estados Unidos que amamos”, lanzó a los presentes en esta comunidad rural y conservadora del noroeste de Georgia.
Este estado sureño no ha elegido a un demócrata para el Senado desde hace 20 años. Pero si Raphael Warnock, un pastor afroestadounidense de 51 años, y Jon Ossoff, un productor audiovisual de 33, logran ambos la hazaña, le darán a su partido el control de la Cámara Alta, otorgando así todos los hilos del poder a Biden.
De conseguirlo, cada fuerza quedaría con 50 escaños y la futura vicepresidenta Kamala Harris tendría el poder de inclinar la balanza hacia el lado demócrata en el Senado, hoy con mayoría republicana.
“Ya no quiere trabajar”
Pancartas electorales, autobuses de candidatos, reuniones y encuentros puerta a puerta: antes de los comicios del martes y dos meses después de las elecciones nacionales, Georgia ha recuperado el ambiente de una campaña nacional.
Joe Biden, que asume el 20 de enero, también se hizo presente en la campaña en Georgia con un acto más reservado en la capital Atlanta.
“Un solo este estado puede cambiar el rumbo no solo durante los próximos cuatro años, sino también para la próxima generación”, dijo.
Y deploró la inacción de Trump al denunciar el caótico inicio de la campaña de vacunación contra el covid-19. “No entiendo por qué quiere tanto mantener su puesto cuando ya no quiere trabajar”.
En la campaña en Georgia, los carteles de “Trump 2020” siguen siendo numerosos. Más que los de los senadores a los que el presidente viene a apoyar: los exempresarios Kelly Loeffler, de 50 años, y David Perdue, de 71.
Randy Stelly, de 68 años, dice que viajó a Dalton desde Texas para mostrar que la lucha a favor de Trump “no cesa” y que no se debe “nunca, nunca, reconocer la derrota”.
*Con información de AFP