NUEVOS CARGOS CONTRA GOETZ

Un fiscal norteamericano dice que el caso del "vengador de Manhattan" es más siniestro de lo que se cree

6 de mayo de 1985

"Ahora viene el tercer asalto. Los atracadores contra los atracados. Los atracadores ganaron el segundo asalto". Con estas palabras Bárry Slotnick, un abogado de Nueva York, informaba en días pasados a la prensa sobre su alegato ante una corte de dicha ciudad, en favor de su defendido Bernhard Goetz, el ingeniero electrónico independiente que en un santiamén baleó a cuatro jóvenes negros el 22 de diciembre pasado en un vagón del subway de Manhattan.
La intervención del jurista se precisó cuando un fiscal de distrito, Robert Morgenthau, anunció que volverá a presentar ante un jurado el caso de Goetz pues han surgido, al parecer nuevas evidencias. Como se recordará (ver SEMANA del 15-21 de enero pasado) Goetz, un hombre blanco de 37 años, disparó casi a quemarropa contra cuatro negros que, según él, trataron de asaltarlo en el metro. De ellos, ya tres se han recuperado de sus heridas,pero el cuarto, Darrel Cabey, de 19 años, quedará paralizado pues un balazo le destrozó la espina dorsal.
El jurado de investigación que conoció en primera instancia el caso había desechado los cargos contra Goetz de intento de asesinato o asalto y sólo lo acusó de posesión ilegal de un arma de fuego, lo cual es un delito menor. Empero, un segundo jurado revisará lo actuado y decidirá sobre 4 cargos nuevos contra Gomez: agresión, negligencia delictiva, posesión ilicita de armas e intento de asesinato.
Si el juicio al "vengador de Manhattan"--que es como lo llaman sus partidarios (quienes ven en Goetz una luminosa encarnación del "vigilante" que suelé personificar Charles Bronson en sus atorrantes películas)--concluye en un veredicto de culpabilidad por uno o varios de estos últimos cargos, al ingeniero bala-rápida le esperará una condena de cadena perpetua. Por ahora él está libre, gracias al pago de una segunda fianza de 5 mil dólares, que como la primera, tras el primer encausamiento, pronto pagó.
La tésis de Goetz continúa siendo que él actuó en legítima defensa después de que uno de los muchachos le "exigió" la entrega de cinco dólares.
Temiendo que lo que se le venía era un atraco (así es como generalmente empiezan los asaltos en el turbulento subway de Nueva York) el blanco --quien ya había sido atracado en otra ocasión--desenfundó y disparó contra los tipos hasta agotar los proyectiles. En la primera indagatoria dominó el criterio de que Goetz había actuado desprevenidamente, movido por el miedo. Sin embargo, ahora nuevos hechos--ignorados por los medios en los excitantes días que siguieron al incidente-están siendo sopesados con atención. Se alega que James Ramseur y Barry Allen, dos de los presuntos atracadores, recibieron los disparos de espaldas, lo cual tiende a sugerir que Goetz no estaba siendo amenazado del todo por ellos. El abogado de Troy Canty, otro de los supuestos asaltantes, afirma que su defendido no "exigió" a Goetz el dinero sino que en tono apacible le sugirió: "¿Señor, puede darme 5 dólares?", ante lo cual el blanco no ha debido sino sentir lástima. Ramseur asegura que nunca oyó que su amigo Canty haya pedido los 5 dólares a Goetz. "Nosotros sólo estábamos sentados allí (en la banca del tren) sin molestar a nadie".
Victor Flores, un testigo de la balacera, afirma que los chicos si estaban haciendo ruido en el vagón pero que él no llegó a sentir miedo por ello.
Cuando Flores se dio cuenta, Goetz estaba disparando ya sobre las víctimas. "Nunca olvidaré sus caras--dice Flores--. Vi a los tres cayendo frente a mí", mientras resonaban los balazos. "La cosa tomó 4 ó 5 segundos y los muchachos estaban realmente cerca de Coetz. Cuando disparaban, Coetz parecía un profesional. No lo hizo despacio. Sabía lo que hacía ".
Fue el mismo Goetz quien recientemente hizo una revelación significativa que dejó estupefactos a muchos y que podría complicarle a él las cosas seriamente durante la segunda investigación judicial. El ingeniero declaró que al mirar a Cabey no lo vio sangrar. Le dijo entonces: "tú no pareces estar tan mal, aquí tienes otro" y volvió a dispararle. La polémica gira en torno a si Goetz actúo con premeditación y excesivamente y si con ese disparo a Cabey, Goetz hizo un quinto tiro, pues inicialmente se habló sólo de cuatro. Lo cierto es que ninguno de los jóvenes sufrió más de una herida, aunque la de Cabey fue de consecuencias tremendas.
Sin dejar un minuto de explotar el asunto, los medios se han dividido al valorar el incidente. Entre los que aplauden a Goetz está el New York Post. Entre los que ven al ingeniero como un villano está el Daily News y el programa noticioso 2020 de la cadena ABC. Otros que se expresan con fervor por Goetz son el alcalde de Nueva York, Edward Koch, y la policía. Varios miles de estos últimos hicieron una manifestación ante la Corte Suprema del Bronx, el 7 de febrero, en respaldo de Stephen Sullivan, un policia que será enjuiciado por haber dado muerte a Eleanor Bumpurs. Ella era una mujer negra de 66 años que fue ultimada a balazos por Sullivan al tratar de desahuciarla de su humilde apartamento en el Bronx. Los carteles de los policías proclamaban. "Goetz es un héroe, Sullivan es un santo".
Los militantes negros, por el contrario, y los sectores de izquierda de la ciudad, no dudan en ver en Goetz un aprendiz de pistolero sin entrañas. Insisten en que el tipo, según sus propios vecinos, tenía fama de ser virulentamente racista y que cargaba una pistola "esperando ansiosamente la oportunidad de usarla", para vengarse del asalto sufrido años atrás. "El estado de Nueva York--dice el semanario socialista Militant, refiriéndose al primer jurado--orquestó su caso para garantizar la inocencia de Coetz, partiendo de la base de que éste, un conocido racista "réía" que los cuatro Jovenes negros iban a robarle. La decisión del gran jurado es una luz verde para que otros racistas asesinen a jóvenes negros e hispanos y aleguen que ellos pensaban que estaban en peligro". El fiscal Morgenthau, que ha sido acusado por el abogado de Goetz de haber promovido el segundo encausamiento "por razones políticas", parece estar en el bando de estos últimos al comentar que el encausamiento "deja establecido que una persona no tiene derecho de matal a alguien porque no le guste lo que está haciendo".
Goetz respondió a sus acusadores en un artículo que le publicó el New York Post: "La justicia parece que ha sido botada por la ventana. (...) Lo risible es que esos cuatro jóvenes son criminales, pero se les ha concedido inmunidad. (...) El criminal logra inmunidad y la víctima no logra nada excepto otro día ante la corte". Por lo pronto, el abogado del "vigilante" obtuvo un aplazamiento de 45 dias del juicio para preparar su defensa pues le preocupa un rumor que fluye de las oficinas del fiscal Morgenthau: que éste tiene no sólo "nueva evidencia" sino un nuevo misterioso testigo (cuyo nombre aún se desconoce) y que no había surgido ante el primer jurado. El asunto promete, pues, abundantes sorpresas para largo. -