MUNDO
Juez conservador de EE. UU. sorprende con fallo en favor de comunidad LGBTI
El juez Neil Gorsuch llamó a apegarse al texto de una ley de 1964 que prohíbe la discriminación "por razón de sexo". Para él, es imposible discriminar a un homosexual sin tener en cuenta su "sexo".
Recién llegado a la Casa Blanca, Donald Trump designó a Neil Gorsuch como magistrado de la Corte Suprema, elogiando sus intachables posturas conservadoras. Tres años después, "su" juez provocó la ira de la derecha religiosa al redactar un fallo histórico para los trabajadores homosexuales y transgénero.
De voz grave, canas y tono cortés, el magistrado de 52 años, oriundo de Colorado, se había comportado hasta ahora de acuerdo con lo esperado.
Junto a sus colegas conservadores validó varias decisiones de la administración republicana sobre inmigración, rechazó las últimas apelaciones de condenados a muerte y consideró legal la negativa de un repostero a venderle un pastel de bodas a una pareja de hombres en nombre de sus convicciones religiosas.
Pero el lunes, Gorsuch se unió al bando progresista del máximo tribunal para proteger a las minorías sexuales de la discriminación en el ámbito profesional, adoptando la postura contraria a la defendida por el gobierno de Trump.
"Algunos se sorprendieron", comentó con seriedad el presidente republicano acerca de la decisión, que podría tener graves consecuencias políticas.
Para convencer a los votantes tradicionales de reelegirlo el 3 de noviembre, Trump había elogiado insistentemente los méritos de los dos "formidables" jueces conservadores que colocó en la Corte Suprema, Gorsuch y Brett Kavanaugh.
Sin embargo, el primero perdió de golpe todo crédito frente al mandatario. "Los conservadores lo incluirán entre los peores juristas de la historia de Estados Unidos", dijo el comentarista y ‘blogger‘ de derecha Michael Knowles.
"Eso no fue un fallo, fue un ataque brutal a nuestro sistema constitucional", estimó por su parte Carrie Severino, presidenta del grupo conservador Judicial Crisis Network, para quien el juez Antonin Scalia estaría "decepcionado por su sucesor" si estuviera vivo.
- "Adictos a los tribunales" -
En febrero de 2016, la muerte de Scalia, un magistrado con puntos de vista ultraconservadores, abrió una aguda crisis constitucional.
El jefe republicano del Senado se negó a confirmar como sucesor al candidato nominado por el presidente demócrata, Barack Obama.
Este puesto vacante, que probablemente inclinaría la mayoría de la Corte Suprema al campo progresista, jugó entonces un papel clave durante la campaña.
Lo más leído
Para seducir a la derecha religiosa, Trump prometió nombrar a un magistrado que se opusiera al aborto y fuera favorable al porte de armas.
Quince días después de su investidura como presidente, anunció que había elegido a Gorsuch. "Alguien que respetará nuestras leyes", afirmó.
Graduado en las prestigiosas universidades de Harvard y Oxford, nombrado juez federal por el expresidente republicano George W. Bush, este jurista se distinguió por defender una doctrina legal muy popular en los círculos conservadores, llamada "textualismo", que defiende una lectura literal de los textos legales.
Según sus promotores, no corresponde a los jueces reinterpretar la ley para adaptarla a los cambios en la sociedad.
En un artículo publicado en 2005, Gorsuch también criticó a la izquierda estadounidense, que según él se había vuelto "adicta a los tribunales".
"Se apoyan en los jueces y los abogados, en lugar de hacerlo en funcionarios electos o en sus votos, para hacer avanzar sus causas, en particular el matrimonio homosexual o el suicidio asistido", denunció.
- "Lo mejor posible" -
Paradójicamente, el lunes Gorsuch invocó esta doctrina en su decisión, llamando a apegarse al texto de una ley de 1964 que prohíbe la discriminación "por razón de sexo". Para él, es imposible discriminar a un homosexual sin tener en cuenta su "sexo".
Los autores de la ley de 1964 "sin duda no anticiparon que su trabajo llevaría a esta conclusión", y pensaban seguramente en la distinción hombres/mujeres, escribió Gorsuch en el fallo. "Pero los límites de su imaginación no son motivo para ignorar las demandas de la ley".
Siguiendo el mismo razonamiento, ya había votado junto con los magistrados progresistas para defender los derechos de los nativos estadounidenses, llamando a respetar los tratados originales firmados entre las tribus y los colonos.
Los observadores de la Corte no consideraron su decisión como signo de una inclinación hacia la izquierda ni como un elemento que haga prejuzgar en modo alguno sus posiciones futuras.